Lem permanece
Astronautas, de 1951, es la primera novela de ciencia ficción de Stanislaw Lem y permanecía inédita en España. Ahora Impedimenta, que lleva algunos años editando parte de la obra de este inteligentísimo escritor, la presenta de esta guisa y con una buena traducción.
La incapacidad humana para entender las características propias de una forma de vida extratesrrestre es su principal leitmotiv, algo que sería una constante en la producción posterior del autor, sin ir más lejos, la excepcional Solaris. La novela tuvo un éxito inmediato e inesperado. Hay en ella un potencial de extraordinaria imaginación y fe en que la sabiduría humana al final superaría la locura de la política. Qué candidez, visto lo visto. El hombre, aún más en sociedad, ha resultado ser incompatible con la sabiduría. Eso es así. Todo lo que toca el ser humano, lo termina ensuciando, pervirtiendo, destruyendo. Es un animal fracasado de antemano. Su tonta y equivocada ambición no tiene límites. Vemos que el mundo va a la catástrofe sin freno posible, en una caída vertiginosa que no admite marcha atrás. Lem, con el tiempo, también lo vio así. Llegó a decir de su primer libro que era "pura ingenuidad" y añadía: "Qué infantil pensar que en el año dos mil habría un mundo tan bello y magnífico (...) Cuando escribí este libro era todavía muy joven y era como una esponja que absorbía todas las ideas que me proporcionaban. No hacía más que positivizar continuamente el mundo. En cierto sentido me engañé a mí mismo, porque escribí este libro por motivos honestos y dignos. Hoy no hace más que dejarme un mal sabor de boca."
La opinión de su autor (que nunca debería importar mucho al lector con criterio), no invalida el valor narrativo y el interés de esta novela. Lem es un escritor perspicaz, estimulante, un generador de reflexiones. Sus libros viven, permanecen. También él tuvo derecho alguna vez a sentirse ilusionado, engañado.
La inteligencia sensible también se la llevará el viento. Será lo ultimo que se lleve. Nos quedará el consuelo de que hubo algunos -como Lem- que lo avisaron.
La incapacidad humana para entender las características propias de una forma de vida extratesrrestre es su principal leitmotiv, algo que sería una constante en la producción posterior del autor, sin ir más lejos, la excepcional Solaris. La novela tuvo un éxito inmediato e inesperado. Hay en ella un potencial de extraordinaria imaginación y fe en que la sabiduría humana al final superaría la locura de la política. Qué candidez, visto lo visto. El hombre, aún más en sociedad, ha resultado ser incompatible con la sabiduría. Eso es así. Todo lo que toca el ser humano, lo termina ensuciando, pervirtiendo, destruyendo. Es un animal fracasado de antemano. Su tonta y equivocada ambición no tiene límites. Vemos que el mundo va a la catástrofe sin freno posible, en una caída vertiginosa que no admite marcha atrás. Lem, con el tiempo, también lo vio así. Llegó a decir de su primer libro que era "pura ingenuidad" y añadía: "Qué infantil pensar que en el año dos mil habría un mundo tan bello y magnífico (...) Cuando escribí este libro era todavía muy joven y era como una esponja que absorbía todas las ideas que me proporcionaban. No hacía más que positivizar continuamente el mundo. En cierto sentido me engañé a mí mismo, porque escribí este libro por motivos honestos y dignos. Hoy no hace más que dejarme un mal sabor de boca."
La opinión de su autor (que nunca debería importar mucho al lector con criterio), no invalida el valor narrativo y el interés de esta novela. Lem es un escritor perspicaz, estimulante, un generador de reflexiones. Sus libros viven, permanecen. También él tuvo derecho alguna vez a sentirse ilusionado, engañado.
La inteligencia sensible también se la llevará el viento. Será lo ultimo que se lleve. Nos quedará el consuelo de que hubo algunos -como Lem- que lo avisaron.
De Lem solo he leído "La investigación", tengo todavía pendiente ese famosísimo "Solaris". Pero es que a veces me resisto a atacar primero los títulos más encumbrados de los autores y, en cambio, me llena de curiosidad esta novela que hoy nos trae usted, precisamente porque fue su primera novela. Leamos...
ResponderEliminarPues, déjese llevar por la intuición, no hay nada más acertado...
EliminarMe encanta Lem, y Solaris es una de mis obras preferidas. He dicho.
ResponderEliminarMagnífica y, por cierto, ninguna de las versiones cinematográficas le hace justicia, aunque la de Tarkovsky, impresionante, es considerada hace tiempo una obra de culto.
EliminarMe alegra encontrarme con la recomendación de uno de mis autores más queridos. Enhorabuena por este excelente blog. Además veo que está leyendo un libro de esos que cambian la vida. Saludos.
ResponderEliminarAsí es, "Conversaciones" con Cioran es un libro deslumbrante. Un libro-herida.
EliminarHay un potencial de extraordinaria imaginación en este libro. Me gustan tus recomendaciones. Un abrazo!!!
ResponderEliminarGracias, Remedios. Que las aproveches entre calabazada y calabazada.
EliminarNo es exactamente la primera novela de Lem. El honor le corresponde a "El Hospital de la Transfiguracion" que también sacó Impedimenta. Sí es la primera novela de ficción científica del autor. La acabo de terminar: la primera parte adolece de un cierto didactismo científico que se puede hacer pesado pero en la segunda mitad, la que se desarrolla en un Venus nuboso y desolado gana mucho. Aparte de Solaris, del autor recomiendo fervientemente "Fiasco"
EliminarEs cierto, es la primera novela de ciencia ficción del autor. Y gracias por la recomendación de "Fiasco", la tendré muy en cuenta. Un saludo.
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