Lectura guiada «Cartas a Lucilio»

Lawrence Alma Tadema. A difficult line from Horace (Detalle), 1881

Las Cartas a Lucilio constituyen una colección unitaria compuesta por veinte libros que reúnen ciento veinticuatro epístolas. Escritas por Séneca entre el verano del año 62 y finales del mes de noviembre del año 64, y dirigidas al parecer al procurador romano Lucilio, revelan la intención del filósofo de divulgar ampliamente no sólo su pensamiento, sino también sus inquietudes. 

Con las Cartas a Lucilio llegamos a un cambio de género decisivo. Séneca dice adiós al tratado formal, al discurso redondo y estructurado en partes, a un registro de lenguaje que admite pocas concesiones o descuidos. En estas Cartas habla de lo que quiere y un poco como quiere. Él mismo confiesa que están escritas en un estilo "poco trabajado y espontáneo". Pero esto es precisamente lo que les aporta frescura, calidez e intensidad.

Séneca fraguó en las Cartas a Lucilio su obra cumbre, el testamento vital del filósofo. En ellas están presentes innumerables preocupaciones, vivencias y lecturas del autor. Constituyen el único ejemplo que se conserva de una correspondencia filosófica en la antigüedad. No sólo encierran muchas ideas expresas de pedagogía, sino que constituyen una pedagogía en acción y muestran a lo vivo las técnicas que usa un maestro para hacer progresar al discípulo. La amistad, el tiempo, la vejez, la muerte, el retiro, la reflexión, la búsqueda de la interioridad, el anhelo de la serenidad son los temas recurrentes de estas cartas. En suma, el arte de vivir y de morir.

Nuestra lectura se centrará en una selección de diez cartas que pretenden recoger lo esencial del pensamiento de Séneca contenido en esta obra. La selección, que está disponible en este enlace (sólo para participantes inscritos), corresponde a la edición de la Biblioteca Clásica Gredos, con traducción de Ismael Roca Meliá.

Cartas a Lucilio es una obra maestra de la literatura latina y uno de esos selectos libros que forman parte del patrimonio cultural de la humanidad. Por eso, aunque por razones de tiempo, nuestra lectura se limite a una antología de esta obra, toda persona debería leerla en su totalidad. La edición que ha publicado este mismo año Cátedra, que cuenta con la magnífica traducción de Francisco Socas, es una excelente ocasión para todos aquellos de ustedes que deseen incorporar este título a sus bibliotecas. Tiene, además, el formato adecuado para llevárnoslo al campo, al mar o a la montaña. Es en contacto con la naturaleza cuando el placer de su lectura se intensifica.

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ACTIVIDADES

A) Completa las actividades de lectura que se proponen en este enlace (sólo disponible para participantes inscritos) y envía tus respuestas al correo electrónico que se indica abajo. 

B) Si tuvieses que elegir una carta de las diez que hemos leído, ¿cuál sería y por qué? Comparte tu opinión en la zona de comentarios que aparece debajo de esta entrada. Es obligatoria la realización de esta actividad para todos los participantes, y requisito previo e indispensable para que la actividad A sea revisada y comentada.


Envía tus respuestas a elinfiernodebarbusse@gmail.com. La fecha tope tanto para la entrega de las actividades de lectura y para la realización de comentarios es el domingo día 24 de noviembre

Comentarios

  1. ¿Conoces la edición en Cátedra de las Cartas? ¿Mejor, peor o diferente a otras?
    Gracias por la opinión y la recomendación.

    Buen lunes.

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    1. Estimado amigo: ya lo digo arriba: se trata de una excelente edición. Francisco Socas es uno de los mejores conocedores de Séneca y un extraordinario traductor. Sus versiones son siempre frescas y directas, consigue siempre un tono muy próximo al lector que, en esta ocasión, tratándose de las Cartas, viene como anillo al dedo. Muy recomendable.

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  2. Discúlpame -qué vergüenza- pero me había saltado el último párrafo, me había quedado en lo de editorial Gredos y me enajené del resto. Disculpas. Y muchas gracias por tu paciencia.

