Lectura Madame Bovary, I, caps. 1-5

Al comienzo de la novela asistimos a los primeros años de vida de Charles Bovary, joven introvertido y poco ambicioso, dominado por su madre. Estudia medicina, pero su falta de interés y su escasa inteligencia lo convertirán en un médico mediocre. Sin demasiado convencimiento se casa con una mujer viuda mayor que él, Heloïse, a la que no ama. Un día, en una visita médica conoce a Emma Rouault, hija de un labrador adinerado, y se queda prendado de su belleza. Meses después enviuda y decide perdirle la mano de su hija al señor Rouault. Tanto éste como Emma están de acuerdo, por lo que la boda se celebra una vez acaba el luto que guarda Charles por su primera esposa. Después de la celebración, a la que "asistieron cuarenta y tres personas que pasaron sentadas a la mesa dieciséis horas", el joven matrimonio se instala en Tostes. Emma, al casarse, creía experimentar el amor, pero ahora se da cuenta de que no era así.

Guión de lectura:

1. Es significativo que Flaubert no abra la novela fijando la atención en la figura de su protagonista principal, Emma, sino en Charles Bovary, al que vemos llegar, como alumno nuevo, al colegio. Este personaje es presentado con rasgos negativos, proporcionando así una imagen premonitoria de lo que será luego su vida. Fíjate en los más destacados. [Cap. 1]

2. La exhaustiva descripción que de la gorra de Charles Bovary (p. 20) hace el narrador nos anticipa la importancia que los objetos van a tener en la obra. Vargas Llosa ha hablado de "la humanización de las cosas" en Madame Bovary. Más adelante comentaremos esto, ahora simplemente vuelve a leer ese pasaje y observa la pericia detallista de Flaubert. [Cap. 1]

3. Después del primer episodio, la llegada al colegio, narrada con cierto detalle, la acción se acelera, y en pocas páginas, o incluso en pocas líneas, se pasa de la infancia a la juventud de Charles. Este es un rasgo característico de esta novela: los períodos de desarrollo sosegado, de lenta sucesión de hechos de poca importancia, alternan con bruscas aceleraciones en que la acción de un hecho importante se condensa en una pocas líneas. Observa cómo se sintetiza en unos párrafos la iniciación a la vida de Charles, y cómo, al final, ocurre lo mismo con su matrimonio. [Cap. 1]

4. Tras una sosegada descripción de la casa de Les Bertaux, Charles ve por primera vez a Emma: ¿qué impresión le causa? Fíjate en qué detalles de su aspecto le atraen, y en cuáles le desagradan. [Cap. 2]

5. Sabemos que Flaubert era un gran fetichista (sentía debilidad, por ejemplo, por los pies de las mujeres y por los botines). ¿Qué objetos concretos del vestuario de Emma atraen particularmente, a manera de fetiches, la atención de Charles? [Cap. 2]

6. Emma, se dice en la obra, ha recibido una "esmerada educación", ¿qué se entendía por tal en la época? [Cap. 2]

7. ¿Comienza el matrimonio con la pasión propia de una relación amorosa? ¿Cómo se explica que no sea así? ¿Deja traslucir Emma alguna emoción al día siguiente de la boda? [Cap. 4]

8. Charles es feliz y el narrador así lo recalca, pero ¿dice algo de cómo se siente Emma? ¿Qué indica su silencio? [Cap. 5]

9. Las premoniciones van a ser frecuentes en la novela. ¿Qué objeto despierta momentáneamente en Emma una primera premonición de un final trágico? [Cap. 5]

El pasaje favorito de Otoño Flaubert:

Hay una escena que me parece espléndida. Es aquella en la que Charles pide a Rouault la mano de su hija Emma, aunque en realidad, más bien sucede al revés, y es Rouault quien se adelanta a las intenciones que no termina de trasnsmitirle Charles. Flaubert es aquí genial, una vez más, tanto en la manera de relatar como en la perspectiva escogida para hacerlo. A diferencia de lo que cabría esperar, Flaubert escatima al lector la conversación que Rouault mantiene con Emma, dejando que sea cada cual quien componga la escena en su imaginación. Nunca sabremos por qué se demoró tanto ese momento (cerca de una hora), qué dijo Emma, cuál fue su reacción. El lector, al igual que Charles, solo llega a conocer que la respuesta de Emma es afirmativa, y esto mediante la señal que Rouault ha convenido en hacer en tal caso: abrir de par en par los postigos de la ventana. Una escena muy inteligente, que trata al lector como inteligente.
  "-Compadre Rouault, me gustaría decirle algo
  Se detuvieron. Charles callaba.
  -Pero ¡cuénteme lo que sea! ¿Acaso no estoy enterado de todo? -dijo Rouault, riéndose bajito.
  -Compadre Rouault... Compadre Rouault... -balbució Charles.
  -A mí me parece muy bien -siguió diciendo el granjero-. Y, aunque seguramente la niña coincide conmigo, no queda más remedio que preguntarle qué opina. Váyase; me vuelvo a casa. Si dice que sí, atienda bien, no hace falta que vuelva, por la gente, y, además, ella se impresionaría mucho. Pero, para que no se consuma demasiado, abriré del todo la celosía de la ventana y la pegaré a la pared: podrá verla por la parte de atrás si se asoma al seto.
  Y se alejó.
  Charles ató el caballo a un árbol. Fue corriendo a colocarse en el camino; esperó. Pasada media hora, contó luego diecinueve minutos en el reloj. De pronto, se oyó un ruído contra la pared; la celosía estaba abierta y la falleba se estremecía aún."
(La señora Bovary, p. 41. Traducción de María Teresa Gallego Urrutia)

Claves de lectura (para puesta en común):

1) Las mudas del narrador:

La novela comienza con un narrador en primera persona del plural ("Nous étions à l'étude, quand le Proviseur..."; en la traducción al español se pierde el pronombre Nous (Nosotros) y queda "Estábamos en el aula de estudio cuando entró el director..., p. 19). Este narrador misterioso es alguien que está allí en el aula en la que Charles entra precedido del director. Es un narrador que oye -y quizás participe en ellas- las burlas con las que los demás reciben al muchacho provinciano. Convive con Charles los años que éste pasa en el colegio. Es un narrador testigo del que no sabemos nada, que se esconde en un "nous" plural y general, como si fuese un narrador colectivo, como si se refiriese a un grupo de alumnos y no a un ser individual, lo que mantiene aún más el anonimato. Este narrador está presente solo en el primer capítulo y se desvanece imperceptiblemente (en un alarde de sutileza técnica de Flaubert) para dar lugar a otro narrador, ya que se van a contar los antecedentes familiares de Charles, algo que el enigmático "nous" no puede conocer. Ese otro narrador es un narrador omnisciente, en tercera persona del singular, y es el que perdura a lo largo de la obra, con ligeras mudas e intencionalidades. Con éste, la realidad externa como la vida interior de los personajes se cuenta con objetividad: el narrador muestra, pero no juzga. Esta objetividad fue una de las obsesiones de Flaubert, empeñado en lograr la desaparición del narrador en la novela. Es por esto que aún resulta más llamativa, si cabe, la apertura de la obra con ese misterioso "Nous". ¿Qué crees que aporta a la historia este narrador anónimo? ¿Cuáles son, a tu parecer, los efectos que logra en el lector?

2) Charles Bovary:

Se nos ha dicho que la mayoría de los personajes de Madame Bovary son burgueses. Pero una cosa que debemos dejar muy clara es el significado que Flaubert da al término bourgeois. Salvo cuando significa simplemente ciudadano, como sucede a menudo en francés, el término bourgeois utilizado por Flaubert equivale a "filisteo", personas preocupadas por el aspecto material de la vida y que sólo creen en los valores convencionales. Nunca emplea la palabra bourgeois con connotaciones político-económicas marxistas de ningún género. Burgués, para Flaubert, es un estado del espíritu, no un estado del bolsillo. Aclarado esto, centrémosnos en Charles Bovary. Este personaje ha sido calificado por Vladimir Nabokov, en su Curso de literatura europea, como "un cargante, un pesado sin atractivo, inteligencia ni cultura, y con toda una serie de ideas y hábitos convencionales. Es un filisteo; pero es también un ser humano patético." ¿Se corresponde esta definición con tu visión del personaje hasta el momento?

Comentarios

  1. Una observación, Charles Bovary no es un medico titulado como al eminencia que intenta en vano salvar la via de Emma al final de la novela, sino un titulado intermedio, poco más que un sacamuelas.

    Es raro, porque le adoro, pero no coincido con la observación de Nabokov, tan altanera, sobre el pobre Charles, más merecedor d elástima que de otra cosa

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    1. Literalmente Charles es "officier de santé", según consta en la novela. Gallego Urrutia lo traduce como "titulado en sanidad", acertadamente porque se trata de una denominación genérica que imperó en el siglo XIX en Francia para distinguir a los enfermeros y practicantes de los profesionales de la medicina. Los officier de santé eran médicos sin el grado de doctor y casi siempre destinados a pueblos y villas rurales. Desd luego bastante más que sacamuelas, pero desde luego no lo que hoy podemos entender por médico en toda su amplitud.

      Los que tengan la traducción de Carmen Martín Gaite, decir que ésta ni siquiera lo traduce.

