Lectura ilustrada Odisea, cantos XXII-XXIV

Thomas Degeorge, 1812

Actividades 

A) La imagen que se muestra arriba plasma una de las escenas culminantes de la Odisea: la matanza de los pretendientes. En este enlace (solo para participantes inscritos) se ofrece el texto de una adaptación en prosa del poema de Homero que narra esa escena, concretamente el canto XXIII, desde su inicio hasta el verso 389. En dicho texto se han perdido treinta palabras. Debes localizar cuáles son y escribirlas en los huecos correspondientes.

B) Observa las ilustraciones que se muestran en este enlace (solo para participantes inscritos) y asígnale a cada una de ellas la palabra clave que le corresponda de las siguientes: Las flechas de la venganza // Batalla en la casa de Ulises // Deja el lecho, Penélope, hija // Padre mío, heme aquí, soy tu hijo // Desistid de la guerra penosa, itaqueses // Laertes en el rico viñedo // Hermes, haciendo su trabajo // Ulises y Penélope se reencuentran. Después, localiza en tu libro y cita un fragmento del poema que sirva de pie descriptivo para las ilustraciones nº 2, 4, 5, 13, 14, 16, 17 y 23. En esta última parte del poema, Ulises tiene otros dos importantes reencuentros: primero con Penélope (lo vemos en la imagen nº 23) y, posteriormente, con su padre (en la imagen nº 4), siendo este último uno de los momentos más conmovedores de la obra. Contesta: 1. ¿Qué dato o comentario de Ulises termina por convencer a Penélope de que realmente tiene delante a su esposo? 2. Y a Laertes, ¿qué prueba le da Ulises de que es su hijo? 3. ¿Qué suerte van a correr las mujeres que aparecen en el centro de la imagen nº 25? Cita textualmente los versos con los que Homero describe la crueldad -no exenta de piedad- de la muerte de esas muchachas, y con los que parece desmarcarse de la inmisericordia de su héroe. 4. También es atroz el final de Melantio, el cabrero de Ulises: ¿qué castigo recibe? 5. En la imagen nº 2, podemos ver a Hermes ejerciendo de psicopompo. Di qué significa esta palabra.

Envía tus respuestas a elinfiernodebarbusse@gmail.com a lo largo de esta semana. Si por algún motivo no has podido leer durante esta semana, no hay problema por enviar varias actividades conjuntamente, siempre que esta excepción no se convierta en un hábito general. La lectura se cierra definitivamente el día 13 de mayo. 

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Comentarios

  1. A lo largo de esta Lectura ilustrada hemos podido ver cerca de trescientas imágenes referidas al poema de Homero. Escoge una, la que más te haya gustado o te haya resultado más curiosa o interesante. Di cuál es, el canto y la escena o el momento que plasma y explica brevemente por qué la has elegido. Cita, finalmente, el pie descriptivo con que la acompañarías.

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    1. La imagen que elijo por su "elocuencia" es, sin lugar a dudas, la siguiente (http://collection.imamuseum.org/artwork/56220/): "Venus y Marte sorprendidos por Vulcano" de Alexandre Charles Guillemot.

      En el cuadro podemos observar el pudor de Afrodita, la mirada de Ares (que es una mezcla de picardía y ´ejem-tierra-trágame´) y, por supuesto, al infeliz Hefesto que llama a los dioses para mostrar su propia vergüenza y provocar una irónica sonrisa en el Olimpo. Pobre.

      El pie descriptivo que, creo, le iría bien sería este: “Padre Zeus, dioses todos de vida feliz, inmortales, / contemplad estas obras risibles, mas ya intolerables, (…)" Canto VIII, vv. 306-307.

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    2. Es realmente difícil elegir una imagen entre tantas maravillosas que nos ha hecho mirar y remirar. Como hay que elegir, me quedo con una del Canto XI, el encuentro con su madre en el Hades, 06 de Jan Styka, unida a las palabras de Homero me hizo vivir la desesperación y emoción que siente Ulíses al no poder volver a abrazar a un ser tan inmensamente querido como una madre, de la que no ha podido despedirse.