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    1. No hay de qué avergonzarse. Además, así queda recalcada mejor la recomendación, incluso aquello de que Séneca se intensifica leyéndolo a cielo abierto. Un saludo.

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  3. Me quedo con la Carta 9, sobre el tema de la amistad. Me parece extraordinaria la manera de entender la amistad como uno de los afectos supremos del ser humano. Y desde luego muy afortunados se pueden considerar las personas que tengan amigos como los que perfila Séneca. Lo que pasa es que en nuestro tiempo y en nuestra sociedad la palabra amigo se ha desvirtuado de tanto utilizarla y sobre todo de tanto mal utilizarla.

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  4. Por su lucidez, por su valentía y por su humanidad me quedo sin duda con la carta 70, en la que trata del suicidio o muerte voluntaria.

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  5. Me gusta la epístola nueve que es como un canto desinteresado a la amistad. Con una ley inapelable; “ si quieres ser amado ama”. Luego el cristianismo se encargo de apropiárselo y acomodar parte de este argumentarlo a su doctrina. Si bien nos dice Séneca que es en el interior donde se encuentra el verdadero bien; el sabio estoico ha de contentarse consigo mismo. También la trece : “ no seas desgraciado antes de tiempo toda vez que aquellas desgracias que temiste como inminentes nunca han de llegar y con seguridad no han llegado”. Cuanta verdad en esta sentencia.

    Pero sobre todo me gusta de la filosofía de Séneca su idea de “meditar sobre la muerte“ que aparece en la veintiséis. Y que luego desarrolla en la cincuenta y cuatro. Y también relacionado con ello la reflexión sobre la perdida de la persona amada en la sesenta y tres. Me quedo por tanto con ese meditar, que es el núcleo de la sabiduría estoica.

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  6. Mi carta preferida es la Carta 13, en la que Séneca le recomienda a Lucilio que no sufra por adelantado porque muchas de las desgracias que imaginamos jamás nos alcanzan. Me gusta porque es otra manera de reivindicar el valor del momento presente, el disfrutar del ahora, vivir el ahora, aprovechar el momento en lugar de estar preocupados o tristes o penando una desgracia que solo existe en nuestra imaginación y que quizás nunca nos alcance. Me gusta mucho ese dicho de "ya cruzaremos ese puente cuando lleguemos", en el sentido de que ya nos lamentaremos y nos preocuparemos y buscaremos soluciones cuando nos llegue el contratiempo, pero no antes. Sufrir por el "qué pasará" nos consume muchas energías y felicidad, deberíamos centrarnos en "qué está pasando" para actuar con corrección. Además pienso que si vivimos con plenitud el presente, conscientes de lo que nos está pasando y actuando con concentración y con responsabilidad, evitaremos muchos males futuros.

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  7. A mí personalmente me gustan todas, pero como el Sr. Barbusse pregunta que le digamos una en concreto y por qué, yo propongo la 9, la referida a la amistad desinteresada , pero no necesitada. Y me gusta especialmente esta carta, porque siempre me ha fascinado el mundo de los "convenencieros", es decir aquellos que se dicen amigos, pero que en realidad no lo son, sino que simplemente te usan en un momento determinado, pasado el cual te "tiran" de manera rápida a la papelera de reciclaje. Séneca lo expone de una manera asombrosa: "El que mira hacia si mismo y con esa disposición llega a la amistad, discurre mal. Como empezó, así terminará....Éstas son las amistades que la gente llama oportunistas: quien ha sido escogido por razones de utilidad agradará no más tiempo del que fuere útil". Desde chico me ha llamado la atención este tema y yo ingenuamente creía circunscrito a la niñez y adolescencia, ¡que va!, aumenta con la edad y de manera asombrosa. Es muy peligroso ya en la edad madura, lo he comprobado personalmente. Cuando por la calle te llaman y te dicen ¡eh amigo! ¿como estás? , en ese caso no cabe otra cosa que huir. ¡Huye, sin contemplaciones!.

