"La lectura del Walden es la mejor despedida que El infierno de Barbusse podría tener" (entrevista a Barbusse)
El señor Barbusse, camino de la cabaña que tiene en Kufstein, Austria |
Encontramos al señor Barbusse en los alrededores de su cabaña de Kufstein, en el Tirol austríaco, dando un paseo. Allí ha preparado, junto a su fiel colaborador y secretario, monsieur Duvenand, su nuevo proyecto: una lectura ilustrada del Walden, de Henry David Thoreau, lectura de la que esperamos mucho y cuyo plazo de inscripción sigue abierto hasta el próximo 2 de febrero Hemos acompañado en su caminata a Barbusse y le hemos hecho una breve entrevista al aire libre, que esperamos sea del agrado de todos ustedes, con independencia de la primicia que nos ha dado en exclusiva y que lamentamos de veras tener que comunicar a sus seguidores. Sea como sea, el deber de todo buen periodista, que es lo que somos, nos obliga a cumplir con nuestro compromiso de información fidedigna y responsable. He aquí el resultado de nuestra conversación con Barbusse.
Sr. Barbusse, ¿qué tiene que decirle el Walden de Thoreau a un ciudadano del siglo XXI?
Más que lo que tiene que decirle es lo que puede enseñarle. Y lo que puede enseñarle es a parar. A mirar y a escuchar. También a remover su conciencia, a interrogarse su visión del mundo, a no dar por aceptado lo que la mayoría ha decretado que es así porque debe ser así. Walden es un libro que nos pulsa constantemente, nos hace replantearnos por qué el ser humano ha organizado tan malamente esto de vivir, cuyo resultado es que la mayoría de nosotros vivimos vidas “de tranquila desesperación”, como decía Thoreau.
¿Puede decirse entonces que es un libro que no ha envejecido?
No solo no ha envejecido, sino que está más vigente que nunca. Todo lo que nos cuenta Walden, toda esa huida a los bosques y las reflexiones que ello conlleva no es más que apología de la vida para ser vivida deliberadamente, con plenitud, con honestidad hacia nosotros mismos. Es también una crítica atroz del conformismo y de la opinión mayoritariamente aceptada. Del borreguismo, que es hoy día la mayor amenaza de la libertad del hombre. Es, por tanto, un libro tan actual como necesario.
¿Qué tiene Walden para haberse convertido en un libro mítico, en un referente para tantas personas?
Muchos dicen que cuando se lee a Thoreau, ya no desea leer nada más. Es una frase que puedo comprender. En realidad, cuando descubres a Thoreau, descubres a un amigo que, a través de los siglos, te habla de lo importante de la vida y de cómo habría que enfrentarse a ella. Es como si alguien te plantease la posibilidad de empezar a vivir de nuevo, de cero, haciendo tabla rasa, haciendo las cosas según tus propios gustos, sin imposiciones de nadie ni de nada, cuanto menos de la sociedad. Y esto es muy refrescante. Walden es un libro de una extremada e inusual pureza. Es un libro cristalino (como el agua de la laguna donde va a vivir Thoreau), algo rarísimo de encontrar.
Según usted ha dicho, uno de sus libros más queridos.
Thoreau para mí es muy especial. Siento mucha conexión con él, con su manera de pensar y de estar en el mundo. Walden, efectivamente, es uno de mis libros preferidos. Un libro al que adoro, no solo por su amor a la naturaleza, por su comunión con ella, sino porque es una oda al individualismo, a la desaceleración, a la soledad creativa, a la libertad. Es una obra que tenía que estar en el blog más tarde o más temprano. De hecho, tenía en mente este proyecto de lectura desde hace tiempo, pero por una razón o por otra (quizá por el enorme respeto que le tengo, o el miedo de que no gustara como a mí), no terminaba por decidirme, y lo postergaba una y otra vez. Ahora ha llegado su momento, entre otras cosas porque no podía cerrar el blog sin incluir una lectura ilustrada del Walden. No me lo hubiera perdonado. Creo que este es el mejor broche final que El infierno de Barbusse podría tener.
