Lectura de Hadjí Murat

Hadjí Murat es el testamento literario del genial escritor ruso. Ilust: F. Roubaud, Cossacks, 1928

Hadjí Murat es, antes que nada, Historia, aunque sería un tanto extravagante considerarlo un relato histórico. No hay meditaciones sobre la historia en esta novela, que es pura narración; y sin embargo, lo que sucede en el libro no es invención del Tolstói, al menos en lo esencial.

El escritor ruso Isaak Babel, entusiasta de Hadjí Murat, decía de esta última novela de Tolstói: "Aquí la carga eléctrica procede de la tierra, viaja a través de las manos y va directa al papel, sin el menor aislamiento, apartando implacable todas las capas exteriores con una sensación de verdad."

Quizá sea eso, la sensación de verdad, la vibrante energía que transmiten las páginas escritas por Tolstói las que han hecho decir al crítico Harold Bloom que Hadjí Murat representa lo sublime en prosa de ficción y que es el mejor relato del mundo, al menos de los que él ha podido leer.

Los acontecimientos históricos en los que se basa la novela pueden resumirse en pocas líneas. Durante la primera mitad del siglo XIX, el imperio ruso combatió sin tregua para derrotar a los musulmanes de las montañas y bosques del Cáucaso. Unidos en una guerra santa contra los rusos, los caucasianos fueron finalmente liderados por el imán Shamil, cuyo subordinado militar más competente fue Hadjí Murat, ya una leyenda mucho antes de morir en batalla. En diciembre de 1851, tras una disputa con Shamil, Hadjí Murat se pasó a los rusos. Cuatro meses más tarde, en abril de 1852, intentó abandonarlos, fue perseguido y murió luchando en un último enfrentamiento desesperado.

Muchos son los que han visto en Hadjí Murat un relato épico con reminiscencias homéricas. Otros ven en esta novela un auténtico western, con la particularidad de que aquí la guerra de frontera no enfrenta a los pieles rojas de las praderas y a los colonos del Oeste americano, sino a los montañeses con el ejército zarista. En cualquier caso, en la novela, como ocurre en los dos géneros mencionados, están presentes el odio, la ambición, el afán de venganza, el deseo obcecado de dar muerte o hacer daño al enemigo, la traición, pero también las lealtadas sustentadas en la adhesión personal y familiar. 

El anciano Tolstói dota al texto de un ímpetu y de una viveza extraordinarias, y escribe, al final de sus días, una novela admirable que constituye el broche final a su carrera, su gran testamento literario. La novela se publicó póstumamente en 1912.

ACTIVIDADES

A) Lee este breve ensayo de Harold Bloom sobre la novela ("Tolstói y el heroísmo") y contesta (enviando tus respuestas al mail elinfiernodebarbusse@gmail.com) a las siguientes preguntas: 1. ¿Qué hay de héroe homérico y de héroe trágico en el personaje de Hadjí Murat? 2. ¿Qué rasgos o elementos shakespearianos presenta la novela? 3.¿Se ajusta el Hadjí Murat que nos presenta Tolstói al Hadjí Murat histórico? ¿Por qué? 4. ¿Qué afinidades hay entre Tolstói y Hadjí Murat? ¿Y qué diferencias?

B) Comparte tu opinión (usando la herramienta "comentarios" del blog) acerca de las siguientes propuestas o cuestiones:  
1. Valora al personaje principal. ¿Crees que verdaderamente actúa como un héroe? ¿Cuáles son sus valores morales? ¿A qué crees que se debe que el lector llegue a sentir estima por Murat?

2. Hadjí Murat es una novela de muchos personajes, todo ellos dibujados con precisión y dotados de una vívida individualidad. Dí cúal es tu personaje preferido, al margen del protagonista principal, y comenta por qué.

La fecha tope tanto para la entrega de las respuestas y para la realización de comentarios es el viernes, día 21 de noviembre.

Esta es la tercera lectura y la última actividad del Otoño Tolstói. Si has completado al menos dos de las tres lecturas y sus correspondientes actividades, podrás participar en el sorteo "Para seguir leyendo a Tolstói", que se celebrará el próxima 22 de noviembre. Las grandes obras del autor entran en juego . Toda la información en aquí.   

