Vibrante Literatura
("El misterio del cuarto amarillo" de Gaston Leroux)
Estas dos ilustraciones de Gonzalo Izquierdo plasman dos momentos extraordinarios de la novela que me ha tenido sepultado en el sofá el pasado fin de semana. ¡Qué placer, que intensidad de lectura, qué querer saber más, ávidamente, del misterio que se va desgranando poco a poco bajo la rotunda lógica y el análisis más exhaustivo! Esta obra acaba de renovar mis ganas de más libros así, de historias que tienen la propiedad de hipnotizarte y de agarrarte y de captar toda tu atención y toda tu concentración hasta tal punto de que solo deseas que te dejen tranquilo para volver a abrir sus páginas y gozar en aquella maravillosa y estimulante ficción. Magia de la literatura. Razón del arte.
¿Qué les voy a decir de esta obra de Leroux? Que la lean, ya, ahora. Que apaguen su televisor, que enciendan su mente, que abran su libro, que perdonen las inclemencias de la traducción (no hay edición española que se salve, pero da igual), que gocen, en definitiva, de El misterio del cuarto amarillo.
Ahora rememoro (y comprendo) a mi amiga S., en el instituto, entre clase y clase, embutida en esta novela (como en tantas otras, antes y después). Alguien (no recuerdo quién) pasaba por allí y un día, con intención de mofa, le comentó: "Pero, ¿tanto te gusta leer? ¡Menuda pérdida de tiempo! Yo prefiero hacer otras cosas." Ella, inmutable, sentenciaba: "¿No has leído este libro, por ejemplo? Pues no sabes lo que te pierdes." (Yo miraba escéptico, sin aliarme, a uno y a otro.)
Después de veinticinco años, me viene contundente a la memoria esta imagen de entonces, no gastada, y le doy la razón sin condiciones a mi amiga S. A veces –caprichos del tiempo– han de pasar veinticinco años para enmendar una ignorancia.
Reencuentro –y felicidad– con la Literatura. Vibrante Literatura.
Leí "El misterio del cuarto amarillo" a los 13 años aproximadamente, y aunque me interesó mucho el misterior inicial y la resolución me pareció muy ingeniosa, voy a confesar públicamente que el desarrollo se me hizo realmente pesado. Sí, sí, es triste pero cierto.
ResponderEliminarLa buena noticia es que me la recomendó una compañera de clase, a la que prácticamente no recuerdo excepto por ese detalle, es decir que ambas éramos unas S. y me alegra recordarlo.
Respecto a ese comentario, siendo adolescente, un chico me vio con un libro en el abrigo y me dijo
- ¿Para qué te traes un libro? Yo vengo aquí a divertirme.
En fin...
¿Que se te hizo pesado? Por Dios...
EliminarCoincido contigo Barbusse. Imprescindible caso del personaje Rouletabille!
Saludos.
Querida S.: Comprendo que se te pudiera hacer pesado el otro caso de Rouletabille, El perfume de la dama de negro, pero éste...., es inadmisible :)
Eliminar"El misterio del cuarto amarillo" fue una lectura optativa en el instituto, yo no la elegí, me decidí por "Papel mojado", de Millás. Por lo que cuentas está claro que erré porque no me gustó nada. Y con respecto al comentario... a mí también me los han hecho y siempre respondo que es que a mi leer me divierte.
ResponderEliminarSaludos
Pero Lu, cómo estuviste para elegir a Millás, por Jerusalén Conquistada!
EliminarQué sabias todas las S. del mundo, descubrir una pasión semejante a temprana edad no es cualquier cosa. Por cierto, hablando de pasiones, hoy me he encontrado con una frase que me ha gustado: Un lector nunca se va solo a la cama.
ResponderEliminarBesos!!
Nunca solo, y a veces con varias... (obras, quiero decir)
Eliminar:)
Por lo que intuyo de su entrada sobre este libro, ¿la traducción es un poquito asi, o se puede leer?.
ResponderEliminarEn cuanto al otro tema,lo triste del caso es que trascurridos los 25 años a los que se refiere, no es que la situación sea igual, sino peor, ya que en la actualidad en los institutos no hay ni S., o si las hay son 1 por cada 200 alumnos. Además, son considerados como seres extraños: "leer, que masque" dicen; y es que como bien decía en un artículo Antonio Gala: "lo normal es lo anormal".
un saludo
Sí, Antonio Luis, las posibles traducciones son endebles, pero legibles. Concretamente la de Anaya es poco traumática. Peor la de Backlist. Pero siempre fluidas, aunque mejorables. No obstante, incluso se perdona por la fierza del libro.
EliminarHay una pintada enfrente de mi iugar de trabajo que dice: "¿Piensas o eres normal?"
Y el pensamiento se abona con la lectura.
Hace trece años que lo leí. Recuerdo que me gustó mucho, pero no recuerdo la resolución del misterio, así que aprovecharé y repetiré.
ResponderEliminarNo harías mal.
EliminarSe dice que es la mejor historia sobre crimen en habitaciones cerradas y desde luego Leroux se las ingenia a más no poder. Aunque este tipo de historias suelen dar para un cuento, creo que el autor supo alargar la trama con bastante pericia para no hacerla pesada. Un clásico muy entretenido y gozable.
ResponderEliminarUn saludo
Sí, llega un momento en que no hay explicación posible, pero, la capacidad de análisis de Rouletabille es magnífico, un personaje de solo 17 años...
EliminarHola!!
ResponderEliminaryo no lo conocía,pero ya he tomado buena nota...De todas formas, cuando llegue a casa echaré un ojo porque hasta no sé si lo tengo en alguna colección...Y sin leer!!
Un saludo!!
Sería momento..., después de Priam.
EliminarPues sí lo tengo!! Ahora sólo necesito tiempo! Ahí está el problema!!
EliminarU
Sí,sigo con Priam.
un saludo!
¡Cómo alguien suelte un "spoiler" le meto un neque! ¡qué me lo estoy viendo venir! ¿estamos...?
ResponderEliminarDefina "neque", señor Bluff...
EliminarUn neque es un golpe seco administrado por el nequeante con el final de la palma de su mano, la parte mollar, contra la frente del nequeado. Como si dijéramos, el anverso de la colleja. Pero mientras que esta última se suele simultanear -no olvidamos que nos encontramos en un blog literario- con la prescripición de un "¡espabila!", al "neque" es más aconsejable acompañarlo de un buen: "listo... que eres un listo".
Eliminar¿Vaaale?.
Ya me queda un poco más... oscuro. :)
EliminarTranquilícese ud. señor Bluff, no querríamos someternos a uno de sus "neques"...
ResponderEliminarPero usted sabe lo que es un neque?
EliminarA mi lo del neque me parece una absoluta idiotez
EliminarYo creia que Neque era un libro de Catulo...
ResponderEliminarBueno, creo que a mi no se me da mucho la novela de misterio/policiaca o tal vez no he encontrado una que me convensa. Haz descrito como te mantuvo ocupado el fin de semana esa lectura de forma tan cercana que me haz hecho recordar los buenos libros! Esos que hacen que el mundo de te olvide un rato. No es muy común que me ocurra pero cuando ocurre! Es de las mejores sensaciones en el mundo.
ResponderEliminarGracias por la recomendación! Excelente blog (: