Lectura guiada «Sobre la vida feliz»

Lawrence Alma Tadema. El poeta Gallus soñando (Detalle), 1892

Sobre la vida feliz completa, en cierto modo, las ideas que Séneca expone en Sobre la brevedad de la vida. Si en este último tratado argumentaba que vivir no es simplemente existir, y que hay que procurar vivir una vida plena, es ahora cuando nos expone en qué consiste esa plenitud (la vida feliz) y dónde encontrarla.

Sobre la vida feliz fue compuesto en el año 58 y ha sido considerado desde entonces uno de los tratados de ética más influyentes de todos los tiempos. Dividido en 28 capítulos, que presentan el pensamiento moral de Séneca en plena madurez, su alcance moral llega hasta nuestros días, donde adquiere mayor luminosidad y relevancia debido a la crisis de valores éticos y a la decadencia del concepto de humanismo que caracteriza a una sociedad tan tecnologizada y hedonista como la nuestra.

También incluido en su colección de Diálogos, este tratado puede calificarse de apasionante por su mezcla de filosofía y política, de teoría y de acción. La obra comienza con una disquisición teórica sobre la felicidad, que se alcanza por medio de la virtud, es decir, del uso de la razón. Séneca contrapone las teorías estoicas con las epicúreas y aristotélicas, dotando al tratado de un hondo sentido académico y filosófico hasta que, de pronto, en el capítulo XVII, el texto cambia radicalmente de tono y pasa a convertirse en una defensa, un contraataque del filósofo cordobés, una invectiva sarcástica, un texto lleno de ironía con el que pretende combatir a aquellos que lo acusan de violar sus principios, de elogiar la pobreza cuando es rico, de predicar una cosa y hacer otra.

El libro es fértil en ideas e invita a la reflexión y a esa interioridad que Séneca identificaba con el sentimiento de sentirse vivo.
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ACTIVIDADES

A) Contesta a las preguntas que se formulan en esta guía de lectura (sólo disponible para participantes inscritos) y envía tus respuestas al correo electrónico que se indica abajo. 

B) Señala una idea recogida en el tratado con la que estés de acuerdo y otra con la que no, y coméntalas brevemente, compartiendo tu opinión en la zona de comentarios.

Envía tus respuestas a elinfiernodebarbusse@gmail.com a lo largo de esta semana. La fecha tope tanto para la entrega de la guía como para la realización de comentarios es el domingo día 10 de noviembre

Comentarios

  1. No se pregunta por qué idea te ha gustado más y cual menos, se pregunta con la que estas de acuerdo y otra con la que no, y esto es lo que precisamente hace difícil la cuestión. A lo largo de la lectura he ido anotando ciertos conceptos o ideas que me han parecido interesantes y con los que estoy de acuerdo y otros con los que no, y voy a presentarlos tal como los tengo escritos:
    - Vivir conforme a la razón y no por imitación, que aparece en I, yo creo que está claro a lo que se refiere, y más a día de hoy que vivimos en una continúa imitación.
    - El mayor bien es la concordia del alma, que aparece en VIII.
    -Esto ocurre por una falta de mesura, que aparece en XIV, la mesura es un concepto que no abunda precisamente.
    -¡Qué locura es preferir ser llevado a la fuerza antes que seguir!, que aparece en XV, idea esta muy unida al concepto de Aceptación de las cosas que nos vienen dadas.
    - Hablas de un modo pero vives de otro, que aparece en XVIII, y que es contestado por Séneca con gran Honradez, creo yo; concepto este nada abundante tampoco.
    -Dar y recibir, que aparecen en XXIV, "el favor debe colocarse como un tesoro enterrado, que no sacarás a la luz salvo que sea necesario", me gusta mucho esta idea.
    -En VII, define donde hallarás la virtud y donde encontrarás el placer, aquí sin embargo discrepo un poco porque me parece un poco exagerado o extremista en exposición. "Hallarás la virtud en el templo, en el foro, en la curia, en pie ante las murallas....¿Sólo ahí?y por otra parte "el placer anda oculto la mayoría de las veces, con querencia por la oscuridad, merodeando por baños, saunas y lugares que temen a los vigilantes....empapado en vino y ungüentos, pálido o maquillado y rebozado de fármacos". ¿Siempre es así?
    Un saludo a todos.