Comentarios

  1. ME quedo sin ninguna duda con el zar Nicolás en ese capítulo paródico en que lo retrata pensando más en sus queridas que en los asuntos importantes oficiales que se le plantean. Es un retrato realmente genial que muestra el gran ojo clínico para la caricatura que tenía Tolstói. Me quedo maravillado viendo como se puede decir tanto en tan poco. Un saludo,

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    1. Pues yo me quedo con el soldado Avdéiev, que muere de la manera más estúpida posible, en una escaramuza sin importancia. Y sobre todo en el capitulo siguiente donde de manera paralela a la muerte de Avdéiev describe la vida de su familia, las broncas del padre con el hijo mayor, y encima la mujer se medio alegra de su muerte porque le estaba poniendo los cuernos con un empleado de la casa. Pobre chico Avdéiev.

      un saludo

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    2. El retrato de todos los personajes es maravilloso, por lo que se hace dificil decidirse por uno. Yo coincido con Antonio Luis, el pobre Avdéiev es de los que dejan un gusto amarguísimo, sobre todo por cómo Tolstói cierra su historia, y con que naturalidad.
      Otro personaje que me ha gustado mucho es Butler, que comprende y estima la valentía de Hadjí Murat. Gran galeria de personajes inolvidables, desde luego. Saludos.

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    3. Alfredo: ese capítulo 15 es sencillamente espectacular. Ya la presentación del personaje, por su minuciosa descripción, es de orfebrería literaria:

      "Nicolás I, vestido de levita negra sin charreteras, se hallaba sentado ante la mesa con su robusto torso echado hacia atrás. Clavó en los que entraban su mirada inmóvil, sin vida. Su rostro pálido y alargado, de enorme frente, que enmarcaban unos mechones de cabellos artísticamente unidos a la peluca que le ocultaba la calva, estaba más frío y estático que de costumbre. su ojos, más turbios que nunca; sus labios, apretados bajo el bigote de guías vueltas; sus gruesas mejillas recién afeitadas y su mentón, que descansaba sobre el alto cuello, todo eso le daba una expresión de disgusto e incluso de ira."

      El tratamiento satírico y caricaturesco que Tolsói da aquí al zar entronca y anticipa, sin duda, toda la literatura de dictadores que tendrá tanto predicamente en el siglo XX, desde Valle Inclán (con su Tirano Banderas) hasta García Márquez, pasando por Miguel Ángel Asturias, Ayala, Vargas Llosa, y un largo etcétera.

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    4. Antonio Luis y Cordelio:

      Ese personaje, el pobre Avdéiev, es tratado de manera demoledora e impasiblemente amarga por Tolstói. El autor ni se inmuta cuando nos suelta este epitafio sobre personaje a patir de la reacción de su mujer ante su muerte:

      "También Aixinia lloró mucho al enterarse de la muerte de su querido esposo, con el que había vivido sólo un año. Lo sentía por él y por sí misma, por su vida truncada. en su lamento recordaba el rubio cabello rizado de Piotr Mijailovich y a Vañka, que había quedado huérfano, y le reprochaba amargamente a su marido que se hubiese apiadado de su hermano y no de ella. Ahora tendría que ir de casa en casa en busca de trabajo.

      Pero en el fondo de su alma, se alegraba de que Piotr hubiese fallecido porque mantenía relaciones con un empleado de la casa en que servía y estaba embarazada. Ya nadie iba a reñirla y hasta podría casarse con él."

      Impresionante.

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  2. Absolutamente actúa como un héroe, no se casa con nadie y si aparentemente lo hace es porque quiere cumplir su principal objetivo, que no es otro que recuperar a su familia. Todo lo que hace lo hace Murat con unos valores Morales muy claros: la fidelidad, adhesión y protección a las personas a las que tiene afecto. Sus venganzas y sus actuaciones truculentas se explican desde este actuar rectamente, lo que entronca con los héroes trágicos. Es ese noble principio lo que nos hace sentirnos cercanos al personaje y compartir sus inquietudes y sus miedos. No creo que aquí el autor nos condiciona en nada para estimarlo, sino su propio conflicto vital. No conocía la obra y me ha parecido extraordinaria. Saludos.