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  8. Aunque todas me gustan mucho, para variar de los anteriores compañeros, me decanto por la carta 2, dedicada a los libros y a la lectura, porque me identifico completamente con Séneca. Es mejor limitarse a los libros que uno pueda abarcar, y si son de los mejores autores ("autores reconocidos", dice Séneca), aquellos que realmente te aportan algo, mucho mejor.

    Además hay en esta carta una defensa de que la lectura no es solo mirar e interpretar signos escritos, conlleva una interiorización, un aprovechamiento propio, una apertura de mente y de ideas, siendo el principal y el indispensable requisito el placer de la lectura, claro está.

    Vivimos una época en que podemos morir por sobreabundancia de información, y entre ella, la información sobre los libros que "hay que leer" y que son "imprescindibles" es abrumadora. Esto puede llegar a perder un poco la brújula de que solo hay pocos libros realmente de calidad, y casi siempre estos son los que generaciones y generaciones han respetado como más influyentes y han leído sin descanso. Un ejemplo son los títulos que plantea usted aquí siempre, señor Barbusse: son literatura permanente.

    Me encanta además esta comparación que hace Séneca con aquellos que leen rápido y mal, sin que esta actividad les reporte sustancia alguna. Leer exige una intención, un tiempo y sobre todo un aprovechamiento físico y mental, si no, ¿para qué leer?:

    "El cuerpo no asimila ni aprovecha el alimento que expulsa tan pronto como lo ingiere"

    Un saludo.

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  9. Es verdad que la Carta 9 es magnifica, y como casi todos os decantais por ella, yo me voy a quedar con la 13, como también creo que hace Mónica. Explica muy bien las angustias y los sufrimientos que pasamos en la vida preocupados por desgracias y acontecimientos que aún no han llegado y que incluso no tienen porqué llegar y ni siquiera ocurrrir. Como dice el evangelista San Lucas: " Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal". Es necesario olvidarse en la medida de lo posible del mañana, del futuro, porque no tenemos la certeza siquiera que lo vamos a vivir, o tal vez si, pero está por vivir. Esa angustia y sufrimiento es inherente a la persona, pero si podríamos reducirlo lo más que podamos. Me gusta especialmente el cap 10 donde se dice: "¡Cuantos males vienen sin esperarlos! ¡Cuantos que se esperaban no se produjeron en parte alguna! Aun cuando alguno tenga que venir, ¿de qué sirve adelantarse al propio dolor? Con suficiente prontitud te dolerás, cuando llegue; mientras tanto augúrate una suerte mejor".

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  10. Yo coincido con Mónica y Ramón en quedarme con la 13. Si la aplicásemos, realmente necesitaríamos menos ansiolíticos, como decía la primera lectura con la que empezamos este Otoño Séneca. El sufrimiento anticipado genera mucha ansiedad, aumenta los temores, no evita lo que tenga que pasar, si es que llega a ocurrir, y nos consume una cantidad ingente de energía. Me gustan muchas sentencias: "Son más, Lucilio, las cosas que nos atemorizan que las que nos atormentan, y sufrimos más a menudo por lo que imaginamos que por lo que sucede en la realidad." "Aún cuando alguno tenga que venir, ¿de qué sirve adelantarse al propio dolor? Con suficiente prontitud te dolerás, cuando llegue; mientras tanto, augúrate una suerte mejor".
    También destacaría la carta 26, sobre la vejez y la preparación a la muerte. Me gusta la serenidad que transmite ante el fin de la vida y el agotamiento físico. Desearía alcanzar esa distancia del alma respecto a los achaques que me puedan afligir en el futuro.

