Otra Bovary
Habemus nueva edición de Madame Bovary (noticia que no podía soslayarse aquí). De mano de Siruela y con traducción de Mauro Armiño. ¿Qué aporta?: tres fragmentos inéditos que suprimió Flaubert del manuscrito definitivo de la novela en los que se subraya la pasión de Emma por la lectura y cómo ésta podría haber sido el detonante de su incapacidad para diferenciar realidad y deseo. Es decir, no mucho, sobre todo si tenemos en cuenta que Flaubert eliminó dichos fragmentos por decisión propia y no como consecuencia del juicio por obscenidad y escándalo público al que tuvo que hacer frente. Eso sí, es una opción más para leer este clásico absoluto, aunque yo sigo prefiriendo la edición de Alba, difícilmente mejorable, con la impresionante traducción de María Teresa Gallego.
Una edición atractiva, sin duda. Aunque, no sé..., me irrita un poco cuando las editoriales pretenden sacar a la luz capítulos omitidos por decisión del autor, o cuando se rebusca entre los cajones de un escritor muerto para publicar cosas que el propio autor, en vida, decidió que no eran publicables. Si Flaubert decidió omitirlos será por algo, ¿no?
ResponderEliminarSaludos.
Totalmente de acuerdo Raúl, es como en las películas que te sacan en DVD, con escenas que no fueron incluidas en su momento por el director. Que manía tienen para vender más incluir partes que ni siquiera el autor las tuvo en cuenta, más aún, las eliminó. Un saludo
EliminarEso me lleva a incidir en mi crítica hacia la supuesta sinceridad de las editoriales "vocacionales", que suelen ser las que más se ensañan con las editoriales más grandes y conocidas. No digo que su vocación no sea sincera, pero, como en cualquier empresa, el objetivo principal es el de ganar dinero. Lo que me parece genial, pero no a costa de criticar a otras por ganar más que ellas.
EliminarAun así, entiendo que es muy suculento para los lectores poder echar un vistazo a la papelera de un gran escritor.
Saludos, Antonio Luis.
Precisamente la leí hace justo un año en la magnífica edición de Alba, que complementé luego con la lectura de una edición francesa de su correspondencia. En cuanto a la recuperación de esos fragmentos, en general opino como los que han comentado arriba, pero también creo que, cuando se trata de obras tan fundamentales como "Madame Bovary", nunca está de más conocer un poco mejor el texto, aunque solo sirva para descubrir los motivos por los decidió eliminarlos en la versión definitiva. En cualquier caso, aún tengo reciente la primera lectura y de momento no la releeré.
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta mucho Siruela, aunque coincido contigo en que las ediciones de Alba son difícilmente superables. Sin embargo, esta Bobary no me convence, tonterías mías, manía de lectora idiotizada, pero es que el prologuista no es santo de mi devoción. Saludos.
ResponderEliminarEs indudable que como gustos hay colores. Para mi el prologuista es uno de los mejores escritores del siglo XX y de lo que va del XXI. Otra cosa es que no guste por otras razones que intuyo.
ResponderEliminarSaludos
De él solo he leído "La civilización del espectáculo", que me pareció un libro soberbio -lo tengo subrayado de principio a fin-, pero yo también intuyo esas razones.
EliminarSaludos, Ramón.
Yo llevo un día sin enterarme de nada. Que razones?? Yo no intuyo nada.
EliminarPolíticas, sobre todo. Se le consideraba un hombre de izquierdas (y yo creo que sigue siéndolo), pero en los últimos años ha estado criticando políticas que él solía defender, lo que le ha granjeado detractores y, sobre todo, gente que le ha acusado de ser una especie de tránsfuga, diciéndole que se ha pasado a la derecha. Yo, insisto, sigo creyendo que es un hombre de izquierdas, pero con autocrítica, eso sí. Y me quito el sombrero ante él.
EliminarSi hay alguien que pueda hacer un prólogo con autoridad, con conocimiento, con lucidez y con pasión sobre este libro es Vargas LLosa, desde luego.