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    1. En esa petrificación de los placeres y en esa inhibición de los sentimientos en favor de la razón veía Nietzsche "una negación de la vida". Nunca le perdonó esto a Séneca y a los estoicos: apostar tanto por la razón conllevar aislar al hombre en una jaula contra natura.

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  2. Yo estoy de acuerdo y me identifico con la idea central del tratado de que la la virtud y no en el placer descontrolado está la verdadera felicidad. La virtud, el cultivo del conocimiento, la realización de los sueños y los ideales, es lo que al fin y al cabo te hacen estar bien contigo mismo y por lo tanto aportar más felicidad y bienestar, combinado con un placer moderado y controlado en todo momento, como llega a decir Séneca en un momento del tratado. No se trata de vivir sin placer de ningún tipo, sino de no dejar que el placer te controle a ti y a tu vida. No encuentro en este tratado algo con lo que estar completamente en desacuerdo,. Podría estarlo acaso en los últimos capítulos, donde tachan a Séneca de hipócrita y de no vivir acorde con lo que predica, es fácil dejarse llevar y verlo igualmente como un farsante, pero la lógica de las razones que da en su defensa es aplastante, y llega a convencer no sólo a sus detractores sino a ti mismo.

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    1. La felicidad, esa entelequia que por convención pueril, el ser humano ha dado en llamar al predominio de los momentos de bienestar sobre los momentos desagradables...

      Otra cosa es que el hombre tenga libertad para ser feliz, que lo dudo. "¿Cómo se puede decir que un animal como el ser humano es libre cuando ni siquiera se ha contado con él para nacer ni para morir?", dice Cioran.

      Y si la libertad es una trola, imaginemos la felicidad.

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  3. Es difícil señalar una sola idea, en líneas generales estoy de acuerdo con lo que dice Séneca en este tratado. Estoy completamente de acuerdo cuando dice que no debemos actuar por imitación, tomando sin más el camino más transitado y famoso y haciendo lo que hace la mayoría, sino que por el contrario debemos guiarnos por nosotros mismos y transitar el camino de la virtud. Estoy de acuerdo en que vivir conforme a la razón, ser virtuoso, honrado, justo y honesto, no dejar que los placeres o cosas nimias te controlen, sino disfrutar de ellos para que estén a tu servicio y no tú al suyo, es una guía para llevar una vida feliz, o al menos intentarlo.

    Respecto a una idea con la que no estoy de acuerdo, bueno, no sé muy bien si no estoy de acuerdo o es que no lo entiendo, es sobre una idea de la felicidad. Séneca dice que es feliz quien tiene un alma libre, y dice que un alma libre es aquella que está situada fuera del alcance del miedo y tiene despreocupación por la suerte. En V dice que es feliz quien, gracias a la razón, no teme. Mi problema es esta asociación de la felicidad con la ausencia de miedo o de temor, porque si es así, será muy difícil ser feliz. Podemos alcanzar el grado de sabiduría que nos conduzca a despreocuparnos por nuestras posesiones, a no temer al futuro ni a la suerte y a ser felices, pero, aquí viene mi pero, eso se puede conseguir si pensamos en nosotros mismos únicamente y no lo hacemos en quienes nos rodean. ¿Podemos ser felices sin preocuparnos, sin tener temor por las personas que queremos? Por ejemplo, unos padres pueden ser felices, pero siempre habrá un temor interno por sus hijos, por su bienestar, entonces ¿es qué no son verdaderamente felices?. No sé, tal vez lo estoy interpretando mal.