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  2. A mi personalmente y por lo que llevo leido, no me parece tan negativa la visión que Flaubert nos ofrece sobre Charles. Estudió medicina, no sin ciertas dificultades y luego por lo que se refiere a Emma, él se casó realmente enamorado de la misma, otra cosa es que ella no lo estuviera, hecho este que deja entrever claramente en el último párrafo del capitulo V.
    un saludo.

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  3. Sobre el personaje de Charles, a mí me parece que en cierta forma, Nabokov lo retrata bien, en el sentido de "pobre pardillo" que no ve más allá de sus pobres narices. Su culmen de felicidad es tener a Emma, adorarla, idealizarla, sin preocuparse de nada más. No se molesta ni en preguntarle por qué está tan pensativa o qué le pasa por la cabeza. A mí si me parece un personaje primario y patético.

    Saludos.

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  4. Por muy mediocre, convencional y anodino que sea Charles, que lo es, ¡demasiado tiene el pobre con los modos distantes y lo poco cariñosa que se muestra con él! Lo que es seguro es que él está enamorado, aunque habría que preguntarse de quién, porque a Emma ni la conoce, sólo la parte más aparente de ella.

    Al hilo de lo que tú has comentado sobre tu escena preferida en la que el lector no conoce lo que sucede y cuál es su reacción, me resulta también curioso que sepamos tan poco de Emma en la propia escena de la boda y del banquete. Ni una referencia a cómo se sentía o cómo aparentemente se mostraba. Es como si Flaubert quisiera ocultarnos lo poco enamorada que ella se casa.

    El libro es maravilloso, de eso tampoco tengo duda.

    Saludos.
    Carmen Martín

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    1. Es muy interesante esto que dices, Carmen, lo de que Flaubert parece quitarnos a los lectores un poco de en medio a Emma en la boda. Incluso antes, como hemos visto, ya desde el momento en que su padre va a comunicarles las intenciones matrimoniales de Charles. En realidad no la volvemos a tener delante con claridad de visión hasta que se instalan en la casa de Tostes. Es algo curioso que yo pienso que obedece a una cuidadosísima planificación de la obra por parte de Flaubert (así nos consta que fue) con el propósito de demorar el verdadero sentimiento/pensamiento de Emma y hacerlo de esta forma más impactante para el lector.

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  5. una escena que creo bastante interesante y significativa es la siguiente. Charles, a caballo, le enviaba un beso; Emma contestaba con una seña, cerraba la ventana y él se iba. Y entonces por el camino real, que extendía hasta el infinito su larga cinta de polvo, por los caminos encajonados donde los árboles se abovedaban, por los senderos cuyas espigas de trigo le llegaban hasta las rodillas, con el sol en los hombros y el aire de la mañana en la nariz, con el corazón colmado de las dichas de la noche, con el ánimo tranquilo y la carne satisfecha, Charles avanzaba rumiando su felicidad, como quien masticase aún, después de la cena, el sabor de las trufas mientras las digiere.

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    1. A mí, tocayo, también me parece una escena significativa. En ella vemos un Charles enamorado y encantado. Casi se diría que ni él mismo se cree haber tenido tanta suerte. Es como si el autor nos presentara este momento de ingenua felicidad para que nos impacte después más la desgracia. Curiosamente es uno de los párrafos citados en el juicio al que se sometió a Flaubert acusado de "inmoralidad". Concretamente por las alusiones a la "carne satisfecha". Así aparece indicado en una nota de la edición francesa de Folio.

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  6. Emma se aburre y tiene la cabeza a pájaros. Disfruta con la lectura de libros y está convencida de que las pasiones y aventuras que en ellos descubre le tienen que ocurrir a ella. Irse de la casa de su padre para contraer matrimonio con un médico y vivir de forma acomodada y en una ciudad, más grande o más pequeña, es condición necesaria para vivir aquellas pasiones y aventuras de los libros, esta vez como protagonista. En muchas ocasiones las lecturas y la vida recorren caminos muy distintos, ella no lo comprende. Se aburre y se desespera. Cree que se le debe una vida emocionante, interesante y cómoda. Emma es codiciosa y no se va a dar por vencida, causando víctimas si es necesario. Pronto lo será ella misma.

    Charles es mediocre y aburrido, pero trabaja mucho y muy duramente. Probablemente está convencido que ya ha conseguido todo lo necesario para una vida que siempre será de la misma manera: una consulta, una mujer, cierto reconocimiento y una tertulia con el boticario. Se entristece ante la tristeza de Emma y sacrifica su posición en un pueblo para trasladarse a otro, cambia de aires para que su mujer pueda salir de su ensimismamiento, que él confunde con una enfermedad. Dentro de sus límites hace lo que puede. Es soso, pero atento.