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    1. Y es trágico también por un hecho fundamental: porque ha de enfrentarse a fuerzas muy superiores, ha de lidiar con ellas, asumirlas, razonarlas, manejarlas, reaccionar a ellas, como lo hacían los héroes trágicos. Y como en estos, el resultado es fatal, y acaba con su muerte, como ya sabemos.

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  3. A mí no me parece exactamente un héroe, aunque sí un hombre valiente. En todo caso creo que no llega a entender las motivaciones políticas en que se ve envuelto y se rige por un código muy natural que es el de la defensa de lo suyo, su familia, sus hombres, pero a la vez no le importa cambiarse de chaqueta según se ve arrastrado por los acontecimientos. Además muestra un instinto feroz,como en la escena en que sufre el atentado y un lado más infantil cuando está en los aposentos de los rusos y descubre cosas que despiertan su curiosidad.
    Por otro lado, el personaje que más me llama la atención es, al igual que a Alfredo, el zar. En las páginas que le dedica, Tolstói no tiene piedad, dando, una vez más, una imagen tan actual y universal de los gobernantes y sus adláteres que da escalofríos.
    Un saludo a todos.

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    1. Totalmente de acuerdo Fettes, no olvidemos que esta guerra del Caúcaso fue muy largo y durante la misma se produjeron multitud de vaivenes politicos. Es curioso que en un momento determinado de la guerra y ante la politica represiva de Shamil, como cabeza visible de los chechenos y caucásicos, muchos de sus seguidores optaron por pasarse al lado ruso donde le hacían promesas de mejora ecónomica y social que luego eran mentira. No obstante estos "desertores" nunca olvidaban su condición, de su origen, y es esto lo que creo ocurre a Murat, no le interesan los rusos nada más que para conseguir su objetivo último, de hecho creo que los odia en el fondo; se demuestra esta opinión mia en los pasajes en los que Murat se queda sólo a orar y en sus meditaciones muchas veces muestra su verdadera opinión. No lo considero un héroe, sino un superviviente de aquella situación. Curiosamente es asesinado por los rusos.
      Un saludo

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    2. Si bien el relato de la vida de Hadjí Murat puede parecer un desatino por incoherente, otra mirada permite verla como una lucha frente a lo que considera insoportable en distintas situaciones. Pues toma sus decisiones con ocasión de hechos "sociales" imprevisibles: los celos políticos de Shamil que en el momento del mayor éxito guerrero de Hadjí Murat ordena su captura; la orden absurda y cruel del zar de convertir la campaña del Cáucaso en una guerra de exterminio que afecta a sus paisanos que no comprenden su colaboración con los agresores; las alianzas cambiantes de éstos; por fin, el incumplimiento ruso de la palabra dada respecto del rescate de los suyos, etc.

      Hadji Murat no guía su conducta por un cálculo que supondría la determinación y previsibilidad de los comportamientos humanos, sino que lucha en cada momento contra lo que le parece intolerable desde, en principio, el código moral que comparte con su medio social. Toda la novela está puntuada resaltando este aspecto y en un
      punto Hadjí Murat lo enuncia de manera general al ser preguntado sobre qué le había gustado de su estancia en Tiflis entre los rusos:

      «Tenemos un proverbio -le dijo al traductor- que dice: "Un perro obsequió a un asno con carne, y éste ofreció paja al perro, con lo que ambos se quedaron hambrientos". Hadjí sonrió.

      Todos los pueblos consideran que sus costumbres son buenas, añadió»

      En este sentido, la aparente incoherencia de Murat con respecto al código moral imperante (ese cambio de chaqueta), encuentra sentido si vemos sus actuaciones en el contexto de uno valores morales por encima de ese código, que son los de acutar siempre ante la injusticia, venga de donde venga. En ese sentido es heróico.