      …Dijo así, mientras yo por mi parte, cediendo a mi impulso, quise al alma llegar de mi madre difunta. Tres veces a su encuentro avancé, pues mi amor me llevaba a abrazarla, y las tres, a manera de ensueño o de sombra, escapóse a mis brazos. Agudo dolor se me alzaba en el pecho y, dejándome oír, la invoqué con aladas palabras:
      “Madre mía, ¿Por qué no esperar cuando quiero y que, aún dentro del Hades, echando uno al otro los brazos nos saciemos los dos del placer de los rudos sollozos?
      ¿O una imagen es esto, no más, que Pérséfona augusta por delante lanzó para hacerme llorar con más duelo?
      (Canto XI, pg 201-202, vv 205-210)

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    4. Elijo la imagen de Circe ofreciendo la copa a Ulises de John William Waterhouse. La escena que muestra corresponde al Canto X, cuando Ulises y su tripulación llegan a la isla de Eea.
      La he elegido primero por un gusto personal por J.W. Waterhouse (su cuadro de Penélope y los pretendientes que apareció en la actividad 1 me parece preciosa también), pero también porque Circe me parece un personaje clave en las aventuras de Ulises. Es la que le recomienda ir al Hades y lo pone en el buen camino para su vuelta a Ítaca. Le avisa sobre las Sirenas, sobre Escila y Caribdis y sobre las vacas del rey Sol.

      El pie descriptivo sería:
      "... salió e invitóme a que entrada; seguía angustiado en mi alma y ya dentro me sentó en un sillón tachonado con clavos de plata, bien labrado y hermoso; a mis pies colocó un escañuelo y mezcló en una copa de oro un brebaje agregando venenoso licor" (Canto X, 311-317)

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  2. De todas las imágenes vistas en esta lectura, y hay donde elegir, me quedo con el paso por Scylla y Caribdis, de autor desconocido, porque para mí es la culminación de todos los peligros que el héroe Ulises corre a lo largo del poema, la simbolización de estar rodeado de peligros y que para salvarse de uno hay que arriesgarse a caer en el otro. Aunque ya se nombre antes este peligro, el desenlace se produce en el canto XII y el pie que eligiría sería: "Dejéme llevar por el oleaje durante toda la noche y al salir el sol llegué al escollo de Escila y a la terrible Caribdis."
    Podría haber elegido la escena de las sirenas o quizá el torneo del arco y las hachas, y mención especial, aunque hay muchas imágenes hermosas y sobrecogedoras, a las ilustraciones de N.C. Wyeth en su conjunto, más que nada por un gusto personal. Muy agradecido. Saludos.

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  3. Nos pone en una situación difícil, Sr Barbusse, aunque en el fondo esa es la finalidad que buscaba, o no?. En realidad, a pesar de esta dificultad, lo he tenido claro desde el mismo momento que me pongo a escribir este comentario. Mi ilustración preferida es la que en la entrada de esta semana se numera con el 23, N.C. Wyeth 1929, no sólo por la belleza de la imagen en si misma, sino porque creo que en cierta manera resume la Odisea, que no es esta sino la vuelta del héroe a reencontrarse con su esposa, a la cual está añorando durante todo el relato. Homero nos plantea quizás a un Ulises humanizado después de todas las peripecias por las que fue pasando. Canto XXIII, escena de reencuentro entre Ulises y Penélope. Pie descriptivo: "Tal le dijo y en ella quebró el corazón; flaquearon las rodillas oyendo el preciso relato de Ulises; rompió en llanto, a su encuentro corrió con los brazos tendidos y estrechando su cuello besábale el rostro..."

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  4. Yo me quedo con la imagen que sirvió de entrada a los cantos XVI-XVIII y que ilustraba el reencuentro de Ulises y Telémaco. La razón es porque me parece uno de los momentos más importantes de la obra, a mí al menos me emocionó mucho y no solo por lo que cuenta, sino por cómo está contado. La imagen es muy expresiva y plasma brillantemente ese momento de tanta emoción.