    Jorge

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  7. Charles es un tipo mediocre y desdichado. Flaubert ya empieza a darnos pistas desde el mismo comienzo de la novela. No era feliz de niño, ni de joven, ni tampoco en su primer matrimonio, ni tan siquiera tiene vocación de médico, llega a serlo solo por el empeño de la madre. Se enamora de Emma desde el primer momento, más bien queda deslumbrado por su belleza, no es posible que pueda quererla, no conoce nada de ella, ya que apenas se han visto tres o cuatro veces cuando ya se acuerda la boda. Creo que Charles Bovary es débil de carácter y mediocre (en lo que no difiere tanto de Emma), aunque se intuye de buen corazón. En cuanto a que no tiene el titulo de medicina y no es buen médico sino tan solo un sacamuelas (como alguien ha referido)tengo mis dudas, ya que el primer caso más o menos grave que se le presenta, como es la fractura de la pierna del sr. Rouault, lo solventa bastante bien. Parece ser que a Nabokov le cae bastante mal este personaje pero yo no le veo tan negativo, tiene sus aspectos positivos, por ejemplo, es capaz de amar, cosa que no se puede decir de Emma Bovary. Por último decir que estoy bastante de acuerdo con A. Luis en la escena que ha destacado, me parece brillante.

    Saludos

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    1. Estoy de acuerdo en la defensa que haces de Charles. Especialmente en esa última consideración: efectivamente él ama y es sincero, al contrario de ella. Flaubert lo ridiculiza, quizás por lo que representa de su propia mediocridad, a la vez que Emma representa su propia búsqueda insatisfecha de felicidad. Ambos personajes no son sino arquetipos de la dualidad que hay en todo ser humano.

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    2. RAMON J: Puedes dudarlo, pero el propio Flaubert explica la diferencia de titulación entre Charles y las eminencias médicas que acuden a intentar salva a Emma al final de la novela. Y por supuesto, curanderos y sacamuelas sabían rectificar fracturas incluyso mejor que los médicos que aplicanban por todo remedio sanguijuelas.

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    3. Querido Lansky: cuidadín, cuidadín con anticipar a los lectores que están en el proceso de lectura algunos detalles de la obra a los que aún no han llegado. Entiendo que está hecho con buena fe y para aportar datos a tu argumentación, pero deberíamos tener cudidado con eso, más que nada porque podría tirarte alguien el libro, de canto, a la frente. Y no es cuestión. :))

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    4. ¡Perdón! creía que ya lo habían leído

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  8. Contestando un poco a todos los comentarios relativos a Charles, hay dos aspectos de suma importancia que conviene no pasar por alto:

    - Lo primero es decir que Charles es el personaje donde más claramente descarga Flaubert todo el determinismo biológico, familiar y educacional que configura su persona. Ya desde las primeras páginas de la novela, y esto se irá desvelando todavía más conforme avancemos la lectura, Charles aparece con el rol de hombre dominado. Muchos analistas han visto en Charles el verdadero personaje de la obra, no olvidemos que su vida abarca la totalidad del texto, de principio a fin, en su triple condición de hijo, esposo y viudo. Y no olvidemos que son tres las mujeres que llevan el nombre de "madame Bovary": la madre, autoritaria y posesiva; su primera mujer, viuda, y Emma, dominante y absorvente -a la que Charles llamará "mamá" en los momentos de ternura. La tres, con su actitud configuran la aprehensión que Charles tiene de su cuerpo y de sus posibilidades: sexo oprimido, sexo dormido, y sexo despertado y egoístamente satisfecho. Las tres configuran también su espíritu como conciencia de una limitación, que no es sino una aceptación pasiva de la realidad individual y social. Y, aceptando esa limitación, y esto es verdaderamente lo importante e indudable, Charles es capaz de ser feliz. Lo dice claramente ese narrador omnisciente que nos transmite los pensamientos de Charles: "Hasta entonces, ¿había tenido algo bueno en la vida? ¿El tiempo de internado, cuando estaba encerrado entre aquellas cuatro paredes solo entre sus compañeros, más ricos, con mejores notas en clase, que se reían de su acento, que se burlaban de su ropa, y cuyas madres llegaban a la sala de visitas con dulces metidos en los manguitos? ¿O, más adelante, cuando estudiaba medicina y nunca tenía bastante en la bolsa para invitar al baile a la aprendiza que tuviera por amante? Vivió luego catorce meses con la viuda, que, en la cama, tenía los pies fríos como pedazos de hielo. Pero ahora era suya para siempre aquella mujer bonita a quien adoraba." (I, 5, p. 51)