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  4. Yo si pienso que Hadji Murat actua como un hèroe. Vive y muere como un hèroe y como tal nos lo muestra Tolstoi en el relato. Es un personaje querido, cuidado y mimado al màximo por Tolstoi a lo largo de todo el relato, yo creo que incluso lo envidia, que èl mismo hubiese querido ser como Murat, por eso conectamos con èl y lo vemos como Tolstoi quiere que lo veamos y que lleguemos a sentir por èl mismo afecto que Tolstoi le tiene.
    En cuanto a los personajes, como ya se ha dicho, es complicado elegir, pero yo me voy a quedar con dos. Por una parte, Butler que me parece un personaje entrañable, con todos sus defectos y sus vicios, pero capaz de comprender y dar afecto a Hadji Murat. Y por otra parte tambièn me gusta especialmente el personaje de Marya Dimitrevna, y la relaciòn implìcita que mantiene con Hadji Murat, al que llega a comprender e incluso a sufrir por él.

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    1. Coincido con Ramonj, la pareja Butler-Marya Dimitrevna son personajes entrañables. Ella representa la sensbilidad femenina dentro del "western" (para aquellos que lo vean así), género en el que predominan en número los personajes masculinos, como ocurre aquí. Dimitrievna siente atracción por Murat y, viceversa. Son personajes totalmente distantes pero próximos en cuanto a entendimiento. Dimitrievna siente atracción por su fama y su persona, le acerca a él y siente admiración por su lucha para recuperar a su familia. Son, en definitiva, por encima de circunstancias, condiciones, y destinos, dos alma que se conectan y se entienden. Aquí se puede claramente aplicar lo de que las relaciones entre las personas es pura cuestión de química.

      Asombra, como ya se ha dicho por ahí, la capacidad de Tostoy para crear personajes tan reconocibles y tan coherentes en tan poco espacio.

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    2. Absolutamente, RamónJ, Hadjí vive una tragedia heróica por ser él mismo, por luchar por rescatar a los suyos, por no pertenecer ni a los rusos ni a los chechenos, por no adherirse a ningún código preciso de referencia, salvo al de su propio sentido de lo intolerable. Es un personaje políticamente incorrecto, con todo lo atractivo que tiene eso. Y eso se nota. Tolstói lo adora y se identifica con él, como ha explicado muy bien el profersor Bloom.

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  5. Ya que se ha comentado la similitud de esta novela con un western, decir que por Hadjí Murat Tolstoi hace que sintamos lo que podríamos sentir por e ese pistolero de western que, aun sabiendo que ha matado y ha realizado otras acciones violentas, siempre las ha hecho en nombre de la justicia, como un modo de presevar sus valores esenciales, o como venganza de algún daño que se le ha casuado. No veo ninguna diferencia entre este personaje y cualquier otro de una película del oeste que actúa fuera de la ley, pero en orden a su propio código moral.

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    1. Estoy de acuerdo. Y además el propio Murat es consciente de este estar fuera de lo establecido y de la amenaza y peligro que esto supone. Es consciente a través de un cuento que el mismo recuerda:

      "Después recordó un cuento montañés: un halcón fue capturado y vivió ciero tiempo entre los hombres. Pero finalmente volvió a las montañas con los suyos. Había vuelto, pero llevaba una cadena de cascabeles. Los halcones no quisieron recibirlo: "Vuelve adonde te han puesto esos cascabeles de plata -le dijeron-. Nosotros no tenemos cadenas ni cascabeles". El halcón no quiso abandonar su tierra y se quedó allí, pero los demás halcones lo mataron."

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    2. Ángel y Mari Carmen :

      Hadjí Murat es, desde luego, un desarraigado. Él es consciente de ello, como tú dices, Maria Carmen. Y la prueba es ese cita del cuento montañés que, significativamente, recuerdo antes de la partida ppara el rescate de los suyos.

      Y también Tolstói es consciente de que lo es y lo admira porque ha sabido llevar hasta su último extemo su propio yo, su propia identidad, a costa de todo y todos. No es gratuito que la obra se abra y se cierre con la imagen simbólica de un cardo tártaro aplastado que encuentra el narrador en su camino y que le recuerda a Hadjí Murat:

      "¡Qué energía y que fuerza vital!" -me dije pensando en lo que había costado arrancar el cardo-, ¡qué cara ha vendido su vida ¡Cuánto ha luchado por defenderla!"

      Y, refiriéndose al guerrero abatido, la novela se cierra así:

      "El cardo magullado que vi en medio del campo me trajo a la memoria esta muerte."