    El pie correspondiente sería: "Eso dijo y volvióse a sentar, mas Telémaco entonces se abrazó dolorido a su padre dejando ir su llanto. Levantóse en los dos vehementísimo afán de sollozos y lloraban a gritos, sin pausa, a manera de aves, de pigargos o buitres de garra ganchuda a los cuales los labriegos robaron las crías aún faltas de vuelos"

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  5. ¡¡En difícil situación nos pone usted Sr. Barbusse!!. Es complicado elegir una sola imagen entre tantas que hemos visto, muchas de ellas preciosas. Después de pensarlo mucho, y ya que comparto con mis compañeros la idea de que los reencuentros de Ulises con los suyos son un momento importante de la historia, he elegido la imagen 4 de esta semana, que corresponde al encuentro de Ulises con su padre en el canto XXIV. Laertes es el último en ver a Ulises, éste se ha encontrado ya con su hijo Telémaco, con sus fieles amigos, el porquerizo Eumeo y el boyero Filetio, mientras su padre continúa ajeno a todo en su casa. El encuentro de Ulises con su padre es el final, al fin Ulises está ya con todas las personas a las que quiere. Por otro lado, me parece de una sensibilidad tremenda como describe Homero este encuentro. Vemos a dos personas, padre e hijo, totalmente desarmadas ante la situación. Telémaco se derrumba ante su padre, pero es joven y fuerte, Penélope se derrumba cuando se convence de que quien tiene delante es Ulises, pero al fin está con su marido y tienen una vida por delante, pero Laertes es viejo y está cansado, es el más débil de los tres, sin su hijo ya sólo le quedaba esperar la muerte. Me recuerda a la escena con Argo, el perro fiel de Ulises, a quien sumióle la muerte en sus sombras no más ver a su dueño de vuelta al vigésimo año. Por supuesto, Laertes no muere ante la visión de su hijo, pero asocio los momentos en cuanto a que son los personajes que quieren a Ulises más desvalidos.

    El pie descriptivo sería: "Así dijo; quebró el corazón del anciano, sus piernas flaquearon, oído que hubo el preciso recuento; los dos brazos tendió hacia su hijo; vencíalo el desmayo, mas aquel divinal sufridísimo Ulises cogiólo y sostúvole".

    Por otro lado, me parece muy acertada la elección de Fernado, la imagen de el paso por Scylla y Caribdis. Es la imagen que recopila la esencia de todos los peligros que Ulises corre a lo largo del poema, la que representa el espíritu del tiempo que Ulises sufre todas sus aventuras, o desventuras, la idea de que los peligros nunca terminan, de que se libra de uno, pero llega a otro.

    Todo llega y todo se acaba. Me ha encantado compartir con todos esta aventura. ¡Al fin Ulises descansa!

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  6. Qué complicado... Hubiese escogido alguna de las opciones ya comentadas, pero como no quiero repetirme con lo ya dicho arriba por los compañeros de lectura, he optado por una imagen que representa algo a lo que creo que también se debe hacer mención porque está muy presente en la obra: el favor y disfavor con que los dioses rigen el destino de los protagonistas de la "Odisea". A lo largo de todo el poema somos testigos de cómo Zeus, Posidón, Atenea, Hiperión... mueven los hilos de las vidas de los personajes a su antojo, unas veces en su beneficio, otras para su desgracia, así que me voy al principio mismo del poema, y escojo la imagen 6 de las actividades I-II, obra de Jan Styka (1902). No es ni muchísimo menos la que más me gusta, pero sí que para mí representa un factor primordial en la obra: el conjunto de deidades que gobiernan y dirigen el destino de Ulises.

    El pie descriptivo que he escogido no es el más bonito, ni el más impactante, pero es el que da comienzo a todo: cuando Zeus decide que ya es hora de que Ulises vuelva a casa, por mucha oposición que siga ofreciendo Posidón:

    "¿Por ventura podré yo olvidarme de Ulises divino, del varón sin igual por su ingenio y también por los dones que ofrendó a los eternos, señores del cielo anchuroso? No en verdad: Posidón, batidor de la tierra, es quien sigue enconado por mor del cíclope, del gran Polifemo al que Ulises cegó siendo él el mayor de por su fuerza entre aquellos gigantes; pariólo la ninfa Toosa, la nacida de Forcis, ministro del mar infecundo, que amorosa se dio a Posidón en las cóncavas grutas. Desde entonces el dios, respetándolo solo la vida, fuerza a Ulises a errar alejado del suelo paterno. Pero, ¡ea!, tratemos nosotros de acuredo su vuelta y que el héroe regrese a su hogar; Posidón por su parte cederá en sus enconos, pues nada podrá en contra nuestra ni luchar solo él contra todos los dioses eternos."

    Qué rápido se acaba lo bueno... pero todo viaje tiene su fin. Un auténtico placer haber formado parte de esta lectura ilustrada, de corazón.