    - en segundo lugar, para aquellos que decís que Charles está verdaderamente enamorado de Emma, eso es algo indudable. El amor por Emma que nace en Charles, casi de manera inconsciente, es un sentimiento real, profundo y verdadero. Ahora bien, ¿de quién Emma está enamorado Charles? La Emma que él ama no es la Emma real, sino una idealización de Emma, y tendremos oportunidad de verlo en próximos capítulos. Es curioso porque lo que Charles encuentra en Emma es exactamente aquello que la propia Emma busca y no encuentra en sus románticas ensoñaciones. Vaga, aunque profundamente, Charles percibe en la personalidad de Emma un encanto iridiscente, lujo, lejanía soñadora, poesía, fantasía. ¿Qué ocurre? Que el personaje más insulso y más conformista de la novela, Charles, es el único, como veremos, que es redimido por ese algo divino que hay en el amor omnipotente, misericordioso e inquebrantable que profesa a Emma, y del que más allá no hay nada. "El universo no iba para él más allá del redondel sedoso de sus enaguas", llegará a decirnos el narrador (I, 5, p. 51)

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    1. Todos los enamoramientos son idealizaciones, ¿o no vamos a estas alturas a distinguir entre amar y estar enamorado?

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    2. De acuerdo en eso.
      Entonces la pregunta sería: Charles está enamorado de Emma, pero ¿la ama?

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  9. Hasta ahora solo Antonio Luis ha referido una escena que le parece brillante. Animaos. Quiero conocer qué pasajes os han llamado la atención o gustado especialmente.

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    1. Muchísimos pasajes, aunque a mí el que más me gusta es el de la feria y el señorón feudal que la va camelando, y por elipsis el del adulterio en el carruaje con su antiguo pretendiente en Rouen

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    2. Aquí ya te has pasao cuatro pueblos. ¿Pero no has leído el encabezado de la entrada: Parte I, capítulos 1-5. Circunscríbase, caballero, circunscríbase. De aquí vas a salir descalabrado, ya verás. :)

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    3. Yo tambien he leido el libro y no lo cuento entero. Creo que Lansky deberia calmarse un poco (que ya sabemos que lo ha leido y se lo sabe muy bien) y comentar los primeros 5 capituloa como hacemos todos...

      Solo es una sugerencia, claro. Si no esto pierde mucho interes

      Saludos

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    4. Bueno, no se inquieten ustedes, no creo que el Sr. Lansky lo haya hecho a propósito, un despiste lo tiene cualquiera.

      Centrándome en el pasaje preferido mío, sin duda el de la sombrilla por cuanto tiene esa primera aparición de suave toque erótico que Flaubert dosificaba tan bien. En mis tiempos leí la traducción de Martín Gaite, pero ahora, al volver a releer la obra he preferido acudir a la recomendada y reciente de Alba, de Mª Teresa Gallego. Y desde luego, la obra gana en puntos mucho: creo que esta traductora ha hecho una labor encomiable con la musicalidad original de la obra y con la búsqueda del término preciso y equivalente en nuestra lengua. En todas los libros la traducción tiene que estar a la altura del texto, en este todavía más, por cuanto que la altura es mucha y la intencionalidad estilística de Flaubert era primordial, la base y el fin mismo de su arte.
      Un saludo.

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    5. Yo coincido con Esteban, me parece muy plástico el fragmento de la sombrilla, que no me resisto a citar completo:

      "Lo acompañaba siempre hasta el primer peldaño de la escalera de la fachada. Si aún no le habían traído el caballo, se quedaba allí. Ya se habían despedido, ya no hablaban; el aire libre la envolvía, levantándole y revolviéndole los pelillos cortos de la nuca o sacudiéndole contra la cadera las cintas del delantal, que se retorcían como gallardetes. En una ocasión, en tiempo de deshielo, la corteza de los árboles rezumaba en el corral, la nieve se derretía en los tejados de las edificaciones. Emma estaba en el umbral; fue a buscar la sombrilla y la abrió. La sombrilla, de seda color tórtola, que el sol atravesaba, iluminaba con reflejos móviles el cutis blanco. Sonreía, cobijada en ella, a la temperatura tibia; y se oían caer las gotas de agua, una a una, en el muaré tenso."

      Es esplèndido.

      Saludos.

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    6. Pedro: ahí se nota cómo buscaba Flaubert la palabra justa, la musicalidad, la sofisticación expresiva. La verdad es que el libro está plagado de momentos memorables, que son producto de una planificación obsesiva y de una búsqueda endiablada de la belleza literaria.