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  11. Me quedo con la carta número 13. Hay varios motivos, pero el esencial es que parece dirigida a mí. La imaginación (o la elucubración, mejor dicho) es el mayor tormento imaginable. Como dice Séneca, "en ocasiones, sin que haya señales manifiestas que presagien desgracia alguna, el espíritu se crea falsas imágenes: o bien interpreta en peor sentido una palabra (...) o bien imagina una ofensa (...) mayor de lo que es". Tiene razón en que "la mayor parte de los humanos se exasperan e inquietan, por más que no sufran mal alguno ni con seguridad lo vayan a sufrir". Es lamentable todo el sufrimiento que nos creamos, de la nada "por que nadie pone freno a sí mismo, cuando empieza a ser empujado a la deriva". Pues ya es hora de poner ese freno y de "rechazar hasta el miedo claramente justificado".
    Un saludo.

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  12. Aunque el sr. Barbusse nos requiera a escoger una de las cartas leídas, me resulta imposible decantarme por una sola.

    En la 9 nos habla de la amistad de una forma bellísima, cuando nos dice que un amigo supone tener por quien morir y acompañarlo en los momentos difíciles de su vida. Quererlos y respetarlos de forma desinteresada. Produce más felicidad dar que recibir.

    Por otra parte, no podemos dejar atrás los consejos de la 13, cuanto sufrimos y que pérdida de tiempo y energía preocuparnos por lo que no ha pasado y no tenemos certeza de que vaya a pasar. Que manera tan tonta de sufrir; dejamos de disfrutar del momento presente que es lo único que tenemos seguridad que vivimos; lo que no ha llegado, desconocemos, en caso de que llegue, que estemos para vivirlo.

    En cuanto a la 63, sobre el sufrimiento por la muerte de un amigo y, una vez pasado el duelo, debemos recordarlo con felicidad por haberlo conocido y por el tiempo que hemos disfrutado de su compañía, cariño y todo lo que nos ha aportado mientras lo tuvimos. Por otra parte, que humano es no estar preparado para que el que muere sea menor que nosotros, pensamos que no es ley de vida que mueran los más jóvenes. Se nos olvida que la duración de la vida no es estándar ni depende de nosotros.

    En la 68, nos habla de saber vivir con nosotros mismos. Vivir hacia dentro y reconocer nuestros fallos y ser críticos. Es difícil, pero hará nuestra existencia y la de las personas con las que convivimos mucho mejor. Aprenderemos a ser humildes y respetar a los demás, supone el consabido dicho de "ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro".

    Y por último, estoy totalmente de acuerdo con la 70, cada uno tenemos el derecho a escoger el momento y la forma de nuestra muerte. "Su vida cada cual debe hacerla aceptable a los demás, su muerte a sí mismo: la mejor es la que nos agrada". Y cuando dice:...una decisión que no concierne a la opinión pública. Me parece acertadísimo la reflexión: Ninguna solución mejor ha encontrado la ley eterna que la de habernos otorgado una sola entrada en la vida y muchas salidas". La vida merece la pena mientras se pueda y desee. Hay que aprender a morir, no a matar.

    La verdad es que todas las cartas tienen una gran enseñanza, solo he destacado las que me han parecido más significativas.

    Saludos.

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  13. Me quedo con la carta 70. Parece mentira que hace más de dos mil años se tuviese un concepto tan natural de quitarse la vida y hoy sea un tema tabú. Claro que el tema de la muerte ya es de por sí un tabú, figúrate la muerte voluntaria. No sé porque además la gente tiene siempre tanto recelo de hablar de eso, como si querer morirse fuese síntoma de estar enfermo de la cabeza, y no siempre es así. A no todo el mundo le tiene que gustar vivir, digo yo, o simplemente se encuentran en unas condiciones de vida que no son dignas o soportables, sino llenas de sufrimiento, de tristeza o dolor, que hace que no valga la pena de seguir viviendo. Por eso haber leído esta carta con esa claridad de ideas, con esa humanidad es verdaderamente increíble.

    A mí me parece que en nuestra sociedad actual hay mucha hipocresía respecto de esto. Por una parte nuestra sociedad ahuyenta cualquier conversación sobre este tema y nos llevamos las manos a la cabeza cuando oímos que una persona se ha quitado la vida y, por otra, se fomenta el aislamiento y la soledad de una manera brutal (estamos en un mundo donde hay una pandemia de personas que viven solas forzadamente) y la felicidad más postiza que nunca ha existido: la del tener y el aparentar tener. Por poner solo dos ejemplos.