¿Estamos oyendo bien? ¿El infierno de Barbusse cierra sus puertas?
Sí, así es. Me ha costado decidirme, pero toda fruta madura termina por caer.
¿Qué le ha llevado a tomar esta decisión?
Desde luego no tiene nada que ver con eso que tanto preocupa a la mayoría de autores de blogs, que si el número de seguidores crece, que si decrece, que si tengo más me gustas, que si no. Esto es algo que me ha traído sin cuidado desde que comencé. Me ha interesado siempre más la calidad que la cantidad de los seguidores. Subscribo aquello de Unamuno de que “Es preferible sacudir las entrañas o las cabezas de cuatro semejantes, a ser aplaudido y admirado por cuatro millones de imbéciles". Así que de mis seguidores estoy plenamente satisfecho, tanto de su participación como de su implicación en las actividades que he propuesto siempre. La clave está en que tras ocho años de administrar y escribir un blog –y más un blog como El infierno de Barbusse, tan incontenible-, hay un cansancio y un desgaste evidentes, esto es así. Con el cansancio se pierde el afán, eso tan necesario para llevar a cabo cualquier cosa, y se corre el riesgo de que lo que uno hace por placer se termine convirtiendo en una obligación, con lo cual ya no resulta tan placentero. Cuando esto se vislumbra en el horizonte, es que ha llegado el momento de dejarlo.
No nos extraña que esté usted cansado. Han sido ocho años bien cargados de contenidos. Mirando el histórico del blog a uno le sobreviene cierto vértigo.
Sí, me pasa igual. Cuando miro atrás y veo la trayectoria del blog, yo mismo me sorprendo. Hay muchos proyectos robustos, arduos. Recuerdo por ejemplo, la Lectura ilustrada del Quijote, que ocupó todo un año, o la de la Comedia de Dante, ambas exigentes y muy laboriosas. No puedo negar que me siento muy orgulloso de haber aportado mi granito de arena para que algunos buenos lectores hayan podido conocer (y perderle el miedo) a los grandes de la literatura, a esos libros que realmente merecen la pena, que pueden hacerte cambiar, si no la vida, al menos la visión de la vida, que ya es mucho. Es que estamos hablando de Cervantes y de Dante, por supuesto, pero también de Homero, Séneca, Tolstói, Kafka, Flaubert, Unamuno, Cela, Woolf, Shelley… Sus nombres hablan por sí solos.
¿Se le queda algún proyecto en el tintero, alguna nueva lectura que le rondara la cabeza?
Algunas hay. Una lectura ilustrada de los Viajes de Gulliver, de Moby Dick, de las Mil y una Noches, un Otoño Ibsen...
¿No va echar de menos el contacto con sus seguidores, compartir con ellos sus lecturas?
Por supuesto que sí. En estas cosas no sabe uno cuándo va a acertar, si la decisión es correcta o no. Pero me guío mucho por mi instinto, y ahora estoy en un momento en el que me apetece una actividad lectora absolutamente anónima.
¿Se va para no volver?
El infierno de Barbusse, como tal, es un proyecto que ha cumplido su ciclo. Ha alcanzado “la meta del tiempo otorgado”, que diría Séneca. Así que no volverá. Otra cosa es que la capacidad proteica de Barbusse le haga manifestarse de alguna otra manera. Y eso ni yo mismo lo sé.
¿Quizá seguirá estando presente en las redes sociales, por ejemplo en Twitter?
No lo creo. Las redes sociales, en general, y Twitter, en particular tienen dos graves consecuencias, en mi opinión: te destruyen muchas neuronas y te roban un tiempo precioso. Por eso intento dedicarles el menor tiempo posible. Las redes sociales, tal como están concebidas, no son más que recipientes de vanidad, frivolidad y radicalismo. La ecografía de un planeta estúpido. Como las ha definido Sylvain Tesson: "el nuevo estanque digital donde se mira Narciso". Debería haber un prospecto que advirtiera de sus efectos adversos. No sé como el Ministerio de Sanidad no toma cartas en el asunto.