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  10. Por otra parte, nadie comenta nada sobre el famoso arranque de la novela, el famoso "Nous". ¿Quizá un capricho de Flaubert? ¿Quizá una manera de demostrar su pericia técnica pasando de un narrador a otro sin que el lector se descomponga? ¿Tal vez la posibilidad de dotar al texto de mayor verosimilitud, como una demostraciòn de que lo que se va a contar realmente pasó y quien lo cuenta es un testigo de esa historia? ¿Una chulería de Flaubert?

    ¿Cuál es vuestra impresión como lectores?

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  11. Yo creo que la figura del narrador es una forma de introducirnos como protagonistas de la historia, como si nosotros mismos fuéramos uno de los alumnos que estaban en clase al llegar Charles el primer día.
    Ese narrador anónimo somos todos nosotros.
    Flaubert nos ha alojado a todos en la historia desde el primer momento. Es una forma de hacernos partícipes de lo que va a pasar. Por eso los siguientes narradores seguimos siendo nosotros. Por la forma de narrar no se percibe que sea el mismo escritor, pero si es una persona que no se pierde ni puntada de la historia y ¿Quién mejor? que el lector que participa en todo desde la seguridad del exterior.

    El personaje de Charles no se hace simpático. El pobre bobo del principio que me da una cierta ternura, pierde todos los puntos cuando empieza a estudiar y se deja llevar por la vida fácil. Después ya trabajando como médico no me parece más que un hombre débil, demasiado consentido por la madre durante su juventud, con poco critério que se deja llevar incluso a un matrimonio por conveniencia, aunque esto puede ser tan solo reflejo de una época en que el amor o los puntos comunes no tenían demasiada importancia.
    Tiene un momento durante la narración en que quizás se salva un poco de esa imagen de hombre débil y sin carácter, que es cuando defiende a su mujer al pedirle sus padres cuentas por su situación económica; y quizás también cuando siente un cierto pesar al morir ella.
    Que se case con Emma sabiendo ya que no la quiere en realidad solo nos enfrenta a lo que vamos a ver después.
    La figura de la madre recuerda en cierta manera a la relación de dependencia que tenía en la realidad Flaubert con su madre y su hermana.

    La frase que más me ha gustado es la que piensa Emma al final del quinto capítulo: cuando descubre que no está enamorada y "E intentaba saber cómo había que entender exactamente en la vida las palabras "felicidad", "pasión" y "embriaguez", que tan hermosas le habían parecido en los libros".

    Entre la certeza de Charles de no quererla demasiado y el descubrimiento de Emma de no estar enamorada ya nos han presentado toda la tragedia final.

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    1. Estoy de acuerdo en todo, quizas es eso precisamente lo que Barbusse nos pedía acerca del "Nous" inicial. Ahora bien, yo no estoy de acuerdo con que Charles tuviera la certeza de no querer a Emma, todo lo contrario, lo único que si es posible es que la quisiese a su manera o que realmente la idealizase en exceso.
      Un saludo

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    2. Incidiendo en lo mismo: El enamoramiento consiste precisamente en la percepción idealizada del otro, de ahí que a cupido se le represente con los ojos vendados. En ese sentido Charles no es un bicho raro. Otra cosa es que pase el tiempo y siga sin enterarse de nada.

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    3. Coincido con los dos Antonios: a partir de una inicial atracción física hacia Emma (recordemos las dos escenas maravillosas de suave sensualidad en las que Charles ve a Emma cosiendo y con los hombros desnudos cubiertos de gotitas de sudor, o debajo de la sombrilla, donde el sol tiñe de cambiantes colores su cutis), de lo que no cabe duda es de que Charles es capaz de sentir amor. Insisto: otra cosa es la idealización que hace, como apuntaba Antonio Luis, de su mujer.


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    4. Y dale con no distinguir algo tan básico como enamorarse y amar

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    5. Vale, para ti la perra gorda. Estás pesadito esta mañana, eh.

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    6. Mi última disculpa, mejor que te echen de menos. Ciao

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    7. En esto no hace falta que te disculpes, y por tanto no se acepta. Era un modo afectuoso de darte la razón.

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  12. Yo aporto esta escena (Cap V) que también nos da pistas sobre los personajes. Nos muestra, por una lado, la poca delicadeza, la falta de tacto, la torpeza de Charles Bovary, y por otro lado, la apatia de Emma ante el descubrimiento.

    "Emma subió a las habitaciones. La primera no estaba amueblada; pero la segunda, que era la habitación de matrimonio, tenía una cama de caoba en una alcoba con colgaduras rojas. Una caja de conchas adornaba la cómoda y, sobre el escritorio, al lado de la ventana, había en una botella un ramo de azahar atado con cintas de raso blanco. Era un ramo de novia; ¡el ramo de la otra! Ella lo miró. Charles se dió cuenta de ello, lo cogió y fue a llevarlo al desván, mientras que, sentada en una butaca, Emma pensaba adónde iría a parar su ramo de novia, que estaba emmbalado en una caja de cartón, si por casualidad ella llegase a morir.