    Felicitar al sr. Barbusse por este impagable Otoño. Por haberme hecho conocer a Séneca y hacer que a partir de ahora lo tenga en la mesilla de noche (Barbusse dixit).

    Un saludo.

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  14. Querido y estimado Barbusse, mediante este comentario que añado a su blog, no sé si en el sitio oportuno, quiero agradecerle de todo corazón este Otoño Séneca que ha organizado, y que como todos los anteriores de forma silenciosa, en un espacio pequeño, para un grupo de personas concreto, en contra de todos los ruidos que se oyen y nos persiguen en el exterior, como dice Séneca: "Nada nos ocasiona mayores males que hacer caso a los rumores, dar por hecho que las mejores cosas son las admitidas con gran consenso, asentir a la abundancia de ejemplos y no vivir conforme a la razón, sino por imitación".
    Este otoño, donde nos ha puesto en bandeja acceder a un clásico, que quizás yo solo, por mi propia iniciativa no hubiera sido capaz de leer, o por lo menos no habría sabido extraer todo lo que se puede extraer, y todo lo que se puede aprender de su lectura.
    Ha sido este Otoño sencillamente maravilloso, ya que la lectura de Séneca me ha hecho pensar en muchas cosas que están ahí, que alguna vez se te pasan por la cabeza de forma efímera y que sin embargo, las dejas pasar sin profundizar en ellas, ya que el transcurrir del tiempo "te atrapa".
    Termino este comentario, demasiado largo tal vez con otra frase de nuestro autor: ¿Por qué no busco algo realmente bueno, no algo que se ostente, sino algo que se pueda sentir' Las cosas que se admiran, ante las que se detiene la gente y señalan unos a otros con asombro, brillan por fuera y por dentro son miserables".
    un saludo al Sr. Barbusse y a todos los participantes en estas lecturas.

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    1. Muchas gracias, A. Luis. Veo que usted no ha desaprovechado nada el tiempo con este Otoño. Su comentario es casi un minitratado senequiano. La experiencia que nos cuenta es justamente lo que yo (y mi Duvenand, mi abnegado secre) pretendíamos cuando planteamos este homenaje al grandioso sabio.

      Ya lo decía Zambrano: “Séneca tiene algo que decirnos que intuimos necesario oír, pero tememos”. No se puede decir mejor.

      Y esa última frase (preciosa) de Séneca que usted ha citado es el mejor colofón para este Otoño, del que me siento muy orgulloso por haber tenido lectores tan extraordinarios como usted y como los 32 compañeros restantes que han participado en este Séneca forever.

      Ya lo digo en los comentario por privado: Séneca siempre llega para quedarse.

      Que así sea.

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  15. Es muy difícil decantarse por una carta solamente, de todas ellas obtenemos un aprendizaje, pero mis preferidas son 9 y 13, elegidas también por la mayoría.
    La carta 9 por esa forma tan maravillosa de describir la amistad, término que hoy en día está algo desvirtuado cuando contamos los amigos por miles, los miles de amigos que tenemos en facebook. Como adelanta Séneca en la carta 3, amigo es aquel al que acogemos de todo corazón y con el que conversamos con la misma franqueza que lo haríamos con nosotros mismos. Un verdadero amigo se hace con el tiempo, se cocina a fuego lento, no se adquiere en cinco minutos porque pinchen en un "me gusta".
    Y la carta 13 me parece maravillosa, es magnífico como nos hace ser conscientes de lo absurdo de nuestros temores. "Son más las cosas que nos atemorizan que las que nos atormentan, y sufrimos más a menudo por lo que imaginamos que por lo que sucede en la realidad", le dice Séneca a Lucilio, y tiene toda la razón. Un gran consejo: ”¡Cuántos males vienen sin esperarlos!, ¡cuántos que se esperaban no se produjeron en parte alguna! Aun cuando alguno tenga que venir, ¿de qué sirve adelantarse al propio dolor? Con suficiente prontitud te dolerás, cuando llegue; mientras tanto augúrate una suerte mejor.”