¿Qué le diría a todos esos seguidores que siempre han estado ahí, atendiendo a lo que dice, participando en sus propuestas?
Les doy las gracias a todos por todo, de corazón. Por su atención y por su fidelidad. Por su amabilidad, que es de las pocas cosas que ya me conmueven. Querría decirles que se consideren siempre lectores adultos, en el mejor sentido de la palabra, lectores ilustres. Y que si lo que han leído durante estos años por recomendación mía les ha hecho apreciar mejor los buenos libros y ser mejores lectores de lo que eran, me puedo ir plenamente satisfecho. Hacen faltan lectores bien equipados, con un buen arsenal de lecturas de calidad en el baúl. Lecturas que les hagan crecer, sentir la vida, deslumbrarse. Solo así se logra tener un criterio propio, distinguir las voces de los ecos. Es la única esperanza de que los libros no se conviertan, como ya estamos viendo, en el principal enemigo de los Libros.
No me gustan las despedidas, así que voy a dejar que sea el Walden, las maravillosas palabras de Thoreau, que nos acompañarán durante dos meses, las que se despidan por mí. No se me ocurre una forma más cálida y expresiva de decir adiós.
Muchas gracias por la entrevista, señor Barbusse.
Gracias a ustedes, y vénganse conmigo a la cabaña, que creo que Duvenand nos ha preparado un cafetito.
Cuánto me ha agradado esta entrevista, no obstante contenga una revelación que lamento. Le había cogido, tarde, cierto, porque no había descubierto antes el blog, el gusto a este Barbusse. Solo pido que si te decides a abrir en algún momento otro blog u otra aventura de este tipo lo comuniques. Por otra parte, creo que el Walden, que leí hace cuarenta años largos, me reclama de nuevo por el interés que tus comentarios me han suscitado. Seguro que encuentro nuevas y personales interpretaciones. No obstante creo que mucas cosas de las que se exponen en la entrevista ya las he escuchado (es un decir) de boca de presocráticos y pospresocráticos. Gente que ha reflexionado sobre los ritmos de la vida humana y las conductas disgregadoras de los hombres ha habido siempre, aunque Thoreau, como hijo de los tiempos modernos, ya percibía a estos con ánimo clarividente. Coincido en lo de las redes sociales que comen tanto el coco a las nuevas generaciones -¡cuántos preguntas y dilemas no me suscitan las pautas entreguistas de los jóvenes a las vacuas redes!- y a mí, salvo el blog personal en el que me retroalimento desde hace cerca de catorce años no me lleva ninguna de ellas al huerto. Ni puedo perder el tiempo ni decir fruslerías, que ya no tengo edad , ni ganas, ni gusto ni afición a la tontería generalizada.
ResponderEliminarReconozco que me llevo un disgusto por esta comunicación de clausura del infierno culto que has mantenido, pero respeto la decisión -qué remedio-, además porque como en todo en la vida, cada uno sabe.
Permíteme un abrazo.
Le voy a echar tanto de menos, no se lo imagina.... Pero lo comprendo perfectamente, sé lo que es llevar un blog y lo sacrificado que es, las horas y horas que requiere. Y más este en concreto. Muchas suerte y un abrazo.
ResponderEliminarMe ha dado el día, pero ¿qué le vamos a hacer? Ahora toca disfrutar al máximo con la lectura de Thoreau, sabiendo que ya no habrá más infierno. Le deseo lo mejor. Gracias por todo.