      De este modo, la novela se cierra circularmente sobre sí misma. La estructura del relato es absolutamente coherente y magistral.

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  6. Buenas noches, amigos del "Infierno", a ver que se me ocurre sobre nuestro héroe que no hayáis referido ya vosotros por aquí :
    - Pues he empezado a comparar nuestro protagonista con los de los dos relatos anteriores leídos y hay algo que me llama la atención: Tanto Ivan Ilich como Brejunov, un buen día de su vida, ante una tragedia (enfermedad en uno, extravio en medio de ventisca el otro), se ven enfrentados cara a cara con la muerte, sin dar crédito a que eso podía sucederle a ellos, era como ya comentábamos la negación de la muerte y la transformación que los personajes experimentaban al aceptarla. En Hadji Murat, en cambio yo no percibo nada de eso. Aquí la vida, se superpone a la muerte y el sentimiento de miedo frente a ésta apenas se percibe (al menos esa es mi impresión). El personaje no se transforma, no necesita transformación, es único, auténtico, desde el principio hasta el final del relato, y ni siquiera la cercanía de la muerte le intimida, sino que se enfrenta valerosamente a ella. Lo que importa en este relato es esa personalidad arrolladora, poderosa y valiente que se enfrenta a todo sin importarle su vida, arriesgándola. Está claro que se trata de la narración histórica de la vida de un héroe, y a un héroe poco le ha de preocupar la muerte. Pero si Tolstoi se sentía identificado en parte con el protagonista, y como hasta ahora nos dejaba entrever parte de sus miedos o pensamientos a través de esos personajes que tan hábilmente él nos dibujaba, ¿acaso en esta etapa de su vida su obsesión por la muerte era ya diferente?
    Apenas iniciado el relato, Hadjí Murat se enfrenta a una decisión transcendental que es la que define el transcurso de esta historia: la deserción y huida de las guerrillas caucasianas lideradas por Shamil y su puesta a disposición del ejército invasor, el ejército ruso. Este hecho, que en otro personaje o guerrero, nos haría verlo como despreciable o repulsivo por renegar de los suyos o traicionarlos, por no corresponder a la decisión digna de un gran guerrero, en Hadjí Murat está justificado. ¿Y por qué está justificado? Porque Tolstoi nos hace ver a lo largo de la narración, que este personaje tiene una moral que se sitúa por encima de pertenecer a un bando u otro, de luchar junto a unos u otros. Su moral es la de la justicia, la de la verdad, esa verdad que tanto buscaba Tolstoi.
    El problema de esta decisión, es que determinará el destino del protagonista, cuando él, al tomarla, pensaba que todo le iría bien.

    Pg. 42 (Navona) " Hadjí Murat había creido siempre en su buena estrella. Cuando proyectaba algo, estaba firmemente convencido de antemano del éxito de la empresa, y no solía equivocarse. Así había sucedido, con muy raras excepciones, durante su vida militar. Esta vez también esperaba que se realizasen sus planes. Se imaginó a la cabeza del ejército que le daría Vorontsov, yendo contra Shamil, a quien capturaría para vengarse de él, y cómo el zar le recompensaría y de nuevo sería gobernador no sólo de Avaria, sino también de Chechenia, que acabaría sometiéndosele. Absorto en estos pensamientos, se quedó dormido sin darse cuenta".

    ¿Quién le iba a decir en este sueño que lejos de ir a la cabeza del ejército, su preciosa y valerosa cabellera, pasearía como trofeo delante de los líderes rusos?

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    1. Así es, Rosa. A diferencia de los personajes de Ilich y Brejunov, que encuentran su verdadera identidad, su justificación vital demasiado tarde, Murat tiene su propio yo desde el principio. Por eso lo admira Tolstói. Para Tolstói la única manera para estar conforme con uno mismo (ni siquiera me atrevo a decir para ser feliz) es ser uno mismo, encontrar la propia identidad. Y en esto Murat es modélico.

      Tolstói vuelve, al final de sus días, a escribir como en su primera etapa. Había renegado del arte, considerándolo algo infecto, y sin embargo comprobamos que esto era de boquilla. En realidad, no creía en otra cosa que en el Arte. De tapadillo, con el sentido de que se estaba traicionando a sí mismo y a todo lo que había renegado del arte por el arte, iba escribiendo un capítulo tras otro de esta su última obra. Con el convencimiento de que estaba haciendo su gran testamento literario, la ficción por la ficción, una obra maestra.