    Un saludo a todos

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    1. >>En V dice que es feliz quien, gracias a la razón, no teme. Mi problema es esta asociación de la felicidad con la ausencia de miedo o de temor, porque si es así, será muy difícil ser feliz. >> (Mª José)

      Así es, efectivamente nadie sería feliz, porque lo verdaderamente genuino y definitorio del ser humano es el miedo, su temor y su miedo ancestrales. Nada más tienes que ver cómo vienen los niños al mundo: llorando amargamente.

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  4. Son muchas las ideas que comparto con las expresadas por Séneca en este tratado Sobre la vida feliz. Quizás sea el planteamiento inicial de "decidamos a dónde vamos y por dónde lo haremos" el que encierra la clave de cómo conseguir alcanzar la felicidad, y lo más importante sin seguir el rebaño pues entonces, y Séneca es claro, no iremos donde queremos sino donde nos lleven.

    En cuanto a la idea que no comparto, tal y cómo Séneca la expresa en VII, es la definición de placer como "cosa baja, servil, floja y caduca". Creo que esta definición tan peyorativa la hace pensando en su pupilo Nerón, a quien intentó inculcar la virtud pero Nerón hizo caso omiso de sus enseñanzas, convirtiéndose en un ser bajo, servil, flojo y caduco, a quien no le importó deshacerse de todo aquello que no se adecuaba a sus intereses.

    Saludos

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    1. Si no seguimos el rebaño, hemos de colegir que las mayorías se equivocan.

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  5. Estoy de acuerdo con la idea de que la individualidad te conducte a la felicidad antes que seguir el rebaño e imitar a la mayoría. La reflexión y las propias decisiones siempre nos acercarán a la libertad. También estoy de acuerdo con la idea de acontentarse con las circunstancias presentes, aceptarlas sean cuales sean y no dejarse doblegar por el dolor o el miedo. Lo que no comparto es el rechazo a las pasiones y al placer, creo que renunciar a ellas empobrece nuestra vida y la limita. El mismo Séneca dice “los placeres del sabio son atenuados y moderados, casi mortecinos, retenidos y apenas perceptibles...” Si bien es cierto que Séneca no hala de renunciar al placer sino de no dejarse dominar por ellos; y en esto puedo estar de acuerdo, no así en cuanto a no dejarse dominar por ciertas pasiones ya que ello nos puede aportar paz però también mediocridad.

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    1. Hay placeres pequeños, minúsculos, inadvertidos por la mayoría..., que son intensísimos.

      Y otros, alabados, anhelados, enaltecidos por la mayoría, que dejan una aguda sensación de vacío.

      El placer es relativo. Depende de nuestro umbral, yo creo.

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    2. Tan relativo como el dolor. Estoy muy de acuerdo.

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  6. Estoy de acuerdo en que para ser feliz tenemos que elegir nuestro propio camino sin dejarnos llevar por la mayoría o por la mera imitación. También en que usar la razón con juicio (¡qué difícil!) y en tener una actitud vital coherente, firme y constante son necesarios para tener una vida feliz (aquí entiendo como vida feliz algo totalmente subjetivo y no dependiente del juicio de los demás). Esto me parece lo equivalente a lo que Séneca se refiere con ejercer la virtud. Sin embargo, con la separación y casi contraposición entre virtud y placer y la evitación de la pasión estoy en desacuerdo. Si como parece con placer Séneca se refiere a los ‘placeres del vientre’ sí que estoy de acuerdo en que no hay que dejarse dominar por ellos sino controlarlos sin prescindir de ellos.
    Me ha gustado la defensa que Séneca hace de su situación y de su riqueza. Es una argumentación inteligente y dando zarpazos a sus críticos. Abre un hecho conocido entre los artistas, filósofos y creadores en general, la disociación entre vida y obra. Pero creo que no quita valor a la profundidad de sus proposiciones.

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    1. "El dinero no me hace feliz, me hace falta"
      (Groucho Marx)

      Groucho compartía la opinión de Séneca.