ResponderEliminarMáximo respeto ante su decisión y máximo agradecimiento por los buenos ratos y porque sin su ayuda ciertas lecturas no las hubiera acometido y de acometerlas, no las hubiese degustado igualmente. Aunque nos seguiremos comunicando en el evento Walden, me despido con un fuerte abrazo y mis mejores deseos. ¡Salud!
ResponderEliminarPues se pierde un blog que ha sido un referente de calidad y coherencia en el ámbito de la lectura.
ResponderEliminarComo dice Malena, saborearemos el último sorbo, que es esa lectura ilustrada de Walden.
Felicidades por todo y un abrazo.
Por favor, lo que pido encarecidamente es que no se borren las distintas entradas del blog, para poder seguir disfrutando de ellas. Gracias por todo el camino recorrido.
ResponderEliminar.
Querido amigo Barbusse,
EliminarCuánto lamento esta noticia, aunque por su puesto con todo el respeto y consideración hacia ella. Nos quedamos sin ese rinconcito al que asomarse cada día aunque haya tempestad en el horizonte, en el que estar un ratito acompañado de un café y que como los buenos libros, como la alta literatura de la que usted tanto nos ha enseñado, nos salvan de la hostilidad del mundo. No puedo más que agradecerle infinitamente todo el tiempo suyo, tan valioso, estimado y único, que nos ha dedicado y desearle a la par de su broche final (precioso por cierto), tenga usted la vida más maravillosa en libertad, reflexión y recogimiento al estilo Thoreau en su cabaña Walden. Nunca una vida más preciosa, más vivida y sentida que esa con uno mismo.
Por su puesto, si usted decide manifestarse de nuevo, le rogamos encarecidamente que nos lo haga saber.
Gracias y una abrazo enorme de Mérida y mío.
(Intentaré estar también como pueda en Walden -no podría perdonarme no estar en este broche de clausura del blog-. Sería mi tercera lectura de ese extraordinario libro que efectivamente es de los que te sacuden, te zarandean y te hacen reflexionar sobre nuestro Vivir y sobre nuestro Estar en este mundo. Y releerlo en su compañía ha de resultar altamente gratificante y enriquecedor).
Rosa
Me uno a lo dicho, yo también espero que este espacio quede al menos como referente. Jesús, no lo borres.
EliminarLe echaremos de menos mucho... Usted no sabe cuánto...
ResponderEliminarTriste noticia a la que tendremos que resignarnos. Este infierno se había convertido en una cita obligada desde hace mucho tiempo: en mi caso desde hace cinco años lo frecuento, y he de reconocer que me voy a quedar un poco huérfano cuando deje de estar. Solo me queda darle mi más sincera enhorabuena por tan excelente trayectoria. Lo echaremos mucho de menos. Un abrazo.
ResponderEliminarVaya Jesús. A disfrutar ahora del ejercicio de la lectura de manera anónima.
ResponderEliminarEntiendo que el gravamen de opinar públicamente (al hilo de esto Szymborska decía que no quería que sobre ella recayese el apremiante peso de la constante evaluación) fatiga y exige un esfuerzo que se sostiene únicamente en el entusiasmo y en la pasión por parte de alguien convertido en un Sísifo libresco que hiciera oídos sordos a los cantos de sirena del desencanto y la fatiga. Pero está claro que todo tiene un final.
Para mí su blog ha sido un oasis en las nubes virtuales en el que solazarme y elevarme diariamente, una joya única y tan distinta a tantas otras blogs literarias.
Le echaré de menos, !no sabe usted cuánto! Aunque a fin de cuentas la vida es ir asumiendo orfandades.
Un abrazo
Francisco
Me sumo a lo expuesto por otros compañeros, habituales como yo de otoños y lecturas ilustradas. La lectura de Walden será un buen broche para este espacio sin parangón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues lo tomo con tristeza, aunque lo entiendo perfectamente. Me ha dado usted horas y horas de grandes lecturas. Y sobre todo la posibilidad de acceder y disfrutar de aquellos libros que se consideran clásicos fundamentales, y a los que no hubiera conocidos de no ser por su labor. Recuerdo con un cariño imborrable cuando descubrí el Quijote de su mano o la maravillosa obra de Cela. Por otra parte sus textos seleccionados y las recomendaciones habituales estaban siempre a un nivel altísimo de calidad. Muchas gracias por todo y un gran abrazo.
