Para disfrutar El Quijote
Aventura con el vizcaíno (I, cap. 8), ilustración de Juan Alaminos, Lit. Mateu, Madrid, 1887 |
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid -o el Genil por Granada- y que está tan reciente la aparición de la edición de Pérez-Reverte del Quijote, me he propuesto aprovechar estos meses de frío invierno que se nos avecinan para leer (releer en mi caso por tercera vez) las divertidas aventuras del hidalgo manchego y su escudero. Eso sí, a pequeños sorbitos -sin prisa y sin pausa-, quizá a razón de una dosis de un par de capítulos diarios (eso me permitirá ir combinando su lectura con alguna otra).
Como sé que algunos de ustedes andan igualmente interesados en emprender esta apasionante lectura (lo sé porque han sido muchos los mensajes que he recibido en privado durante los pasados días: cientos, quizá miles, diría, es normal, ya saben que se lee mucho en España, especialmente los clasicos, y en concreto nuestro Quijote, y sé que en cuanto hay una edición nueva en la calle, la gente se lanza a por ella como hienas), les voy a contar de qué herramientas de apoyo y extensión voy a echar mano para hacer todavía más disfrutable la lectura (si ustedes quieren copiarse impunemente, adelante: no les voy a cobrar derechos de propiedad de la iniciativa).
1) Lo primero que necesitamos para leer el Quijote es tener un ejemplar del Quijote a mano, claro. Hay muchas, muchísimas y muy variadas: en pasta dura, en bolsillo, en mamotreto, en miniatura, en varios tomos, en uno sólo, ilustradas, sin ilustrar, medio ilustradas, caras, baratas, bonitas, feas, etcétera.
La edición que yo voy a usar para mi relectura es la que he citado anteriormente, la de la RAE, adaptada por Pérez Reverte, que me parece una buena manera de acercarse a la obra para aquellos que lo hacen por primera vez, ni mejor ni peor que otras, sino la que me apetece ahora. Solo conviene saber, de antemano, que en ella no están incluidos los relatos o historias externas -deliciosas, por cierto- a la trama principal, que Cervantes, dejándose llevar por los usos de la novela pastoril del momento, incluyó sobre todo en la primera parte de la obra (en la segunda parte, el mismo Cervantes prescindió de ellas, haciéndose eco de los juicios de los lectores de la primera parte, que se mostraron muy entusiasmados con las disparatadas aventuras de sus dos personajes principales y muy impacientes por que Cervantes se desviase de vez en cuando). Ojo, que el Quijote hay que leerlo en su totalidad, porque solo así se aprecia su absoluta y total genialidad, no se confundan. El equilibrio y la excelencia narrativa de la novela de Cervantes son exquisitos. Pero ahora, como les he dicho, toca ver cómo está realizada esta adaptación y seguir disfrutando, de otro modo, un poco abreviado, de la novela. Usted que me lee, puede optar por una edición íntegra. Hará bien, créame.
Como consecuencia de lo anterior, los que opten por esta edición escolar de la novela sepan que se encontrarán con que los títulos de buen número de los capítulos no coinciden con los originales, debido a la restructuración y refundición que ha supuesto la adaptación.
En total, esta edición consta de 82 capítulos (31 y 51, primera y segunda parte respectivamente). Así que si me impongo un ritmo de unos dos capítulos diarios, descansando un par de días a la semana, hacen unos 10 capítulos semanales, por lo que la lectura me ocupará un par de meses, día arriba, día abajo.
Una buena guía de lectura |
El libro de Riquer, como dice Dámaso Alonso en su prólogo, "es un análisis siempre vivificado por multitud de comentarios atrayentes y muchas veces inesperables que nos va llevando paso a paso a lo largo de la cadena de aventuras del hidalgo manchego. Riquer nos explica tanto el sentido externo de ellas como su produnda significación, y al mismo tiempo la serie de problemas que para cada aventura se le han presentado a la critica, y el modo como los diferentes investigadores los han tratado de resolver." La lectura de una aventura de nuestro Quijote y la posterior lectura de los comentarios de Riquer al respecto es una pauta muy recomendable.
3) La edición de la RAE no incluye notas a
pie de página. Esto es bueno o malo según se mire y según
lo que cada lector estime a su gusto e intención. Yo, por ejemplo,
detesto las ediciones en que los pies de página ocupan casi más espacio
que el texto de la obra propiamente dicha, pero bueno, para gustos
colores.
El vocabulario del Quijote en mi móvil |
No obstante, no estoy dispuesto a quedarme a oscuras con algunas de las palabras o
expresiones que usa Cervantes (incluidos los famosos refranes que pone en boca de Sancho), porque hay excelentes
vocabularios específicos muy útiles y gratuitos a nuestra disposición. Así que me he descargado en mi móvil, para tenerlo siempre a mano, el completísimo y utilísimo Vocabulario del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, que Aníbal Echeverría y Reyes compedió en 1932 y también puede ser suyo en un chascar de dedos y gratis (aquí).