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  7. Como siempre, me va a costar mucho contestar a esta pregunta. Porque en general, me parecen buenas ideas el no seguir a las masas, no ser esclavo de los deseos, vivir con rectitud y buscar la sabiduría, etc, Todas esas cosas que mis compañeros de lectura señalan antes que yo.
    Sin embargo, hay cosas que al leerlas, me producen rechazo, chirrían un poco y no sé yo si es porque mi lectura es, por supuesto, superficial, o si en el fondo puede ser así. Cosas como el desprecio de las masas. Dicho así está muy bien, pero si en lugar de masa ponemos mayoría, y pensamos en la democracia, algo falla.¿Quienes son las élites que llevan la razón? ¿Los que viven holgados y pueden dedicarse al estudio y la reflexión? No creo. O no siempre.
    Cuando nos dice que debemos soportar aquello que dios nos envía, porque nuestra libertad consiste en obedecer al dios, ya sé que no es un dios como el nuestro ,cristiano, sino un orden natural de las cosas. Pero me suena tan conformista.. Si el hombre no se hubiese rebelado contra tantas cosas que parecían inevitables, no habría avanzado en muchísimas otras cosas. La rebeldía conlleva actuar contra lo que se cree injusto, sea lo que sea. Eso va en contra de la pasividad y la conformidad. Dos temas que siempre relacioné con el budismo y que también me producen cierto rechazo.
    Y como ya dije en las actividades, sus defensas cuando le atacan, no me terminan de convencer. Desde su riqueza y vida relajada es mucho más fácil defender la virtud que desde la pobreza. Y sus disculpas me parecen elaboraciones pensadas para justificarse y no verdaderas ideas. No en todos los casos, pero en algunos lo veo muy claro. ¿Ya seré mas virtuoso en el futuro? ¿La fortuna me favorece porque sabe que me lo puede quitar todo y no protestaré? ¿Soy dueño de mi riqueza pero no esclavo? Estas cosas me hacen pensar en uno cualquiera de nuestros políticos defendiéndose de ataques así de sus oponentes. ¿Qué efecto producirían? Ya sé que su talla no es la misma ni de lejos, pero aún así, no sé yo.
    En fin, merece la pena seguir dándole vueltas.

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    1. >>Cuando nos dice que debemos soportar aquello que dios nos envía, porque nuestra libertad consiste en obedecer al dios, ya sé que no es un dios como el nuestro ,cristiano, sino un orden natural de las cosas. Pero me suena tan conformista.. >> (Helena)

      Puede sonar conformista, pero en realidad es la aceptación de nuestra instrascendencia. La Naturaleza siempre (SIEMPRE) se va a salir con la suya, queramos o no, cuando y como ella quiera. Por mucho que pataleemos. Podemos patalear, pero eso es puro atrezzo.

      En realidad, sea lo que sea eso que llamemos felicidad (otro invento humano), nuestra vida acabará siempre de manera trágica.

      Y hacemos cosas de hombres porque somos hombres (al igual que los koalas hacen cosas de koalas porque son koalas), pero no somos más que cualquier otro ser vivo en este microscópico granito de arena que es la Tierra.

      A eso es lo que se refiere Séneca: a tenerlo claro cuanto antes.

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  8. Como tú has dicho más arriba, el umbral del estimulo de lo que consideramos felicidad es muy distinto de unos a otros. Y ese concepto, como tú también has dicho, no es más que una convención para denominar a un momentos de bienestar. Siendo así, la felicidad puede encontrarse en multitud de situaciones y de acciones: yo puedo ser feliz con un buen libro en mi sofá un viernes por la noche y otro puede ver eso como una infelicidad. Y así con todo: hay a quienes son felices viajando, otros sin embargo prefieren quedarse en su casa; unos son felices en pareja, otros lo son en solitario.... Y así con todo. No hay una receta para esto de ser feliz (o de estar bien), aunque la que da Séneca me parece muy acertada: la de guiarse por el propio juicio y no por ajeno. Has de ser tú quién decida lo que te hace feliz o no, e intentar cumplirlo con valentía y decisión.