EliminarEstoy de acuerdo en que, a menudo, el incorporar esos fragmentos omitidos por el autor no es más que una estrategia comercial para presentar como novedoso algo ya visto. Pero estoy igualmente de acuerdo en que en un caso de un clasicazo como Madame Bovary, todo el material adicional que arroje luz sobre su proceso de composición es bienvenido. Y Vargas Llosa, que aparte de gran escritor es un gran crítico literario, ha escrito algunas de las páginas más lúcidas sobre esta obra. De modo que parece una edición a considerar. Entre otras, por supuesto.
ResponderEliminarSer devoto y creer en los santos es, sin duda, un problema mayúsculo. Vargas Llosa no es un santo, es un escritor y un observador y opina con agudeza sobre lo que rodea. A veces me gusta y otras no me convence tanto, pero suele tener interés. Lo malo de algunos escritores o artistas o trabajadores de la cultura, como diría algún cursi, es precisamente el interés que tienen en ser tenidos por santos para alimentar sus egos voraces y aumentar sus ventas, ateniéndose normalmente al catecismo de moda y a ideologías fuertes y rigoristas o a la corrección política más boba. Los malos editores lo remarcan siempre que pueden en solapas y contraportadas.
ResponderEliminarUn saludo,
Jorge Martín
Sinceramente, no creo que a estas alturas y con un Premio Nobel debajo del ala, Vargas Llosa tenga necesidad alguna de atenerse a ningún catecismo de moda y mucho menos a ninguna ideología fuerte o débil, para vender libros. Simplemente cuenta, y la cuenta muy bien, la realidad que nos rodea, que como es lógico, y a la vez sano, no coincide con la realidad que ven otros muchos. No creo que este tipo necesite agarrarse a nada, para ser uno de los mejores escritores del siglo XX y de lo que va del XXI. Yo me compraría esta edición de Madame Bovary sólo por leer el prólogo.
EliminarSaludos
Con lo escrupuloso y exigente que era Flaubert consigo mismo, con la importancia que le atribuía al hecho de escribir, a la elaboración de sus personajes, a la construcción de sus tramas... dudo que saltara de alegría al encontrar su papelera revuelta. Pero imagino que es un reclamo excelente para los cazadores de iconos.
ResponderEliminarSaludos
Abominaría.
EliminarDefinitivamente de acuerdo: si el escritor no lo quiso publicar ¿por qué no se cumple su voluntad? ya va a venir Flaubert a agarrarle los tobillos a esos editores mientras duermen...
ResponderEliminarCuando he leído el título del post, he pensado que, este, iba a versar sobre "El Primo Basilio", otra "Madame Bovary". Indudablemente.
ResponderEliminarUna... otra... "Madame Bovary" más próxima a la sensibilidad y la idiosincrasia de los habitantes de la península ibérica. Amén de mejor escrita -sí, puede haber una novela de enredos amorosos superior, o por lo menos más divertida, que la del genio de Rouen, en esto estoy con Borges- que la que nos narra las peripecias de doña Emma. Eça recurre al uso, que no al abuso, al fin y al cabo se trata de un melodrama, del sentido del humor; Flaubert -y, por ende, la señora Bovary- se toman a sí mismos demasiado en serio. ;-)
Borges, a veces, era un putrefacto. También dijo que prefería leer Don Quijote en inglés, porque sonaba mejor en ese idioma. Vaya tela.
EliminarSe me ha olvidado decir que el que se quede con ganas de más cosas de Vargas Llosa sobre Madame Bovary, tiene a su disposición el ensayo del arequipeño titulado "La Orgia perpetúa" que versa todo él, más de cien páginas, sobre esa novela, y que es de donde habrá sacado, sin despeinarse, ejeeem, obvio es señalarlo, el material de este prólogo.
ResponderEliminarY si se quedan, ustedes, todavía con más ganas de Madame Bovary, vista desde la perspectiva de otro genio de la literatura, "El Loro de Flaubert", de don Julian Barnes. Pero esta... ya... es otra historia. ¡Venga, otra guiñadita de ojo! ;-)
Y, sobre todo, el monográfico Otoño Flaubert que tienen disponible aquí a la derecha.
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