4) Y, finalmente, esta relectura que voy a hacer de la obra me la voy a plantear muy visual. Y lo voy a hacer gracias a un asombroso descubrimiento que he realizado recientemente y que es una herramienta de consulta de esas por las que merece la pena que internet exista. Se trata de la Iconografía textual del Quijote, una base de datos electrónica documentada en la forma de un archivo hipertextual sobre las ilustraciones que forman la iconografía del Quijote.
Hablando en plata, que tengo a mi mano, a golpe de clic, más de 50.000 ilustraciones a gran resolución de un millar (sí, han leído bien, un millar) de ediciones distintas de la obra que han aparecido en cualquier momento y lugar. Así que voy a aderezar la lectura de cada capítulo con el ojeo de sus correspondientes ilustraciones, porque, además, la base de datos (desarrollada por la Universidad de Texas en colaboración con la Unviersidad de Castilla-La Mancha) permite acceder a las imágenes por capítulos, además de personajes, temas, ediciones, etc.
Un lujo: acceso a todas las ilustraciones existentes sobre El Quijote |
No se me ocurre mejor postre ni mejor manera de retener en la memoria cada aventura vivida por nuestro hidalgo y su escudero que con este banquete gráfico. Cada semana les daré informe de algunas de las ilustraciones que más me han gustado correspondientes a loas aventuras que haya leído.
Completaré este inmersión quijotesca con la audición de varias grabaciones sonoras relativas a la novela y su gestación. Especialmente interesantes son las dos conferencias que sobre el Quijote de 1605 y el Quijote de 1615 impartió Joaquín Casalduero en la Fundación Juan March. Asimismo, hay disponibles en la web de RTVE dos excelentes documentales que puede ser muy atractivo ver en algún momento del proceso de lectura: Cervantes y la leyenda de Don Quijote y Las locuras de Don Quijote.
Aventura de los molinos, il. de Jules David, 1928 |
En fin, creo que es todo lo que, de momento, puedo comentarles sobre mi regreso a las cálidas, graciosísimas e inolvidables páginas de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.
La manchega que llevo dentro, de Valdepeñas concretamente, sólo te recomienda finalmente un buen viaje por esos caminos y pueblos de la Mancha, porque el resto lo tienes super bien organizado!
ResponderEliminarEl año pasado me apunté al reto de leer la primera parte (hasta entonces sólo había leído capítulos sueltos y forzados en la época del instituto) y este año voy a por la segunda parte, más entusiasmada que nunca. Me apunto tus recomendaciones y sobre todo voy a la librería a buscar Para leer a Cervantes de Martín de Riquer, que creo que me vendrá muy requetebién.
Nos vemos!!
Saludos
Ya está pensado hace tiempo, a ver si este verano o así me hago unas excursiones porla zona. Muchas gracias por la recomendación.
EliminarJoder, cualquier no se anima con el Quijote con todos estos pertrechos. Me parece que me voy a sumar a tu iniciativa.
ResponderEliminarVenga, súmese, hombre ( o mujer).
EliminarSin comentarios. De cara al verano toca otra vez. Saludos.
ResponderEliminarSi hay un libro que resiste la visita periódica y recurrente es éste. (Bueno, éste y La Odisea)
EliminarSi todos los blogs fuesen igual de documentados y positivamente contagiosos que este, otro gallo cantaria a algunos. Interesantísimo todo, especialmente la base de datos de imágenes, que acabo de visitar y de ver por encima. Me he quedado impresionado. Un acierto de entrada que en si misma es ya una guía.
ResponderEliminarGracias.
Gracias, Daniel. La lectura acompañada de esa base de datos es una maravilla que no estaba al alcance de nadie hace solo unos años. La suerte que tenemos de que exista la web...
EliminarA ver quien dice que no a todo esto....yo creo que voy a empezar ya !
ResponderEliminarVenga, que tienes el libro con unas cuantas capitas de polvo, hombre.
EliminarTe recomiendo un librito de Gonzalo Torrente Ballester titulado 'El Quijote como juego', en donde Torrente defiende la tesis de que don Quijote no tenía una percepción de la realidad tan alterada como se suele pensar.
ResponderEliminarSegún Torrente, don Quijote no ve gigantes donde hay molinos, ni ejércitos donde hay rebaños de oveja, sino que simplemente hace lo mismo que los niños cuando juegan: interpretar la realidad dentro del marco de la fantasía. Cuando un niño juega a que es un pirata, por ejemplo, y dice que el sofá es su barco, no es que vea un barco de verdad sino que hace como si el sofá fuese un barco. Pues don Quijote lo mismo. No es que vea gigantes donde hay molinos, es que hace como si los molinos fuesen gigantes para encajar así el entorno con su fantasía. Leer el Quijote desde este punto de vista puede ser un ejercicio bastante interesante. Incluso se puede acabar llegando a la conclusión de que don Quijote no estaba loco.