ResponderEliminarUna mala noticia, sin duda, para los que somos habituales de este infierno maravilloso.
ResponderEliminarTe vamos a echar mucho de menos.
Muchas gracias por tu dedicación y generosidad a lo largo de tanto tiempo. Y por favor avisa si Barbusse decide aparecer con algún otro proyecto.
Un abrazo.
Una gran pérdida para los que estamos de este lado de la pantalla, pero totalmente comprensible y respetable. No sabes cómo he admirado y agradecido todo el trabajo que has hecho con las actividades de lecturas guiadas, aunque me sumé tarde. La lectura de la Comedia me ha quedado como una experiencia imborrable, enriquecedora, que nunca podré agradecerte bastante.
ResponderEliminarNo pensaba sumarme a esta última (snif) actividad. Sé que va a removerme sentimientos y sueños, algunos rotos, otros aparcados, otros olvidados; no tenía ganas de confrontar la vida que soñaba hace 25 años con la que de verdad llevo. Pero sabiendo que será la última ocasión de disfrutar de tu guía, correré a buscar mi ejemplar y lucharé contra los fantasmas.
Un estoico abrazo.
Una gran labor, un gran final. Fíjate, me decidí a participar, muy llamado por el título que trajiste, y ahí tengo mi ejemplar de Walden a la espera, así que tendré el placer de conocer tu forma de trabajar. Abrazo.
ResponderEliminarMe sumo a la tristeza expresada por mis compañeros y aprovecho para enviarte mi más sincero agradecimiento por las horas y horas que has dedicado a contagiarnos tu amor a los clásicos. No podías haber escogido un libro mejor para la despedida, ese canto a la vida que es Walden. Suerte y un abrazo.
ResponderEliminarPues sí, como han dicho por ahí, nos quedamos sin un referente de lo que debe ser una espacio de fomento de la lectura, especialmente de la que todo el mundo habla pero que nunca han leído ni piensan leer.
ResponderEliminar¡Qué voy a hacer yo sin las lecturas ilustradas, sin los otoños. Y eso que he conocido el blog hace un par de años. La lectura ilustrada de la Odisea para mí fue un antes y un después en mi experiencia con la literatura. Siempre me acordaré con la magia con que la vimos. Gracias de corazón.
Siento una pena inmensa de que se termine este blog que hace tan poco que conozco (con la lectura ilustrada de Dante) pero que ya se ha vuelto en un imprescindible y un referente. Muchísimas gracias por todo el trabajo para que podamos exprimir al máximo estos clásicos inagotables.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte y espero que nos encontremos, si no en Twitter, al menos en Instagram.
(Trotalibros)
EliminarTe deseo lo mejor en esta nueva etapa de lectura silenciosa. Quiero agradecerte que me hayas descubierto libros deslumbrantes, que me han hecho crecer personalmente y que se han quedado conmigo para siempre. ¡Cómo no recordar esa imborrable lectura del Quijote! Jamás creí que pudiera disfrutar tanto con nuestro gran clásico. Recuerdo también con mucho cariño la lectura de La señora Dalloway, una novela impresionante, tan poética, tan llena de vida. O el Pabellón de reposo de Cela. En fin, han sido tantos descurbimientos, tantos buenos ratos.
ResponderEliminarUn día triste sin duda, pero nos queda Walden, que pienso degustar al máximo. Enhorabuena por una labor impecable y gracias sinceras.