    Finalmente, me uno al A. Luis para agradecer al Sr Barbusse este otoño Séneca. Si no hubiese sido por este otoño nunca me hubiese atrevido a sumergirme en el mundo Séneca. Gracias por esta oportunidad y felicidades, como siempre, por su magnífica guía.

    Un saludo a todos

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  16. La última sin dudarlo. Creo que el derecho a decidir cuando nos queremos morir debería ser fundamental. Puede que uno nunca encontrase el momento adecuado, pero ya la muerte le encontraría, seguro. En cambio, si uno decide que no quiere seguir viviendo, tener que hacerlo es inhumano. Como dice Séneca, "vivir mientras deba, no mientras pueda", y también ,"morir más pronto o más tarde no es la cuestión; morir bien o morir mal, esa es la cuestión".

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  17. Me han gustado mucho las cartas 9 y 13, pero la 2, referente a los libros y lecturas ha sido la única que me ha arrancado una sonrisa y por eso la elijo. La frase "Es propio de estómago hastiado degustar muchos manjares, que cuando son variados y diversos, indigestan y no alimentan" me parece magnífica. Entre tanta oferta, hay que apostar por la calidad y no por la cantidad y por ello me he sentido muy identificada con el consejo de que hay que nutrirse de grandes escritores.

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  18. Qué duda cabe que la selección propuesta para la lectura está realmente muy pensada por nuestro querido guía el señor Barbusse. Y eso denota un conocimiento en profundidad de esta obra (y de las demás que hemos leído), que constituye (no sé si somos conscientes, como ha dicho A. Luis) un auténtico lujo para todos los que participamos en estas actividades.

    Son temas fundamentales todos los que se tratan en todas las cartas, pero si tengo que quedarme con alguna es, porque me llega más en este momento de mi vida, la número 26, dedicada a la vejez y a la preparación para la muerte. Me encanta esa diferenciación que hace nuestro autor entre cuerpo y espíritu. Mientras que sufre los rigores de un cuerpo ya viejo, sin embargo por dentro está plenamente joven y vigoroso:

    “Cuéntame entre los decrépitos que tocan a su fin”.

    Y sigue:

    “Con todo, me congratulo conmigo en tu presencia: no siento en mi alma el rigor de los años, aunque lo sienta en el cuerpo. Solamente los vicios y los soportes de los vicios han envejecido en mí. El alma está vigorosa y se alegra de no tener mucha comunicación con el cuerpo.”

    Me parece, como tantas otras veces en Séneca, que esta carta está expresa la más sabia aceptación de la condición humana. Con los más simples recursos. Con una prosa casi desnuda, pero conmovedora por cuanto trata de un tema, si no del tema, fundamental del hombre: que tiene que morir. Más vale aceptarlo cuanto antes y con agradecimiento por lo bueno que hayamos tenido en esta vida.

    Un saludo.

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  19. Bueno, poco queda ya que escoger para no repetir lo que ha dicho otros compañeros. Yo creo que están todas elegidas. Por mi parte, comparto con muchos el gusto por la carta 9 y por la 13. Pero sin duda la que me ha hecho pensar mucho es la dedicada al suicidio, la número 70. Sus planteamientos son realmente implacables y contiene frases que podrían servir para conseguir ese derecho a la muerte digna que es tan importante, como ha dicho Helena, con la que estoy plenamente de acuerdo. Nunca creía poder encontrar tanta modernidad en alguien que vivió hace dos mil años. Y una exposición tan precisa y limpia.

    Me uno a todos los que felicitan la labor que se hace en este blog (un verdadero oasis entre tanta pamplina que hay en internet). Y como ha dicho algún compañero: una labor silenciosa, sin ruidos ni pomposidades, pensada para una minoría (esa inmensa minoría). Como dice un anuncio publicitario de un refresco: “No es la bebida de muchos. Es el secreto de unos pocos”.