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    1. Ramón, está claro que el ramo de novia tiene una carga simbólica importante. Y no será la única vez que aparezca en otra situación y en otras circunstancias.

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    2. Me parece muy interesante la escena. Por una parte nos habla de la torpeza de Charles: cómo es posible que no tenga en cuenta ese detalle, que no prepare la habitación para recibir a la "nueva". Y por otra parte aparece esa especie de corazonada de Emma. Esa presencia de la muerte en un momento tan lleno de vida. Eros y Tánatos subyacen aquí.

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    3. Antonio: la dualidad y los contrastes, como ha estudiado brillantemente Vargas Llosa y como tendremos oportunidad de ver, tienen una importancia capital en la obra. Bien visto.

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  13. El libro empieza con la llegada de Charles al colegio. La escena se cuenta en primera persona del plural ("Nous"), como si fueran varios los narradores que actuan como testigos de lo que ocurre, y este "nosotros" se repite varias veces en el capitulo. Es un narrador que habla en nombre de varios, y es el propio autor quien nos relata sus recuerdos del colegio, aportando asi un testimonio histórico, algo que ha ocurrido realmente, consiguiendo dar una sensación de realismo.

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    1. En cuanto al misterioso "Nous", ha sido objeto de numerosa bibliografía y estudios e hipótesis. Eso que dices, Ramón, es muy cierto. Vargas Llosa lo ha explicado muy bien. Está claro que quien habla al principio del libro ha sido algo más que un observador: un participante activo, un cómplice, un personaje de la historia. Este punto de vista espacial —el narrador instalado dentro del mundo narrado—, tan antiguo como la novela, parece elegido para conseguir realismo, para apuntalar la verosimilitud de lo contado. Así ocurre en la novela picaresca, donde el protagonista cuenta su propia vida; el relato alcanza mayor grado de certeza porque lo refiere un testigo privilegiado, alguien que cuenta con conocimiento de causa: estuve ahí, me consta, viví lo ocurrido. La narración adopta el semblante de un testimonio histórico.

      Este punto de vista espacial, en el que no hay distancia alguna entre el narrador y lo narrado, inaugura la novela estableciendo una gran cercanía entre el lector y el relato; durante todo el cuadro primero —la llegada de Charles a la clase, las burlas, el episodio de la gorra, el castigo que impone el profesor—, en que el narrador-personaje plural es la perspectiva dominante, parece que se va a leer una confidencia, una autobiografía. Al mismo tiempo, la vaguedad del narrador —que está ahí pero no se muestra, que se limita a hacer saber que es ciudadano del mundo ficticio― provoca una curiosidad paralela a la que despierta lo que va contando. Además de dar, conforme a la función tradicional del narrador-personaje, una impresión de verismo, el narrador inicial de "Madame Bovary", por la forma gramatical tras la que se oculta, contagia a la materia narrativa cierto misterio, la rodea de un aura inquietante.

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    2. Ese 'nous' envuelve, esconde y abarca, nos incluye y se exluye. Es un prodigio

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  14. Daré una vuelta por aquí a diario por si hay alguna pregunta referida a la traducción.
    Bonne lecture à tous!

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    1. Te lo agradezco mucho, María Teresa. La posibilidad de que los participantes puedan consultar alguna duda o detalle de traducción que nos pueda surgir hace que esta lectura guiada sea todavía más interesante y provechosa.

      Así que, lectores, ya sabéis: la autora de la excelente -no me canso de decirlo- traducción de "La señora Bovary", editada por Alba, estará por el infierno a disposición de todos ustedes. No todos los días se presenta semejante oportunidad.

      Gracias. Y seguimos...

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    2. Desde luego es todo un lujo. Yo estoy leyendo la traducción de Carmen M. Gaite y no me parece mala; mejor desde luego que la de Ramón Ledesma Miranda que leí en los 80. Ganas me entran de comprar la nueva, desde luego. La ocasión creo que lo merece largamente.

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    3. Conozco bien la traducción de Martin Gaite.
      La de Gallego Urrutia es ingeniería de la palabra, musicalidad, respeto casi religioso a la palabra justa flaubertiana. Hoy por hoy, quien quiera leer esta obra de arte que es Madame Bovary no debería, ni por un momento, dudar qué version escoger. No, ni por un momento.