Que pena que cierre el blog. Lo descubrí en 2012 con el sorteo de 'Otra vuelta de tuerca', el cual gané (qué gran suerte la mía). Gracias a este espacio he descubierto lecturas maravillosas, fui capaz de leer El Quijote y la Odisea y disfruté de sus ilustraciones maravillosas. No creo que sola hubiese exprimido tanto dichas lecturas.
ResponderEliminarPor estudios y trabajo nunca me uní a ningún Otoño, lo cual siempre ha sido una pena. Ahora para Walden me pasaba lo mismo, pero me lo voy a pensar al saber que es el último.
Es una pena que cierre un blog tan maravilloso, pero se entiende perfectamente.
Gracias por estos años.
Siempre envidié su enorme capacidad de trabajo y de entusiasmo. Su inagotable amabilidad combinada con exigencia y rigurosidad. Aquí no se han dicho tonterías, ni las patochadas monumentales que tan frecuentemente se leen en este campo abierto que es internet. Es evidente que se cierra una ventana de buen hacer, de conocimiento (eso que escasea tanto y que mucha gente confunde con información) y de calidad docente. Ya quisieran muchos de los que se dedican a enseñar literatura tener una mano como la suya para contagiar la pasión por la literatura que usted tiene, señor Barbusse. Como está viendo por los comentarios que aquí le vamos dejando, somos muchos más de cuatro los semejantes a los que usted ha sacudido las entrañas o las cabezas. Una minoría, sí, pero enormemente agradecida. Puede usted considerarse satisfecho.
ResponderEliminarMis respetos y un abrazo.
Muchas gracias por regalarnos su tiempo y por el trabajo bien hecho. Le echaremos de menos. Un saludo afectuoso.
ResponderEliminarNos deja usted desasistidos, pero es comprensible su decisión de comenzar una nueva etapa. Le deseo lo mejor y le mando mi agradecimiento por tantos años de buenas confidencias literarias. Un abrazo.
ResponderEliminarHe disfrutado mucho de la literatura gracias a este maravilloso blog al que he seguido desde el principio. Me llevo unas cuantas lecturas que puedo calificar de fundamentales en mi vida: el Quijote, Dante, Homero, entre otras. Gracias por todo, especialmente por tu generosidad y tu paciencia con todos los que hemos participado. Muchas suerte.
ResponderEliminarTriste noticia nos da usted. Tendremos que acostumbrarnos a no saber del señor Barbusse ni de Duvenand. ¡Alto!, de él no se dice nada en la entrevista: ¿quizá Duvenand monte su propio blog, y nos revele sus gustos literarios? ? Ahí puede estar la clave jajaja
ResponderEliminarBromas aparte, muchas gracias por todo y un abrazo.
Quisiera visitar nuevamente los diferentes Otoños y otras interesantísimas entradas del archivo. Por favor, manténgalas en el blog. Mi mayor agradecimiento por todo lo brindado. Hasta siempre.
ResponderEliminarUn blog de una calidad indiscutible y continuada, que ahora se nos va. Un oasis en un desierto.
ResponderEliminarYa lo dijo el propio Barbusse en una entrada preciosa donde citaba un poema de Robert Frost: “Nada dorado puede permanecer”. Y así es.
Mucha suerte en su nueva etapa y muchas gracias por todo.
Buenas noches a todos, no voy a añadir nada a lo ya dicho por todos los fieles seguidores de este blog, con lo apenados que nos encontramos por la retirada a descansar del Sr. Barbusse, que espero sea temporal. Sólo, y siguiendo a nuestro querido Séneca decir que no nos debemos apenar por la desaparición del blog, sino que debemos de alegrarnos por los grandes momentos vividos con él. Un abrazo de tu hermano que te quiere.
ResponderEliminarInmejorable final para un espacio de lectura modélico y con personalidad. Felicidades por todos estos años. A disfrutar de esta nueva etapa silenciosa.
ResponderEliminarAbrazo.