    Saludos.

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    1. La carta que más me ha gustado es la 13. Tendemos a vivir inquietos por peligros, miedos y desgracias que nos pueden suceder. Prever las cosas que nos pueden pasar es positivo en la medida en que nos pueden advertir de como debemos actuar para evitarlos o reducirlos (por ejemplo, llevar una alimentación sana, evitar conductas de riesgo, prepararnos para una profesión, etc.), pero anticipar el sufrimiento por un mal futuro es inútil. Como señala Séneca, si liego no sucede o no es tan grave, hemos sufrido inútilmente, y si, finalmente, ese mal se produce hemos sufrido el doble inútilmente, cuando el mal sucede y cuando lo hemos anticipado. Vivamos y gocemos el presente, siendo conscientes de que nuestra situación actual puede cambiar en cualquier momento, pero no pensar en ello para sufrir, sino, precisamente, para valorar y disfrutar más de nuestro actual estado.

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  20. Escogería la novena carta por la belleza con la que describe la amistad pero como ha sido ya muy nombrada por mis compañeros, voy a escoger la segunda que habla sobre la lectura. Creo que me van a resultar muy provechosos sus consejos a la hora de distribuir el poco tiempo del que dispongo para leer (nunca es demasiado).

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  21. Reconozco que las diez cartas propuestas, todas tienen algo que me ha impactado. Coincido con la mayoría en que la 9 dedicada a la amistad y la 13 donde nos habla del absurdo de temer lo que aún no ha llegado, me han hecho reflexionar sobre estos aspectos.
    Sin embardo, la que realmente me ha impresionado es la 70, sobre todo esa lucidez al plantear el suicidio como una salida voluntaria de la vida sobre la que nada ni nadie debería opinar, excepto la persona que decide tomar esa decisión pues "para morir no existe más obstáculo que nuestra voluntad". Es realmente actual esta idea de la eutanasia expuesta de manera tan lúcida y certera.
    Respecto a este Otoño Séneca, dar las gracias al Sr. Barbusse por habernos propuesto este autor, que por lo menos en mi caso solo había leído de una manera superficial y por obligación.

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  22. Es difícil decidirse por una de las cartas. Todas contienen mensajes potentes y algunas como la carta 70 da para un debate por su contenido rompedor y en parte discutible.
    Me quedo con la carta 3 que habla referencia al concepto de amistad entendida como confianza, entrega y disposición a darlo todo por los amigos. Amistades de esas hay pocas, en mi opinión, y conseguirlas y cultivarlas requiere dedicación. Considero que hay amistades en quienes confiamos más para unas cosas , mientras que otros aspectos los confiamos a otros amigos o amigas.
    Luego están los amiguetes por decirlo así y los conocidos que también forman parte de nuestras relaciones sociales y que hasta cierto punto nos hacen la vida

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  23. Me quedo con la carta 70 sobre el tema de la muerte voluntaria. Y el por qué es porque hacen falta muchos textos como este en nuestra actual sociedad para abrir de una vez un debate serio y adulto sobre este tema. Es un tema delicado, pero como dice Séneca, nuestra muerte
    es un asunto que nos concierne en exclusiva a nosotros mismos. A nadie más se le debe dar vela en dicho entierro, nunca mejor dicho.

    Me sumo a las felicitaciones de este magnífico Otoño y a los compañeros que han dicho que nunca se hubiesen acercado a Séneca si no fuese por la mano tendida de Barbusse.

    Un saludo a todos.

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  24. Mi agradecimiento a Barbusse, y como no a Duvenand, por este magnifico Otoño Séneca, por su dedicación, siempre impagable, por su buen hacer, y por ofrecernos el acercamiento a estos autores a los que nunca o casi nunca acudimos, al menos yo. Gracias por hacernos el Otoño más agradable. Y saludos a todos mis compañeros de Otoño que seguro han disfrutado tanto como yo.

    Ya quedan 364 dias para el siguiente ;)

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