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  15. Me compré hace poco el libro La Señora Bovary de alba editorial, traducido por maría Teresa Gallego Urrutia, a la cual debo felicitar por otras traducciones realizadas (ya que veo ella participa en este magnifico blog), sin embargo todavía no he empezado a leerlo hasta que el otro día y por mera casualidad di con el blog infiernodebarbusse y curiosamente llevaban a cabo una actividad sobre el mismo. Me he animado y ya voy por el capitulo VII.
    El artifice de este proyecto hizo bien ayer en eliminar unos comentarios poco apropiados de un interviniente con insultos personales y descalificantes; y es que estoy habituado a participar en blog de otras materias y siempre pulula por ahí el típico que intenta por todos los medios desestabilizar el normal discurrir de las conversaciones entre los habituales.
    Espero no haberme entrometido y volveré a participar a medida que avance en la lectura.
    Francisco Gopar
    Gijón-España

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    1. Francisco:

      Coge silla, siéntate a gusto y sé bienvenido a esta lectura y, de paso, a El infierno de Barbusse. Aquí puedes "entrometerte" todo lo que quieras, de eso se trata. Cuantos más puntos de vista tengamos sobre la obra leída, mejor.

      Adelante, pues, con la lectura, y espero tus comentarios u opiniones sobre esta obra de arte que es "Madame Bovary", .

      Gracias por participar.

      Un saludo.

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  16. La Señora Bovary, que creo nos lee y sigue la traductora, ojo.

    Gracias por el recibimiento. Un saludo

    Francisco Gopar
    Gijón-España

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    1. Eso, eso: "La señora Bovary".

      ¡Cómo me está costando acostumbrarme!

      :))

      Saludos.

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    2. La traducción de Teresa Gallego es espléndida, mucho mejor que la de una aficionada/aggiornada Marín Gaite.

      Sin embargo, en mi opinión, debería haber mantenido el título ya consagrado de Madame Bovary; insisto, en mi opinión

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    3. Alba y yo hemos restablecido, antes bien, la tradición. Las versiones de principios del siglo XX se llamaban, como es lógico, La señora Bovary. ¿Qué motivos puede haber para no traducir madame por señora?
      Fueron quienes dejaron de traducirlo quienes no mantuvieron el título ya consagrado.
      El prólogo del libro de Alba se refiere a ese tema. Y la opinión de Alberto Manguel en Babelia coincide con nuestros criterios y va incluso más allá.
      Por lo demás, tradición no es forzosamente sinónimo de acierto.

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    4. es un error de tecleo, conocí a Carmina.

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    5. A mí me chocó mucho al principio, ¡tantos años viendo en las cubiertas de los libros "Madame Bovary"!; de hecho, por costumbre, todavía suelo utilizarlo en las conversaciones y en los comentarios. Tardaré en asumirlo, no voy a decir que no. Pero, claro, esto es como todo, la deviación del uso natural de nuestra lengua, tal como dice María Teresa Gallego, es "Madame Bovary" y no "La señora Bovary". ¡Cómo me choca ahora, cuando cotejo alguna otra traducción de la obra, ver escrito en ella "Madame", "Monsieur" y otros tratamientos de persona no traducidos al español.

      Creo que esa elección, acertada y ajustada, forma parte también de la redondez, de la coherencia de esta traducción de la obra.

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  17. Puestos a destacar alguna escena importante de estos cinco primeros capítulos, me atrevo a proponer el capítulo 4, el que describe la boda. Es todo un prodigio de descripción de ambientes y personas. Su puntilloso realismo hace pensar en un artículo de etnografía. Pero no hay que olvidar cómo retrata situaciones y personajes. A destacar, lo referente a nuestros protagonistas. Dice de Charles en un momento dado: "Charles, como no era ocurrente por naturaleza, se lució poco en la fiesta." Y, poco después, el contraste, tras la noche de bodas: "En cambio, a la mañana siguiente, parecía otro hombre."
    Sin embargo se dice de ella: "...la recién casada no daba muestra alguna que dejase traslucir o adivinar nada nuevo en ella."
    Una vez más se nos muestra el diferente modo de sentir de cada uno. Y todo sin que el narrador lo haga expresamente, sino a través de los síntomas que todos los presentes pueden ver.

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    1. Antonio: es verdad que, a veces, se hace difícil seleccionar pasajes de la obra porque capítulos enteros, incluso varios capítulos seguidos tienen una unidad tal que constituyen verdaderos cuadros, auténticas obras maestras dentro de otra mayor. En concreto, el capítulo de la boda que refieres, es delicioso, es como si Flaubert hubiese tenido una cámara fotográfica y hubiese podido retratar ese momento con toda precisión de detalles.

      Por eso esto es LITERATURA, ¿no te parece?.

      Saludos.

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