Robustos libros para macilentas navidades (1)

Hay libros que hablan por sí solos. Y autores cuyo apellido es rotundo, descomunal, epicéntrico. Y títulos que forman parte de nuestras vidas, de nuestro imaginario literario, de nuestra cultura permanente. Y editoriales cuyo nombre ya es garantía de impecable hacer, de rigor, de gusto estético, de sólida elegancia. Bastaría, en estos casos, con incluir aquí al lado la imagen de la cubierta de una de sus ediciones para que los seguidores de este blog y yo nos entendieramos a la perfección, sin necesidad de añadir anodinas y espurias palabras que nada más aportarán a la excelencia del producto, del objeto bibliográfico. 

Por eso, y por muchas más razones, aquí acaba este post. Y aquí me callo. 

Y, ahora, ya ustedes, que son adultos y libres y honestamente responsables de sus actos, y de sus aciertos y errores, deciden. 

Es una de mis (varias) recomendaciones (sin riesgo de fracaso) para que se den un homenaje estas macilentas navidades. Clic aquí para más. Y aquí.

Atte.,
Barbusse.

Importante nota posterior a la compra del libro: aquí.

Comentarios

  1. Acaba de llegar a mis manos esta noche. Soberbio.

    ResponderEliminar
  2. Hola:

    Yo también he querido acabar el año con un homenaje a Dickens, y llevo 330 páginas de las 1.000 de David Copperfield; soberbio y aún no me puedo creer que me queden 700 páginas.

    saludos

    ResponderEliminar
  3. Hombre, David, por favor, estás hablando de mi debilidad, de mi Daisy, de mi Steerford, de mi Trotwood, de mi Pegoty, de mi Micawber....

    Feliz tú que aún te quedan 700 maravillosas, calóricas, divertidas e inolvidables páginas por leer.

    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, ya comentaremos, pero D Copperfield creo que pertenece a esa clase de libros que cuando los lees no paras de preguntarte ¿y por qué no he leído este libro antes? Y ahora me quedan 600 páginas.

      Y no había leído nada de Dickens hasta ahora, pero ya veo que ha sido un error, ya le he ido echando el ojo a otros.

      saludos

      Eliminar
    2. David, nunca es tarde para descubrir un autor portentoso. Y sobre todo un creador de personajes. Y luego ese humor tan particular, tan extemporáneo. No sé qué edición estás leyendo, pero la traduccion de Marta Salís para Alba editorial es realmente impresionante.

      Un cordial saludo. Y a seguir disfrutando.

      Eliminar
    3. Sí, estoy con esa traducción de Alba, que está muy bien.

      Sobre los personajes: sorprende esa capacidad para perfilar a personajes principales y secundarios.

      saludos

      Eliminar
  4. Yo, este año de Dickens he leido por primera vez Los papeles póstumos del Club Pickwick, que me pareció muy divertido, pero que habría preferido leer como se publicó en su día: por capítulos. Y como cada año he vuelto a caer en Cuento de Navidad que aunque es muy típico me sigue haciendo llorar cada año como una tonta.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Obra que yo tengo pendiente, por cierto. Y que será muy pronto cuando lea...

      Eliminar
  5. yo lo tuve el otro día en mis manos y es absolutamente maravilloso,sólo le veo el inconveniente de que para sostenerlo durante la lectura tienes que hacer unos cuantos ejercicios de pesas.
    un saludo

    ResponderEliminar
  6. Creo que me has despertado el gusanillo: es hora de volver a leer "Grandes esperanzas". Qué edición más soberbia. Feliz macilenta (algo menos con Dickens) navidad.

    ResponderEliminar
  7. De acuerdo que la Navidad actual puede considerarse como triste y un poco macilenta como dice el Sr. Barbusse, ¿pero no creéis que esta Navidad en lo economicamte hablando no es igual de macilenta que la que viviamos es nuestros tiempos jóvenes (al menos los mios)? Y es que yo creo en mi opinión personal que la Navidad se ha ido desnaturalizando con el paso de los años, y lo que era una celebración familiar, en casa, comiendo y bebiendo lo que se podía, se ha convertido en un shopping center masivo, que como consecuencia de la situación económica en la que nos encontramos no puede materializarse y por consiguiente produce una gran frustación.
    ¿Por qué no volver a aquellas Navidades sencillamente maravillosas? ¿No se puede ya conseguir? Quizás nos llamarían retrógrados. Vale, se lo consiento al que así me denomine, pero yo voy a celebrar unas Navidades Retrógradas: mi casa, comida buena pero bien elegida, mi cigarro puro, una copa....un villancico si cabe.
    Perdón por mi vuelta atrás, perdón digo por mi huida hacía adelante.
    un saludo a todos y a animarse coño.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estaba escribiendo mi comentario y veo el de Antonio Luis. No puedo estar más de acuerdo, habíamos construido una navidad a base de artificio consumista. Para algo nos va a servir esta contención económica y es para valorar lo que hemos desnaturalizado. No hace falta mucho para estar a gusto estos días. Querido Antonio Luis: ¿retrógrado? Pues viva, en ese caso, lo retrógrado.

      Un saludo cordial.

      Eliminar
    2. Efectivamente Esteban, por ahí iba mi comentario. Que disfrutes.

      Eliminar
    3. Es cierto, estoy de acuerdo. Ya lo decía Larra: ha nacido el niño Dios y al hombre no se le ocurre otra cosa que hincharse de comer...

      Eliminar
  8. Desde luego este blog se está convirtiendo para mi en un imprescindible diario para que nada que merezca la pena en la literatura se me escape. Precisamente no conocía esta edición de "Grandes esperanzas" que referencia Barbusse, pero por lo que muestra y dice es de una gran belleza. Habrá que verla en la librería y consensuar con los familiares para que se dejan caer con un regalito en estas fechas que desgraciada pero certeramente calificas de macilentas.

    Gracias por darlo a conocer.
    Un saludfo.

    ResponderEliminar
  9. Eres un dinamitador de mi contención de déficit particular. Y lo peor es que te lo agradezco, jajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. si Bécquer, llevas razón. Este Barbusse, muchas navidades macilentas y todo lo que tu quieras, pero no para de recomendarnos obras de arte que cuestan su pasta. De todas maneras se lo agradezco.
      un saludo

      Eliminar
    2. Jajaja, ¿Es preferible ignorar a saber?

      Eliminar
    3. En esta España nuestra, como cantaba Cecilia, preferible es ignorar a saber en muchos casos. De todas formas, le temo Barbusse, porque la entrada se titula libros robustos para Navidades macilentas (1), esto me aterra, ya que imagino habrá una entrada 2 y quizás 3 o no?.
      Ya hablaremos en Enero, con cuenta corriente con bufanda y tiritando, per tú sigue eh!
      Saludos

      Eliminar
    4. Jajaja, has estado sembrao. Y observador....

      Eliminar

Publicar un comentario