Otoño Cela 1. El escritor ruidoso

Camilo José Cela, días antes de ser nombrado académico de la lengua, 1957

«Tiene la barba y los largos cabellos, que empiezan a grisear, todavía más aborrascados. Le miro un rato, a contraluz. De perfil parece un facineroso peligroso y terrible. De frente, con el perfil un poco cóncavo, tiene en la cara una impresionante expresión de timidez y de ternura, y a veces, al chupar el cigarillo, se asoma a sus facciones una mueca de asco genérico -de asco de la realidad-. De frente parece un poeta tierno y suave; de perfil un hombre rudo y de armas tomar». Josep Pla

«Nada hay más difícil que entender la consistencia íntima de quien es, ante todo y sobre todo, un personaje. Al famoso suele rodearle una tupida red de tópicos que lo desfiguran y, al tiempo, lo ocultan. Son la telaraña que impide la nitidez de la visión. Por eso es tan corriente que de los auténticos creadores antes poseamos una caricatura que una realidad viva. Más también ocurre que la araña goce y se divierta con su propia ocultación. Un poeta en las antípodas de Cela, Rainer María Rilke, permitía satisfecho que sobre él proliferase la urdimbre de los malentendidos para, de ese modo, permanecer invisible. Con todo, el caso de nuestro escritor es distinto. ¿Por qué? Pues porque tras la coraza de las distorsiones populares, él se nos aparece una y otra vez proclamando a gritos lo que piensa, lo que es, lo que espera y lo que no espera. Quiero decir con esto que la relación de Cela con lo comunal es la del empujón. La de soltarle al mundo y a sus gentes el exabrupto agilizador y facilitador de los tópicos personales, no para ocultarse, ni siquiera para disimular, sino, al contrario, para mostrarse en aparente, desnuda intimidad. La araña busca en la red a la víctima y cuando la tiene bien segura, lleva a cabo una operación de contra ataque. ¿Yo soy así? Pues no señor: yo soy de esta y de esta otra manera. Rilke pretendía hacerse transparente, esto es, inalcanzable. Cela pretende cobrar volumen y obligar a la gente a que choque con él, y a que, con el topetazo, quede descalabrada y desorientada». Domingo García Sabell

«Resulta indudable que la imagen pública suya que más ha trascendido ha sido la que le muestra como excéntrico y desbocado hasta lo soez. Ciertamente él hizo mucho por difundirla durante los años de la posguerra, en los que aquella sociedad gazmoña y cursilona necesitaba ser sacudida de su fariseísmo. No regateaba en sus apariciones ni en sus escritos las frases duras, ni en sus actitudes la sinceridad que tanto escandalizó a los pudibundos. Pero éste era solamente uno de los varios Cela contenidos en el Cela poliédrico ("Yo creo que el individuo no es jamás un plano, sino un poliedro", dejó dicho en 1976 durante una entrevista en TVE con Joaquín Soler Serrano); el Cela de la máscara de la audacia, igual que el intemperante o el glacial, eran facetas del Cela disfrazado para la autodefensa». Ana Mª Platas

«A Cela se le ha juzgado como persona antes que como escritor. Dentro de veinte, treinta, cuarenta o cincuenta años las rencillas estarán olvidadas y sólo quedará su obra. La obra de un gran, irrepetible escritor». José Saramago

«Cela es el más ruidoso fenómeno registrado en la literatura española en el medio siglo, fenómeno en el que han participado tanto sus altas dotes literarias como el hecho de su actuación cara al público, de sentirse constantemente en escena, representando».  Miguel Delibes

«Un escritor es lo que escribió, no lo que dijo o hizo». Darío Villanueva

«En España suele interesar más la anécdota del escritor, cierta o falsa, que su obra literaria». Camilo José Cela

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ACTIVIDAD 1:

A) Basándote en el documental Cela, 100 años más (Universidad Camilo José Cela, 2016), donde expertos internacionales nos hablan de la poliédrica personalidad del Premio Nobel y analizan la repercusión de sus obras en la literatura universal, indica si son verdaderas o falsas las siguientes afirmaciones sobre el escritor: 1. La obra de Cela es de una gran provocación porque trata de cuestiones sobre las que no nos gusta pensar. 2. Cela creía mucho en la inspiración. 3. El dominio del lenguaje es un rasgo fundamental del escritor. 4. Cela apenas necesitaba corregir sus textos. 5. Tenía un gran conocimiento de la literatura clásica española. 6. Su revista Papeles de Son Armadans dio cabida a las voces del exilio. 7. Sus novelas son formalmente muy parecidas una a otras. 8. Su enorme capacidad de trabajo ha sido calificada como un "robinsonismo creador". 9. Vivió muchos años en Mallorca. 10. Adoptó el lema personal de "El que insiste, gana". 11. Su obra no está especialmente vinculada a España. 12. Tuvo influencias de Joyce y Faulkner. 13. Su padre era español y su madre americana. 14. Sufrió la censura. 15. Con la observación penetrante y la idiosincracia a la hora de apostillar  renovó el género del libro de viaje. 16. Concebía al hombre como un ser de doble vida. 17. Recibió el Premio Nobel en 1999. 18. Fue un escritor con una gran proyección internacional. 19. Nació en Iria Flavia. 20. Cela cumple perfectamente la máxima bergsoniana: "Piensa como un hombre de acción y actúa como un hombre de pensamiento".

B) Basándote en este texto ("El retablo de don Cristobita", en Retrato de un Nobel, por Francisco García Marquina, 2016), contesta: ¿Qué razones crees que llevaron a Cela a hacer de sí mismo un personaje más?

C) Por último, lee este artículo ("El Cela del futuro", por Gonzalo Torné, 2016) y responde: ¿Con qué idea fundamental podrías resumir el contenido del artículo? ¿Por qué es Cela, según este autor, "un vistalista tristísimo"?


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