    ¡Besote!

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  7. Es ésta una de las tareas más difíciles que nos ha encomendado, amigo Barbusse. Entre tantas imágenes hermosísimas y evocadoras, resulta complicado elegir sólo una. Personalmente, he disfrutado mucho con las de William Russell Flint, me ha encantado su estilo y la atmósfera que es capaz de dar a sus escenas. También he estado a punto de dar mi voto a la Atenea de N. C. Wyeth, que ilustra los Cantos I-II (otro ilustrador sumamente atractivo; si a esto se le añade que resulta ser el padre de otro insigne pintor, Andrew Wyeth, más razón para mirarlo con buenos ojos), la diosa que tan gran papel juega en toda esta historia. Pero finalmente resuelvo decantarme por una imagen más tópica, tal vez, pero con una gran fuerza expresiva: la de Ulises con las sirenas de John William Waterhouse. El pie adecuado sería:
    "Llega acá, de los dánaos honor, gloriosísimo Ulises, de tu marcha refrena el ardor para oír nuestro canto, porque nadie en su negro bajel pasa aquí sin que atienda esta voz que en dulzores de miel de los labios nos fluye." (XII, 184-188)

    Al contrario que Ulises, inmune a esos dulces cantos, nosotros hemos permanecido durante varias semanas pendientes de la voz de Homero. ¡Un hermoso viaje!

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  8. Me han encantado todas. Sobre todo las que ilustran lo poquísimo que sabía yo de este libro. Por ejemplo, las del Cíclope o el encuentro con las sirenas.
    La que escojo es simplemente, por su belleza, creo que es el puerto de Forcis.
    https://drive.google.com/file/d/1OYZtukUgDg1fp7rZURmvYUG7uTiUmCr1/view?usp=drivesdk
    En ese enlace está. (Masberger, 1962). Me gusta mucho esa imagen.
    Otra es la que encabeza la lectura de los cantos XI y XII. Esas sirenas medio pájaros, tan tétricas ... Ya tienen que cantar bien para atraer a alguien... Parecen el psicopompo por el que se nos pregunta en la actividad... Preciosa imagen, de J.W.Waterhouse 1891.
    Gracias por tan maravilloso viaje!

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  9. Helena Villarquide:
    Comparto con A. Luis la número 23 de esta semana. Por el mismo motivo, representa el motivo principal de la Odisea, el regreso de héroe a casa para encontrarse con Penélope, que le aguardó durante 20 años siendo asediada por los pretendientes. Una imagen preciosa llena de significado.
    Aunque debo reconocer que probablemente su texto está mejor elegido que el mío. Así que también lo voy a asumir: "Tal le dijo y en ella quebró el corazón; flaquearon las rodillas oyendo el preciso relato de Ulises; rompió en llanto, a su encuentro corrió con los brazos tendidos y estrechando su cuello besábale el rostro..." (XXIII, 205-208)

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  10. ¡¡¡Vaya tarea difícil!!! La mayoría son preciosas, pero yo tengo debilidad por el dibujo, por ello elegiría cualquiera de las realizadas por John Flaxman. Siempre he admirado la capacidad que tienen algunas personas para transmitir información a base de líneas.
    Me ha parecido de una gran plasticidad la imagen donde Ulises envuelto en una tela es depositado en la playa de su amada Ítaca. Ahí empieza otra vez todo.
    En cuanto a la descripción de la imagen aparece en XIII, 116-120 "Descendieron los hombres del sólido barco a la playa y tomaron a Ulises primero en su lecho de lino con el lindo cojín y dejáronlo presa del sueño en la arena"
    Nos seguimos leyendo!!!

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  11. Coincidiendo con algún compañero del blog, elijo la del encuentro con su fiel perro, Argo. A diferencia de sus seres queridos, al heroico Argo -sumido ahora en la inmundicia-, no le es necesaria ninguna prueba para el reconocimiento de Ulises. El pobre animal es vencido por el exceso de felicidad al reconocer a su amo y muere. La nobleza del can, la mutua fidelidad, y la devoción desinteresada que une a ambos queda bellísimamente reflejada en ese canto de amor precioso que nos regala Homero. Ilustración 06. Tako Hajo Jelgersma. Canto XVII. "Tal hablaban los dos entre sí cuando vieron un perro que se hallaba allí echado e irguió su cabeza y orejas...; Y a Argo sumióle la muerte en sus sombras no más ver a su dueño de vuelta al vigésimo año"

    Maravillosa Lectura, Barbusse, pero muy difícil elección. Ilustraciones preciosísimas la mayoría de ellas.

