Simenon o el milagro de Lourdes

Para mí es la noticia de este otoño, literariamente hablando, se entiende. Lo apuntaba aquí hace unos meses, cuando la editorial lo anunció en un comunicado. Aunque yo sigo -perdone usted, Vallcorba, por mi escepticismo- sin creérmelo del todo. Que se propongan editar -tomo a tomo, nada de tochos antiergonómicos, antiestéticos, antianatómicos- la obra completa de Simenon, que ronda casi los 500 títulos, y además que eso sea en España, un país donde goza de triste y rotunda aplicación -así nos va- la ley de Stanivlav Lem ("Nadie lee. Los pocos que leen no entienden nada. Los pocos que entienden, lo olvidan enseguida."), eso, digo, la recuperación de toda la producción policíaca simenoniana, sería poco menos milagroso que la manifestación virginal de Lourdes. Desde luego, lo que sí es una realidad, al margen de que Acantilado equipare o supere en prodigio, andando el tiempo, la famosa aparición mariana, es que ya están a disposición de todos los lectores sabios las dos novelas que inauguran la colección: El gato y Pietr, el Letón

En El gato, el escritor de la eterna pipa en mano, nos cuenta como Émile, un obrero retirado y algo tosco, conoce a Marguerite, una mujer afectada y puritana que vive en el recuerdo de un pasado mejor, con quien termina casándose para compartir su soledad. Pero pronto las desavenencias entre ambos se hacen evidentes y la vida matrimonial se transforma en un infierno. La desa­parición del gato de Émile es el detonante de un cruel enfrentamiento que lleva a los ancianos a la destrucción. Hace poco, en un espléndido  artículo que escribía Marta Sanz sobre el autor belga, titulado Maigret contra Sherlock Holmes, decía que la elección de los viejos como foco narrativo "se relaciona con el cuestionable carácter de la vulnerabilidad y con preguntas sobre si la compasión es posible, si a veces equivocamos el objeto de la compasión o desde qué altura se genera el sentimiento de compadecer al otro." Y, desde luego, mucho de esta ambigüedad hay en El gato.

El segundo título que se ha publicado, Pietr, el Letón, es la primera novela en la que hace aparición el comisario Maigret, quien andará tras los pasos de Pietr Johannson, conocido como Pietr el Letón, un famoso delincuente perseguido por las autoridades de toda Europa. La policía parisina es informada de la llegada del estafador a la estación del Norte, mientras que el descubrimiento de un cadáver en el tren que lo ha traído provoca un conflicto de identidades.


Simenon es sinónimo de verosimilitud de personajes, destreza para ahondar comportamientos, fuerza de la atmósfera social. Su estilo, en cambio, nos recuerda a Hemingway: objetivo, directo, despojado de ornamentos, poderoso. Gide, Benjamin, García Márquez, Banville, Faulkner, Henry Miller o Fellini, por citar solo a unos cuantos confesos devotos de Simenon, no podían estar equivocados sobre la calidad de su escritura. Lo que demuestra, y en el caso del creador de Maigret con insolencia, que escritor prolífico no tiene por qué ser sinónimo de escritor mediocre, intrascendente o agotado.

Ahora que este fin de semana pronostican lluvia y bajada de temperaturas, métanse en casa, sillón confortable y orejero, pipa (ad libitum) y un buen Simenon entra las manos. Los milagros pueden existir, o casi.

Comentarios

  1. Desde luego el estilo de Simenon es punzante y directo. Es uno de las claves de por qué me gustan sus obras por encima de cualquier otro autor de novela de misterio y policíaca. Es esta una gran ocasión para hacerse con sus libros, con nuevas traducciones y bien editadas. Y de su obra completa, si el milagro se hace. :)

    Magnífica entrada.

    Saludos.

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  2. Me gusta mucho la novela policíaca de Simenon, pero te has olvidado (con perdón) de comentar otra cosa que pasa en España: que los libros son carísimos. Hacernos con esta colección de Simenon puede llevarnos a la ruina.

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    1. Desde luego, Mónica. Pero piensa que nos vamos a la runia, con Simenon o sin él. :)

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  3. La verdad es que a veces nos olvidamos de este tipo de autores para los que el tiempo no existe. Si Acantilado consigue cumplir con su proyecto, seguramente será un buen momento para tener las obras completas. El problema como bien dice Mónica es qeu los libros son muy caros. Parece que nos quieren poner problemas para poder leer.
    Pero eso si ya tengo un buen regalo para el futuro, aunque no sea la colección completa.
    Un saludo.

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    1. Cuanto menos se lea, menos se piensa. Los que piensan, despiertan. Y eso puede resultar peligroso para el Poder (con P mayúscula). Así que cuanto menos facilidades, mejor. Un asco, pero una realidad.

      Saludos.

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