Jacobo
Gracias por su generosidad y dedicación a lo largo de estos años en la edición de este blog. Por hacernos partícipes de esas grandes lecturas y guiarnos a través de ellas. Seguiré a través del blog lo que comparta de Walden. Suerte en su nueva etapa Sr. Barbusse, espero que su fiel Duvenand le acompañe también. Un abrazo.
ResponderEliminarSiento tristeza por la noticia, a la vez que me resulta comprensible su decisiôn, Dr Barbusse, después de años de un trabajo riguroso del que me he beneficiado, como mis compañeros.
ResponderEliminarAquí, en su Infierno, he encontrado un hogar literario confortable, atendido por un anfitrión amable, con buen humor y suave ironía. Un guía magnifico que nos ha proporcionado información solida, comentarios atinados, entusiasmo a raudales y me ha enseñado a saborear la lectura de una manera intensa. Las lecturas del Quijote, de la Odisea, de la Comedia de Dante y de las obras de Séneca quizás no las habría acometido solo. He aprendido, me he divertido y disfrutado. Así que siento agradecimiento por lo recibido y quiero que mi tristeza se transforme en alegría por todos estos viajes compartidos y en un deseo de éxitos para su nueva etapa. Ojalá nos encontremos de nuevo. Háganoslo saber.
Gracias también a los compañeros de lectura. Un abrazo, Dr Barbusse. No deje de presentar mis respetos a su secretario Duvenand.
A por la siguiente etapa, Barbusse. Puedes sentirte plenamente satisfecho de tu objetivo: contagiar tu amor por los buenos libros desde el respeto por los autores y por os lectores, algo no tan común. Eso lo has superado con creces. Suerte y un afectuoso saludo.
ResponderEliminar2 blogs de referencia cierran este 2020. Ya lo predijo Nostradamus que venían cambios gordos.
ResponderEliminarPrimero Cris de Devoradoradelibros y ahora también tú.
No he leído aún a Thoreau. Me impone. Quizás sea un buen año
Gracias por tanto esfuerzo y sólo deseo lo mejor.
ResponderEliminarSr Barbusse, me da muchísima pena que este blog desaparezca, esto es una mala y triste manera de empezar el 2020, pero lo entiendo perfectamente. Yo sólo puedo decir gracias, gracias y mil gracias. Gracias por todos estos años en los que has compartido con nosotros tantos libros, gracias por enseñarme otra forma de abordar las lecturas y gracias por ayudarme a enfrentarme a mis miedos y enfrentarme a obras como El Quijote, la Comedia o las obras de Séneca, obras que yo sola nunca me habría atrevido a leer, pero de su mano, lo he conseguido. Gracias por todas esas horas que nos has dedicado, por tu esfuerzo y por enseñarnos lo que es un trabajo bien hecho. Te has ganado un merecido descanso.
ResponderEliminarTe deseo todo lo mejor en tu nueva etapa. Echaré mucho de menos al Sr Barbusse y a Duvenand.
Besos de una amiga
Me une a los compañeros en el sentimiento de tristeza que causa que cierre está maravilloso infierno. Lo conozco desde sus comienzos, desde esa primera e inolvidable lectura de Madame Bovary. Era -es-uno de mis sitios web de consulta habitual. Lástima que a partir de abril no tengamos esa oportunidad. Lo echaré mucho de menos, nos vamos a sentir un poquito más pobres, eso es indudable. Mil gracias por todo y un abrazo.
ResponderEliminarPues es una pena por lo que el blog significaba en cuanto a seriedad y rigor, algo tan poco común en el medio. El panorama no goza de buena salud, bien es cierto, vamos hacia las reseñas de libros cada vez más light, limitándose a veces a un "me ha gustado" o un "no me ha gustado" y poco más. Y ya no hablemos de las redes, con la fotografía de portada y la frase chorra de turno. En fin, que le echaremos de menos. Disfrute ahora de su nueva etapa en el anonimato. Salud.
