Ilustrar lo insondable


Ana Juan ha puesto en imágenes Otra vuelta de tuerca. El resultado es una colección de ilustraciones con las características habituales a las que nos tiene acostumbrados esta gran artista valenciana: personalidad, capacidad para sugerir y belleza plástica. La excelencia de su trabajo es incuestionable y habla por sí sola. Arriba tienen un ejemplo, basta mirarlo para admirarlo.

Quien a estas alturas no haya leído (o sí, depende) la novela de Henry James, clásico de la literatura de fantasmas (o no, depende), dispone ahora de la edición de Galaxia Gutenberg con este gran valor añadido. La interpretación que hace Ana de Otra vuelta de tuerca es profunda, meditada y valiente, plasmando el supuesto desorden psicológico de la protagonista en símbolos de gran intensidad y expresividad visual. Exquisitez y talento. ¿Una imagen vale más que mil palabras? A veces puede ser. En este caso, la imagen completa al texto, va más allá, se mueve en el terreno de aquello que James insinúa, o no termina de escribir, o escribe a medias. Ilustrar es eso, en definitiva. Ofrecer una lectura gráfica. Apostar por una personal exégesis de lo narrado.

De la traducción ya no respondo -no he conseguido averiguar quién es su autor- y es que aún me escuece horrores la herida que abrió en mis interioridades la nefanda traducción de Grandes esperanzas de Dickens que esta editorial publicó sin pudor el año pasado. Así que ándense con ojo. Y, si pueden, con dos. 

Comentarios

  1. Veo que le ha sentado de maravilla su hibernación sr. Barbusse, ya que a simple vista esta edición de Otra vuelta de tuerca parece muy atractiva, aunque he de reconocer que yo todavia no la he leido (al igual que ud. confiesa que no ha leido Cumbres Borrascosas) yo confieso que todavia no me he dado el placer de leer Otra vuelta de tuerca, asi que esta es una oportunidad para hacerlo, aunque estoy de acuerdo en ser cautos con la traducción ya que yo también me acuerdo del fiasco de Grandes esperanzas. Todavia me acuerdo

    Un saludo

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    1. Sí, habrá qué ver quién es el traductor. Otras veces acertaron, también hay que decirlo, por ejemplo, con Viajes de Gulliver.

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  2. Me sorprendes siempre con la elección de ilustradores. No entiendo demasiado del tema, simplemente disfruto de sus belleza, sobre todo cuando me sorprenden por sus colores y/o su originalidad.
    Gracias a tu blog estoy descubriendo nuevos artistas y nuevas imágenes. Lo que gana un buen libro como el de James con unas ilustraciones cuidadas, no hay que olvidarlo.
    Un saludo.

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    1. No hay que entender. Simplemente, como dices, disfrutar.

      El libro merece la pena, desde luego, es una joya, solo me queda esa incógnita que despejar, la firma del traductor.

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  3. Un texto tremendamente inspirador para interpretaar en dibujos, desde luego.
    Aunque sí he oído hablar de esta versión ilustrada, ignoro el nombre de su traductor/a. Si se me permite la sugerencia, en cualquier caso y por encima de todas las alternativas, recomiendo la que hizo Juan Antonio Molina Foix para Cátedra: una edición con la que aprendí mucho y un autor al que agradezco un intercambio epistolar de los que ya no existen...

    Buenos días.

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    1. Se le permite y se le agradece. Molina Foix es una opción siempre fiable y siempre sólida. Y si fuese su traducción la que se incluye en esta edición... Chi lo sa?

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  4. Dice Arturo Pérez-Reverte (del que no sé si serás lector, aunque intuyo que no por tu preferencia de la literatura más clásica), en su novela "El pintor de batallas", que "de tanto abusar de ellas, una imagen dejó de valer más que mil palabras". Y estoy de acuerdo, en términos generales. Pero en algunos casos, como tú bien dices en la entrada, es un valor añadido. Magnífica ilustradora.

    Saludos.

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    1. También es verdad que con mil palabras se puede decir mucho (o poco, depende de quien las escriba y de su habilidad para escogerlas y combinarlas; aunque de lo que más depende es de tener algo sustancioso que decir). Pero, bueno, la verdad es que las imágenes, como en el caso que nos ocupa, siguen teniendo la capacidad de expresar algo inasible, que se escapa a la palabra.

      Un saludo, Raúl.

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