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  7. Respecto a otros personajes, que para mí también han sido importantes y que hasta ahora no han salido a relucir por aquí: Sado, el fiel y hospitalario amigo de Hadji Murat, y los dos muchachos, los hijos de ambos, por su juventud, su alegría , su energía, su vitalidad, y como personaje más frágil, el viejecito del tejado, el padre de Sado.
    El inicio del relato, ya parte de aquí, de la acogida hospitalaria que recibe Hadji Murat, siendo ya guerrero perseguido por el ejército de Shamil, por parte de Sado, aún arriesgando éste su propia vida y la de su propia familia. Tolstoi nos adentra en la vida de un aul, ya cercado por los rusos y que luego más tarde se verán como en una batalla encabezada por Butler, terminan arrasando, cayendo muerto y sin vida el hijo de Sado.
    La generosa actitud de Sado en este primer capítulo, choca con el caracter casi silencioso Hadji que apenas mantiene una pequeña conversación sobre su forma de proceder : alejarse de los suyos y aliarse con los contrarios. Esos silencios, creo que muestran ya el debate interior del protagonista acerca de su proceder. Debate que luego se mantendrá una vez en manos de los rusos, en su aislamiento y en sus rezos.

    La naturaleza también es algo que está totalmente latente en este relato.

    El viejecito del tejado del capítulo I, el padre de Sado, mirad de qué forma tan deliciosa se refiere a esa lucha encarnizada entre ellos y los rusos: "Lo único nuevo es que las liebres deliberan sobre la manera de echar a las águilas; pero éstas siguen despedazando tan pronto a uno como a otro".

    Y así, como en este ejemplo, bajo sombras de águilas, bajo apariciones de machos cabríos ante los que se sobresalta el ejército ruso en su silencio, ante noches estrelladas y nieblas espesas, y caballos cabalgando y siendo derribados por los disparos, y bosques espesos y talados, Tolstoi nos dibuja unos paisajes preciosos y llenos de vida, como ya nos tiene acostumbrados.

    Shamil, otro personaje importante de este relato, perfectamente caracterizado en el capitulo XIX. Sin éste, el personaje de Hadjit no cobraría la vida y el sentido que tiene.

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    1. Ya lo dijo Isaak Babel: "En esta novela la carga eléctrica procede de la tierra, viaja a través de las manos y va directa al papel, sin el menor aislamiento, apartando implacable todas las capas exteriores con una sensación de verdad." Como en Shakesperare, la tierra viva, la naturaleza, enérgica y poderosa, está aquí muy presente. Murat es un elemento más de esa tierra. Y precisamente, el hecho de mostrarlo callado, silencioso, reflexivo, le confiere un halo de misterio muy particular, que hace que nos atraiga y, al mismo tiempo, que lo reconozcamos como un personaje enigmático, como la propia naturaleza. Murat es, como ha dicho el profesor Bloom, el personaje más querido de Tolstói, en él encuentra definitivamente su alter ego. .

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  8. Hola!
    Ya estoy llegando al final. Me ha costado lo suyo...
    Es todo un héroe. Al principio me costó entender el buen trato que recibe de sus captores. Y su cambio "de chaqueta". Y me chocaba ese personaje tan "fino",o así nos lo muestra Tolstoi. Me imagino que tiene mucho de lo que él quisiera ser. Cuando cuenta cómo escapa ante la muerte de Ummá y Abununzal,me deja perpleja...Me preguntaba dónde estaba el héroe. Pero al mismo tiempo,¿qué iba a hacer en ese momento? Es toda una historia de vaqueros,aunque me pierdo algo con los nombres... Después cuando ya empieza a conocerse la historia, se entiende el cambio, por su familia. Todo un héroe. El lector siente estima por él porque, efectivamente, es todo un cardo magullado.
    Me gusta el séquito de Hadji, tan diferentes, efectivamente tan dotados de una imagen propia tan bien dibujada. Mahoma Jan, Eldar y Gamzalo.

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