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    1. Tanto varía el concepto de felicidad entre unas personas y otras, que algunos son felices con prácticamente nada, mientras que otros, teniendo casi de todo, se consideran infelices.

      En esto, Epicuro era ejemplar. Para él "la felicidad es la ausencia de dolor".

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  9. Son muchas las ideas valiosas, de hecho, sorprende (y abruma) encontrar tanto sobre lo que pensar en tan pocas páginas. Contrasta con tantos ensayos voluminosos donde apenas se dice nada. La concisión, para mí, es como sembrar la semilla en el lector, luego ese pensamiento plantará raíces y seguirá guiado por la reflexión. Por ejemplo, en el capítulo II “las cosas humanas no funcionan tan bien como para que las cosas mejores agraden a la mayoría (…) indaguemos qué es lo mejor que se puede hacer, no qué es lo más usual”, da en el clavo y me identifico con el lamento posterior, tantas y tantas cosas hechas siguiendo la corriente, tanto tiempo malgastado. La perspectiva de los años te lo hace ver más claro. Y desarrollando otra idea del mismo capítulo, aunque algo fuera de su contexto, me parece un buen criterio identificar lo realmente bueno y por tanto la esencia de una vida feliz, con lo que se puede sentir, no con aquello que se ostenta y “brilla por fuera y por dentro es miserable”.

    En cuanto a la aparente contradicción entre la posesión de riqueza (y el afán de ostentación, Séneca poseía una de las grandes fortunas de Roma) y la filosofía estoica, entiendo la defensa del filósofo, pero esta solo es posible porque Séneca siempre ha sido rico, no ha conocido el hambre y el desvalimiento. Al proceder de una familia pudiente, de la élite romana, ve la riqueza con desapego y probablemente sea la única manera de despreciar el dinero: teniendo de sobra. Como en la pirámide de Maslow: cubiertas las necesidades básicas, puede uno pensar en la autorrealización y la búsqueda de la felicidad.

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    1. "Indaguemos qué es lo mejor que se puede hacer". Los griegos, que influyeron tanto en Séneca, lo tenían claro: Bien, Verdad, Belleza.

      El filósofo cordobés habla, con otras palabras, de los mismo.

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  10. He subrayado varias frases con las que me identifico. En general, la idea de que la felicidad va ligada a vivir conforme a la naturaleza y al uso de la razón. El discutido “es feliz quien nada teme ni desea”, tan budista, sería una noble aspiración y desde luego nos daría una tranquilidad de ánimo completa. Pero ahí veo una contradicción, porque está en la naturaleza humana crear apegos; somos seres sociales y los vínculos son parte de nuestro “éxito” evolutivo. Y esos afectos son la mayor fuente de temores y deseos; luchar contra ellos es ir contra nuestra naturaleza.

    Y luego hay un párrafo que me resulta excesivo, quizá porque no he llegado a comprenderlo. En XVI, cuando dice que la virtud nos hace invulnerables y enumera las grandes cosas que se nos darán (nada te faltará, todos saldrá conforme a tus designios, no te sucederá ninguna adversidad)… Obviamente, no puedo interpretarlo como que nos transformaremos en superhéroes. ¿Será que nada nos faltará porque nada necesitaremos? ¿Qué ninguna adversidad nos ocurrirá porque nada nos afectará? Creo que llegar a este punto equivaldría a haber alcanzado el nirvana.

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    1. A ese estado de imperturbabilidad (totalmente utópico, en mi opinión), los estoicos lo llamaban ataraxia.

