Apología del libro impreso


Cuando el ebook alcance la perfección de esta belleza en celulosa que les aconsejo, entonces podremos decir que hemos entrado plenamente en la era digital. Mientras tanto, no. Mientras tanto, picotearemos del libro electrónico y nos resultará útil y cómodo y nos intentaremos engañar a nosotros mismos diciendo que es maravilloso y bla bla..., pero ¿qué quieren que les diga?: que la experiencia que uno tiene con un libro como -por ejemplo- el que les dejo más arriba, su tacto, su olor, su color, su cálida y cómplice tangibilidad no tienen comparación con la frialdad del artefacto digital. O, al menos, para mí. (¿Romanticismo? Bueno, pues sí. Etiquétenlo como quieran.)

A lo que iba: Alba acaba de publicar una edición de quitar el hipo de un clásico indiscutible para todas las edades, como dice la promoción de la editorial, que es el díptico de Nathaniel Hawthorne formado por El libro de las maravillas (1852) y Cuentos de Tanglewood (1853). En ellas, de la mano del joven estudiante Eustace Bright, un grupo de niños se inicia en la mitología griega en una serie de veladas y excursiones que se suceden a lo largo de las distintas estaciones del año. Conocidas historias como las de Perseo y Medusa, el rey Midas, la caja de Pandora, Hércules en el jardín de las Hespérides, Teseo y el Minotauro, o Ulises y Circe, les descubren un mundo perdido y mágico, pero vivo en los secretos y prodigios de la naturaleza. Estas obras fueron dos de los mayores éxitos de Hawthorne y todavía hoy se cuentan entre las mejores recreaciones del universo colosal y a veces "inextricablemente doloroso" de los antiguos mitos griegos. 


Cuatrocientas sesenta páginas, tapa dura, traducción de Gerardo Escodín y Marta Salís. Y, por si fuera poco, el libro incluye las maravillosas ilustraciones en color de Walter Crane y Virginia Frances Sterret, aparecidas en ediciones de finales del XIX y principios del XX.

Un placer para nuestra mente y para nuestros sentidos. Unas exigencias para las que el ebook -seamos honestos- aún no está preparado.

Comentarios

  1. Pues sí. Como siempre digo, a mí particularmente me gusta que el saber ocupe lugar. Un libro es una fiesta para los sentidos. Saludos.

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    1. Así lo creo yo. Pero como ahora lo que vamos es a hacer mil cosas y a ninguna le prestamos su debido tiempo...

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  2. Cierto, Barbusse, pero para aquellos que recientemente se han visto obligados a abandonar su país y a asentarse en el extranjero sin baúles ni estanterías que les acompañen, el e-reader ha venido a salvarles de la más absoluta ausencia de material narrativo a su disposición y en su idioma.

    Loado sea el formato digital, por tanto (pese a sus obvias carencias en comparación con el papel).

    A mí y al resto de emigrados creo que nos ha ayudado mucho a sentirnos menos lejos, al menos no tan lejos de nuestra literatura y nuestras traducciones.

    ¡Saludos!

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    1. Desde luego que tiene una gran utilidad, eso es innegable. Debemos valorarlo como un soporte más a nuestra disposición, con grandes ventajas, y eso es siempre positivo. El único pero es su frialdad, su distancia con respecto al lector, o así (no sé).

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  3. Comparto tu opinión, son dos experiencias distintas, se pueden alternar, eso sí. Lo impreso, no obstante, permanecerá como soporte para las obras más deluxe. Y desde luego, aún el color tiene mucho que decir en los futuros ereaders. Saludos,

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    1. Llevan años detrás de conseguir el efecto de color con la tinta electrónica, pero se resiste, aunque ahora parece que han desarrollado un prototipo bastante aceptable. Veremos, que todo llegará.

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  4. Totalmente de acuerdo con su entrada, pero claro está, nos presenta unos libros que es imposible que compitan con los ebook, eso es indudable. No obstante, el formato digital le saca a uno de más de un apuro. Ocupa poco espacio, se lee aceptablemente bien, pesa poco, en fin... De todas formas, como un buen libro de papel no hay nada.
    Un saludo
    P.D. Por cierto este ejemplar de Alba editorial no lo sortea? Sería una gran idea. Jajajaj

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  5. Buena idea A.Luis !

    Sorteo ya !

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    1. Antonio Luis, no se sortea. Éste no. No tienen ustedes hartura.

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  6. Cuánta belleza. Alba Editorial está que se sale, la verdad: todavía estaba boquiabierta con su agenda inspirada en Austen y ahora me encuentro con estas maravillas. Creo que esta querencia al papel sí que es una manía romántica, sin duda, pero ante libros así sobran las palabras para defenderla. Saludos.

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    1. Basta tener ojos en la cara, ¿verdad, Mónica? Aunque estoy seguro de que en un futuro no muy lejano la misma altura podremos encontrarla en libros digitales. Tiempo al tiempo. Saludos.

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  7. Disfruta de las ediciones cuidadas en pape, y como tu dices al libro digital le queda mucho para ponerse a su altura, si es que algún día lo consigue. La edición que traes hoy se lo pone especialmente difícil.
    Un saludo.

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  8. Hola!! Siempre que miro en el blog, hay algo maravilloso...Me encanta!! Yo no tengo ebook, aunque nunca se sabe... Me gusta mucho el papel...!!! Un saludo!!

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