No sé lo que se trae el gran Pablo Auladell con Impedimenta, pero me inquieta, me ansía, me
aturde. Desencadenan mi latente síndrome de Stendhal esas dos muestras
que ha dado a conocer el sensacional ilustrador alicantino, como siempre
en estado de gracia.
Juzguen, si no, mientras esperamos.
Preciosas.
ResponderEliminarLa verdad es que son de un gusto extraordinario.
ResponderEliminar¿Una traducción del "Cancionero", de Petrarca? Algo más acorde no se me ocurre, la verdad...
ResponderEliminarPodría ser -y no estaría nada mal. Pero me parece a mí que no van por ahí los tiros...
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