Clásicos para regalar esta Navidad, 2
(«Robinson Crusoe», de Daniel Defoe)


Muchas veces hemos hablado aquí del Robinson Crusoe, de lo que tiene de clásico atemporal, de sus numerosas ediciones, de sus traducciones -para todos los gustos, incompletas o completísimas, adobadas o escrupulosas-, de los diversos e insignes artistas que han ilustrado su páginas... Siempre es una buena ocasión para hablar de este libro, en realidad, pero hoy más.

Del Robinson siempre me ha fascinado su obsesiva acumulación de detalles con las que Defoe intenta dotar de verosimilitud al relato, pero también expresar, de manera inmejorable, el sentimiento de la importancia de cada objeto, de cada operación, de cada gesto en la situación del náufrago. Esto es lo que da profundidad al relato, y carnalidad y verdad humana al personaje. Lo decía muy bien Italo Calvino (inevitable acudir a él cuando se habla de novelas con mayúsculas) en su Por qué leer los clásicos
«Minuciosas hasta el escrúpulo son las descripciones de las operaciones manuales de Robinson: cómo excava su casa en la roca, la rodea de una empalizada, construye una barca que después no consigue transportar hasta el mar, aprende a modelar y a cocer vasijas y ladrillos. Por este empeño y placer en referir las técnicas de Robinson, Defoe ha llegado hasta nosotros como el poeta de la paciente lucha del hombre con la materia, de la humildad, dificultad y grandeza del hacer, de la alegría de ver nacer las cosas de nuestras manos. Desde Rousseau hasta Hemingway, todos los que nos han señalado como prueba del valor humano la capacidad de medirse, de lograr, de fracasar al "hacer" una cosa, pequeña o grande, pueden reconocer en Defoe a su primer maestro.»
Una preciosa ilustración de Carybé para la edición
Bien, a lo que vamos. Siempre es noticia que un clásico sea noticia (al menos para mí), y ahora las extrañas y sorprendentes aventuras del famoso náufrago son noticia porque tienen un nueva edición de mano de Libros del Zorro Rojo. Y ¡menuda edición!

La editorial argentina Viau publicó en 1945 una primera tirada (limitada a ochocientos ejemplares) del Robinson, que incluía dos platos fuertes: el primero, la traducción de Julio Cortázar, que se convertiría con el tiempo en clásica,  y, el segundo, más de setenta preciosas ilustraciones en blanco y negro y nueve láminas a color del artista argentino-brasileño Carybé. Pues bien, esta excepcional edición es la que recupera ahora la editorial catalana para que, a cambio de un buen batacazo a la visa o al cerdito de arcilla, podamos disfrutar de semejante maravilla bibliográfica.

Robinson Crusoe es la primera gran novela moderna -y acaso la más importante- sobre cómo afrontar y gestionar la soledad, lo que no es poco (por no decir que es todo -o casi todo- lo que de verdaderamente imprescindible necesita saber el hombre). Esto no lo dice Calvino, sino yo, aunque perfectamente lo pudo decir él. Del mismo modo que perfectamente puedo decir yo aquello suyo de que "Robinson Crusoe es indudablemente un libro para releer línea por línea, haciendo cada vez nuevos descubrimientos."

Mankell, en ese admirable testamento literario que es Arenas movedizas, escribía que lo único que le proporcionaba cierto cálido bienestar durante su grave enfermedad, haciendo que se olvidara momentáneamente de ella, era la lectura de aquellos libros que ya había leído. Es -decía- como volver a encontrar tu yo más íntimo, incontaminado, en ellos. El Robinson Crusoe fue uno de los últimos libros que pudo releer antes de morir. Lo destacaba como el libro más importante de su vida, el libro máximo. Si lo hubiera conocido Betteredge, le habría dado un abrazo.

Comentarios

  1. Magnifica edición Sr. Barbusse, gran regalo para hacer o para hacerse. Betteredge lo habría consultado para caulquier tema trascendente y a buen seguro hubiera encontrado respuesta, en la página 75, en la 102, siempre la encontraba.

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  2. Impresionante edición y reseña. Da gusto asomarse por aquí. Saludos.

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  3. Estos son los libros con los que arremeter contra a los partidarios del ebook. (Hoy estoy guerrero).

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  4. Adoro este libro. Buena recomendación.

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  5. Magnífico libro y magnífica edición.
    Me gusta que no se haya acortado el título original.

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  6. Oh! Que maravilla !.... Leo y releo esta joya una y otra vez, es un pozo de sabiduria, y no puedo entender que existan personas que no lo hayan leido.... inconcebible.


    saludos

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  7. Usted nunca defrauda, solo por citar a Wilkie Collins y su inolvidable Betteredge ya bato palmas con las orejas. Es el único blog donde pueden encontrarse recomendaciones como esta y sentirse como en mi butaca lectora charlando con un viejo amigo. Un saludo y gracias, Barbusse

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