Cuando el Domingo es Viernes, o al revés
Aquí, como la ven —con su inconfundible logo de la cabra de la colección Austral, editorial Espasa Calpe (todo un referente de la difusión popular de la literatura en España e Hispanoamérica), y su tono cromático identificador, en este caso el rojo, que indica que se trata de una novela de aventuras—, les dejo un ejemplo de edición de gran interés para coleccionistas del disparate universal y para historiadores de la astracanada patria en lo que a cultura impresa se refiere. En esta edición de la famosa novela de Daniel Defoe, publicada por primera vez en 1959 y luego reimpresa en varias ocasiones hasta nuestro días, el traductor —cuyo nombre no figura ni en la portada ni en los créditos del libro— se cubre de eterna gloria y, a partir de este trabajo, entra por méritos propios en el Olimpo de su gremio. Aparte de otros malabarismos inolvidables de traslación lingüística del inglés al español, el susodicho, ni corto ni perezoso, e imagino que presionado por la inteligente censura de la época —siempre vigilante de que sigamos el camino recto y no nos dejemos tentar por el pecado, auque este sea de pensamiento—, bautizó como Domingo a Viernes, el salvaje y fiel compañero de Crusoe. El insólito rename resulta totalmente incomprensible para el estupefacto lector, ya que el traductor no solo se erige en creador con capacidades bautizantes, sino que además, y sin ningún remordimiento de conciencia, hace mentir al pobre Robinson cuando dice aquello de: "Decidí, pues, llamarle Domingo, al ser este el día de la semana en que lo encontré." En fin, una versión poco fiel al original, pero más acorde con nuestra tradición judeocristiana, vayamos a líos.
Cuanto trabajo y tiempo me costo conseguir esta edicion de Robinson Crusoe (no habia otra), y cuanta decepcion acumule con la traduccion, amoldandola a la censura de la epoca. Dice Robinson , que encontro un ser humano unviernes segun sus cuentas y luego paginas mas adelante el traductor lo deja en ridiculo y dice que lo bautiza como Domingo. No me recupre hasta que años despues, ya volvi a leerlo en una nueva edicion.
ResponderEliminarRecuerdo perfectamente haber leído esta versión (porque llamarlo "traducción" desde luego que es inapropiado, por lo libre del asunto...) cuando estudiaba Filología Inglesa. Del inglés original salté a este engendro, confiando efectivamente en la cabra de la cubierta, el logo del sello editorial, la garantía de un clásico recuperado y respetado.
ResponderEliminarPero no.
Es tronchante lo del "Domingo". Nadie me creyó desde entonces, cada vez que he tenido ocasión de comentarlo.
Saludos.
Es verdad, Antonio Luis, cuanta decepción creciente conforme avanzabas en la lectura... ¿te acuerdas nuestras conversaciones hablando de expresiones tan espeluznantes como "mi joven eclesiástico" o la continuas reiteraciones de la palabra "chalupa"? Parece mentira que no fue hasta el año 2004, con la edición de Mondadori, cuando pudimos acceder a una edición digna de la obra.
ResponderEliminarEn fin, en algo hemos cambiado a mejor, hoy disponemos de varias y buenas ediciones en español.
Míralo por el lado bueno y piensa que el ejemplar de Austral que tienes se cotiza bien hoy día por los coleccionistas. O sea, que fue una buena inversión.
Pues sí, María, de tan surrealista, parece increíble...
ResponderEliminarDe los mismos años debe ser una traducción de Santuario, de Faulkner, que compré en edición reciente guiándome también por el prestigio del sello de Austral, y en la que apenas conseguía enterarme de lo que se describía. Así que me hice con otra, en edición de Orbis-Fabri, en librería de viejo, que creo debe ser la misma que actualmente edita Alfaguara, y ahí sí... Sobre todo hay una diferencia muy notable en el ritmo, en la musicalidad del texto. En fin, cuántas decepciones, cuántos '¿y este es el libro del que tanto se habla?' no nos habremos llevado en tiempos por malas traducciones...
ResponderEliminarSí, sí, así es: leías párrafos y párrafos y no te enterabas de nada, con esa cantinela postiza como de otro planeta que tienen las malas traducciones. Es verdad, nos preguntábamos: "¿y este es el libro del que tanto se habla?", ¡Y la cara que se nos quedaba!
EliminarY, javi, no solo en otros tiempos nos pasaba eso: hay, por ejemplo, una reciente edición de 'Corazón y ciencia' de Wilkie Collins, que es de arresto domiciliario.
Tengo una edición muy anterior, con la misma traducción. Hace un tiempo google esta pregunta y no obtuve resultado. Ahora tengo resuelto esa duda.Me falta la de quién mató a Kenedy y algunas mas.Gracias por la aclaración
ResponderEliminarMi Robinson era del Círculo de Lectores y le pasaba igual. Junto con el burro de Sancho Panza, robado y recuperado por despiste del autor, fue un hallazgo que fijó en mí cierta predisposición a indagar y curiosear en todas mis lecturas
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