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  12. También y por no repetir con otros compañeros, me gustaría resaltar esta otra, porque creo que representa un momento decisivo en el poema:

    Cuando Ulises después de veinte años y tras una vida llena de pesar y sufrimiento, pero también de aventuras increíbles, en definitiva, de veinte años de vivir intensamente _tiempo durante el que Ulises era uno al partir y es otro al volver_, , tiempo que no es sino una parodia de nuestro andar y caminar por la vida y lo que hacemos con ella, pisa de nuevo su querida y amada patria, Ítaca. Para mí ese momento marca un antes y un después en el Poema. El viaje y el regreso. El camino y el destino. La experiencia y el fin. La ilustración es la número 15 de Jan Styka (Cantos XIII-XV), cuando Ulises se entera a través de Atenea que está de nuevo en su tierra. Canto XIII. Versos 350-355.
    “La diosa dijo así, disipó aquella nube, mostróse la tierra y su vista alegró al divinal pacientísimo Ulises; inundado de gozo besaba la gleba nutricia y a las ninfas después invocó levantando las manos…”

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  13. Mis imágenes preferidas son aquellas en que aparecen las sirenas, especialmente una en que tienen aspecto de aves. Concretamente es la imagen de John William Waterhouse (1891) que encabezada la entrada correspondiente a los cantos XI Y XII. Me parece que tienen un encanto especial el acoso de esos seres alados a los remeros y al propio Ulises. Resulta curiosos que, siendo una ilustración del siglo XIX, regrese a la iconografía primitiva, en lugar de utilizar la imagen de la mujer pez, como es corriente desde la Edad Media. Por otra parte, el estilo de la obra está entre el realismo y lo fantástico, con cierto primitivismo que aumenta el encanto.

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  14. Una de mis imágenes preferidas por su belleza es 07. Clement Louis Marie Anne Belle, siglo XVIII, en la que Ulises es reconocido por la vieja Euriclea y al reconocerle por la cicatriz, la sorpresa y la alegría le invade provocando un estruendo que casi delata las intenciones de Ulises. El sigilo que Ulises mantenía para evitar ser reconocido y llevar a cabo su venganza a punto estuvo de ser descubierto, por ello riñó a Euriclea para que se mantuviese en silencio y fuese cómplice de sus actos.
    "Al frotar con sus manos notóle esta mella la anciana en el tacto y soltó conmovida la pierna, que, cayendo de golpe en la tina y sonando en el bronce, la volcó hacia delante y el agua vertióse en la tierra"
    Muchas gracias Sr. Barbusse por llevarnos de la mano y guiarnos cuidadosamente por el fantástico mundo de Homero

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  15. Aunque me quedo con muchas ilustraciones maravillosas descubiertas a lo largo de esta lectura ilustrada, elijo la imagen de Jelgersma Tako Hajo (1795) en la que se plasma el encuentro de Ulises y su madre en el Inframundo y que se desarrolla en el Canto XI. La misma muestra, junto a las desgarradoras palabras de Homero, esa desesperación atroz de abrazar a su madre aún a sabiendas de que no es posible. Para mí, es una de las escenas más intensas y dolorosas de toda la obra, con la que Homero nos permite apreciar cómo nuestro héroe, al igual que el resto de personas, también tiene debilidades y flaquezas.

    El pie descriptivo sería el que sigue:
    “Dijo así, mientras yo por mi parte, cediendo a mi impulso, quise al alma llegar de mi madre difunta. Tres veces a su encuentro avancé, pues mi amor me llevaba a abrazarla, y las tres, a manera de ensueño o de sombra, escapóse de mis brazos.” (XI, 204-208).

    Sin embargo, también creo que merece mención el encuentro entre Ulises y Nausícaa tras el naufragio del primero. De todas las imágenes relacionadas me gustaría destacar la de Heinrich Gaertner (1867), que muestra el seguimiento de Ulises de la comitiva de Nausícaa hasta el palacio de Antínoo y que se desarrolla en el canto VI. Esto se debe fundamentalmente a la representación que hace de la isla de Esqueria, donde acontece la escena.

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