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  11. Estoy de acuerdo en su idea de que los que nos proporciona la felicidad es la sabiduría, entendida como vivir conforme a la razón, aceptar la realidad, buscando la paz interior y rechazando ese anhelo permanente de cosas y placeres efímeros al que la sociedad de consumo compulsivo en que vivimos nos empuja y a la que es tan difícil resistirse y no dejarse atrapar.
    No estoy de acuerdo, sin embargo, que eso nos blinde ante todos los avatares y desgracias de la vida. A lo largo de la vida inevitablemente, antes o después, todos nos tenemos que ante situaciones muy duras (enfermedades propias o de personas con las que convivimos, la muerte de seres muy próximos, como nuestros padres, parejas, hermanos, e, incluso, quien tiene muy mala suerte, hijos, rupturas de pareja, problemas económicos graves o laborales, paro, etc.) y, en definitiva de manera ineludible a nuestra propia separación. Ante eso no creo que valga de mucho enfrentarse serena y estoicamente. El sufrimiento es inevitable. También forma parte de la sabiduría entenderlo esto y que el dolor forma parte, junto con la alegría, de la vid ay de nuestra naturaleza humana de seres conscientes de que hemos nacido para morir un día.

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    1. Fijémonos en los niños. Son, por lo general, muy felices. Al menos, están alegres y contentos casi siempre, incluso en situaciones adversas y difíciles. Ellos no viven aplicando la razón a sus vidas. todo lo contrario, se guían por impulsos y por intuiciones, viven con una naturalidad impresionante, sin ideologías (que es lo que envilece y enfrenta a los adultos) y, muchas veces, nos dan lecciones de vida.

      ¿No son acaso los niños los que viven más acorde a la naturaleza? ¿No hemos de deducir que se puede ser feliz sin aplicar exclusiva y constantemente la razón a nuestra vidas?

      Ahí lo dejo.

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  12. Una idea que me gusta especialmente y de la que siempre he sido partidaria es la afirmación de Séneca de que la virtud conlleva placer. En mi caso, lo aplico siempre a la sensación de felicidad que produce el trabajo bien hecho. Obrar bien, con honestidad, procura tranquilidad de conciencia, descanso y, por lo tanto, bienestar y felicidad. Igual que cuando se realiza correctamente una tarea dificultosa, una tarea que nos obliga a tomar el camino más duro, pero también el más honesto.
    Me cuesta mucho encontrar alguna idea de Séneca con la que no esté de acuerdo, sobre todo si hablamos de principios y de teoría. Pero una de las premisas que más terribles me parece y más difíciles de seguir es la aceptar nuestra mortalidad y aprovechar la vida. No tenerle miedo a la muerte (a la propia y a los de los seres queridos) no estoy segura de que esté en la naturaleza humana y pienso que Séneca nos pide que vayamos contra nuestra naturaleza. Entiendo que no temer a la muerte termina con nuestro desasosiego y nos permite vivir con plenitud, pero una cosa es no temer a la pérdida de riquezas y otra a la pérdida de la vida. Me resulta imposible.

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    1. Totalmente de acuerdo. Además ese placer que se logra mediante esfuerzo, privación, generosidad o compasión es inconfudible, intenso y duradero. En eso sí lleva mucha razón nuestro Séneca.

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  13. De vita beata es una defensa del sabio estoico y rico es decir es la defensa de sí mismo ante las acusaciones que le hicieron por la incongruencia entre su pensamiento y su vida. Una defensa de la felicidad por la búsqueda de la virtud, muy bien armada. De la virtud frente al placer. Placer y virtud como términos inconciliables. Si bien es cierto que la práctica de la virtud trae placer, pero a su vez este desvirtúa a aquella. Pugna por demostrar el origen de sus riquezas, su licitud, de acuerdo a las leyes y que esto no traiciona sus principios estoicos. Y lo hace con argumentos sólidos. Su argumentación deslumbra. Sin embargo encuentro escollos a la hora de explicar como convivir con tales riquezas. entendemos la afirmación que las riquezas para él no significan nada y pudiera prescindir de ellas. Pero hubo compatriotas suyos, que no lo entendieron así. Creían que era una impostura su defensa de un ideal estoico con la vida que desempeñaba. Séneca filósofo, de altura , Séneca retórico. Sin duda, pero ¿Séneca político?

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