Tampoco para mí el Quijote estaba loco, en el sentido estricto del término. Veía lo que quería ver, intentando hacer de su deseo una realidad, importándole un bledo la opinión de los demás.
EliminarLo más destacable del libro es su sentido del humor (hay mucha gente que todavía cuando dices que El Quijote es un libro muy divertido te mira con cara rara).
Gracias por el apunte, gon, no lo conocía y me interesa.
Totalmente de acuerdo, además es un humor sorprendente e inteligente, que te tiene con la media sonrisa en la boca un buen rato.
EliminarTú lo has dicho. Es eso exactamente.
EliminarMaravilloso Sr. Barbusse, que entrada la de hoy, es q no tengo palabras. Como mi estado gripal no me permite empezar hoy con la lectura ya que los constantes estornudos des concentran lo suyo, lo que voy a hacer es acostarme directamente y con mis auriculares colocados oír alguno de ls podcast por usted propuestos.
ResponderEliminarComo el frenados me produce un estado digamos semicomatoso, no creo que llegue a oír mas de diez minutos del citado audio, pero por lo menos inicio la inmersión, que muchas veces es lo peor.
Espero ya para el Domingo estar ya recuperado y empezar a leer.
Lo que me gustaría saber entonces es que tengo que tener el Quijote, después el libro de Riquer, el móvil pa seguir el diccionario, el iPad pa seguir las ilustraciones no?
Pues entonces voy a tener que ir a Ikea a comprar una mesita auxiliar y eso, más que nada pa estar cómodo. Achisssssssssssssss!,,
Perdón a todos y un saludo a usted Sr. Barbusse pues creo que es un tipo genial, la verdad
Exacto, esa es la receta: pack indivisible formado por Cervantes, Riquer, Ipad y móvil. Y se lo toma usted durante un par de meses. Verá como se encuentra mucho mejor. Ya me dirá.
EliminarNo puedo más que quitarme el sombrero ante esta entrada, la reservo bien guardadita en mi Feedly para el día que me ponga manos a la obra como usted con el Quijote, aunque en mi caso será segunda lectura (en la primera no logré terminarlo por falta de empuje y de herramientas como las que nos propone).
ResponderEliminarEste año en mi caso está siendo el año Galdós, en realidad llevo desde finales del pasado inmersa en sus Episodios Nacionales, intercalando con otros libros. Pero con esta guía magna de lectura del Quijote, ya tengo aliento para lanzarme al próximo objetivo , ¡muchísimas gracias señor Barbusse!
Anímese, Marissa. Verá, como a la larga, "meterse en" El Quijote es una experiencia única, decisiva, inolvidable. Lo que pasa es que hay que ir bien preparado. Es como subir a la sierra en pleno invierno, uno no va de cualquier forma, ¿verdad? Hay que llevar un buen a abrigo, algo de comida, buenas botas...
EliminarEs una obra maravillosa, desde luego. Me incita usted a volver a él con esto de las ilustraciones.
ResponderEliminarNo se arrepentirá, créame.
EliminarY léalo en castellano, no en inglés (como prefería Borges, a quien el texto original de Cervantes le parecía una mala traducción del inglés). Con un par.
Hay una dirección en Twitter "QuijoteEn17000Tuits" @elquijote1605 en la cual se van añadiendo episodios en lo que dura un twit. Eso hace que vayas al libro y recuperes diferentes pasajes. Ayer estuve leyendo el de la encomienda que don Quijote hace a Sancho de que vaya a visitar a Dulcinea y pasé un rato bastante divertido. Os lo recomiendo.
ResponderEliminarMuy bueno el tema, recursos muy interesantes para disfrutar del quijote, os recomiendo este http://quijote.bne.es/libro.html podéis acceder a todas las ediciones del quijote digitalizadas, mapa de las aventuras del quijote, la vida en el siglo XVII los libros de caballerías a los que hace referencia el bueno de Cervantes, dibujos y grabados etc... . Saludos.
ResponderEliminarUna entrada excelente. El humor de Cervantes es llevado a la máxima expresión, refleja con gran ironía las ocurrencias un tanto pueriles de las novelas de caballería. Hay que ser muy grande y con la que le había caído, retar a Don Lope con una obra que en su momento sólo reconoció otro grande W. Shakespeare. Las sugerencias para seguir la lectura y la iconografía me parecen muy acertadas.Lo escrudiñé el año pasado pero, me considero cervantina y reincidente. Gracias por su generosa entrada. Saludos.
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