ResponderEliminarDebe usted de quedarse con la satisfacción del trabajo bien hecho. Y con la garantía de haber tratado a la literatura con el respeto y la consideración que se merece. Buena suerte y le echaremos de menos. Un abrazo.
ResponderEliminarMontse R.
Comencé a seguir El infierno de Barbusse cuando todavía no había nacido mi hija y mi padre aún vivía. Al principio no hacía ningún comentario, pero ya me quedé fascinado con el buen gusto que destilaba el blog, lo bien escritas que estaban las entradas, lo atinado de ciertas sugerencias lectoras. Pasó el tiempo y nació mi hija, Esperanza. Pasó el tiempo y murió mi padre. El infierno de Barbusse seguía ahí, como una ventana que sabes que siempre puedes abrir para encontrar un poco de aire fresco y un bello paisaje. Entonces, un otoño, apareció Unamuno, mi adorado Unamuno. Decidí aparecer yo también por el blog y participar en la lectura de varias obras de nuestro genial escritor. Incluso, cosa verdaderamente sorprendente, tuve la suerte de ganar un par de libros. Gané algo más aquel otoño. Gané un interlocutor con el que seguí manteniendo correspondencia en una hermosa relación epistolar. Pasó el tiempo y, de forma paulatina, dejé de participar en los comentarios del blog o en los otoños. El infierno de Barbusse seguía ahí, como siempre, con sus recomendaciones navideñas, con su peculiar sentido del humor, con su inteligencia viva y su serena belleza.
ResponderEliminarCuando finalmente cierre sus puertas, el infierno de Barbusse seguirá ahí, claro, donde siempre ha estado y siempre estará: en nuestros corazones.
Preciosas y emotivas palabras las tuyas Marco A.
EliminarMi niña, que hoy tiene 2 añitos, también nació en este Infierno. Mi primera lectura con ella fue la Odisea... _como para olvidarse_. Así que nuestros pequeñines también se llevan algo en su corazoncito de este maravilloso Infierno.
Me sabe muy mal no haber podido participar en los otoños literarios que ha ido preparando, ni en este Walden. Echo de menos aquel año maravilloso que pasé, que pasamos todos, leyendo El Quijote, y que sin usted no me habría animado a acometer . Pero mi vida ha dado un giro, a mejor, pero a una mucha mayor actividad , y mi tiempo libre se ha reducido considerablemente. Aun así, siempre le he seguido con fervor, conservó anotadas en mi libreta literaria todas sus recomendaciones, para leerlas o adquirirlas en algún momento u otro.
ResponderEliminarSepa usted que su blog ha servido para saber que existe aún gente con ánimo de leer, que vive como yo en los libros, y para que esta lectora se leyera El Quijote con 40 añazos , durante la última enfermedad de mi padre y haciendo las actividades desde el hospital. Nunca lo olvidaré, fue un año intenso y que llevo para siempre en mi corazón, indisolublemente unido a su blog.
Por todo ello, espero que algún día nos podamos volver a encontrar en este mundo de blogs, de libros, de reseñas, de lo que sea, pero siga usted ahí porque es maravilloso. Mis mayores respetos por su esfuerzo y su dedicación y su amor por mis libros. Gracias de corazón
Siento de veras la noticia del cierre de este gran Blog.
ResponderEliminarPuede estar seguro y tranquilo Sr. Barbusse, sus propósitos con este blog se ha cumplido en mi. Yo quizá no habría leído sola los libros que hemos leído juntos, necesitaba alguien como Usted que despertara esa tentación.
Las cosas son como son, y respeto profundamente su decisión, seguro que ha sido muy difícil.
Es cierto que todo en esta vida tiene un final, y también es cierto que todo puede tener un nuevo comienzo, me quedo con esta esperanza, “así mitigo un poco mi tristeza”.
Cuente Usted conmigo si te decide abrir o iniciar, en algún momento, cualquier lectura en cualquiera de sus formas.
Seguro que la lectura nos vuelve a unir.
Un abrazo.