Lectura Frankenstein, caps. 11-17
A) Di qué momento de la novela plasma la ilustración que puedes ver arriba y, después, cita una frase o párrafo del libro que sirva de pie descriptivo a la misma.
1. De pronto, mientras lo contemplaba, se me ocurrió que esta pequeña criatura carecía de prejuicios, y había vivido demasiado poco para haber adquirido alguno a la deformidad. 2. Apenas si podría describirte el efecto que me produjeron estos libros. Despertaron en mí un sinfín de imágenes y sentimientos nuevos. 3. Al oírla, Félix se acercó apresuradamente a la dama, la cual, al verlo, se quitó el velo, revelando un semblante de una belleza y una expresión angelicales. 4. Todo el pueblo se alarmó; unos huyeron, otros me atacaron. 5. "Niño; ya no verás más a tu papá; vas a venir conmigo". 6. El asegurar los pies en el suelo mientras avanzaba por los senderos serpenteantes de la montaña me producía perplejidad, dado lo absorto que me tenían las emociones sufridas durante el día. 7. Había una rendija pequeña y casi imperceptible. 8. Le apreté la garganta para callarle, y un instante después cayó muerto a mis pies. 9. Era tu diario [...] ¡Sentí náuseas al leerlo! ¡Maldito sea el día en que recibí la vida!, exclamé atormentado. 10. Cuando ellos se retiraban a descansar, si había luna o la noche era estrellada, me internaba en el bosque y recogía comida para mí y leña para la casa. 11. Al principio retrocedí aterrado, incapaz de creer que era yo, efectivamente, quien se reflejaba en aquel espejo. 12. "Niño, ¿qué significa esto? Yo no trato de hacerte ningún daño; escúchame". 13. Me apuntó con una escopeta que llevaba y disparó [...] Esta era, pues, la recompensa a mi gesto de benevolencia. 14. El viento avivó las llamas, que envolvieron rápidamente la casa y la lamieron con sus lenguas bífidas y destructoras. 15. Había un hombre viejo sentado cerca del fuego, donde se preparaba el desayuno. 16. En un arrebato de furia, me arrojó al suelo y me golpeó violentamente con un bastón. 17. Prendí fuego a la paja, el brezo y los matorrales amontonados. 18. Cogiéndole la mano al anciano, exclamé: "¡Ha llegado el momento! ¡Sálveme y protéjame! Usted y su familia son los amigos a quienes busco. ¡No me abandone en la hora de la prueba suprema!". 19. Gravemente magullado por las piedras y muchas otras clases de proyectiles, escapé a campo abierto.
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Pregunta compartida
Di qué momento del relato de la Criatura te ha impresionado más. Usa para ello la zona de comentarios que aparece al pie de esta entrada.
Para mí, si duda, el momento en que la Criatura suplica al anciano ciego de la familia que lo proteja y lo salve, siendo después apaleado por el hijo de éste. Me resulta terrible y conmovedor. Un punto de inflexión en su historia y en su vida.
ResponderEliminarEs maravilloso el capítulo 13, donde se narra la llegada de Safie,"revelando un semblante de una belleza y una expresión angelicales". Nos pone claramente en contraste esta llegada con los avances en la observación y el conocimiento adquiridos por la criatura. Un ser sin nombre, sin amigos, sin infancia, sin padre ni madre: ¿Y qué era yo? ¿Era, entonces, un monstruo, una abominación de la tierra, de la que todos huían y a la que todos repudiaban? Se siente repudiada y excluida: "admiraba la bondad de mis protectores, pero estaba excluido de su contacto..". ¿Que era Yo?. Esta pregunta recurrente de capítulo me ha impresionado.Todos debemos realmente hacernos esa pregunta. ¿Quienes realmente somos?
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ResponderEliminarMe encanta el capítulo XVII. No son sino el reflejo de las consecuencias que puede tener para un ser generoso y bondadoso y de buenos sentimientos, esa exclusión, rechazo y agravio permanente al que se ve sometido por parte del mundo que le rodea.
ResponderEliminarEn los capítulos anteriores del 11 al 16, nos ha ido contando la Criatura cómo ha ido adquiriendo el conocimiento que ya le hace sentir, discernir y razonar, y cuestionarse sobre la naturaleza humana. Vamos apreciando el proceso y su evolución, desde su observación en casa de los De Lacey, a su aprendizaje a través de los libros encontrados, a sus experiencias con los humanos. Su relación con éstos, no es sino depravada y atroz, cuando él solo está lleno de bondad y buenos sentimientos. Y llegamos al momento culmen de ese desprecio en el capítulo XVII donde se nos expone el resultado conseguido: un ser humano generoso y bondadoso se termina convirtiendo en alguien malvado y atroz.
Dejo a continuación algunas de esas reflexiones maravillosas de este capítulo:
"Soy malvado porque soy desgraciado".
"Tú, mi creador, me despedazarías y te alegrarías, tenlo presente; así que dime, ¿por qué tengo yo que compadecerme del hombre más de lo que se compadece él de mí?
"¿Y debo respetar yo al hombre, cuando él me condena? Que intercambie sus amabilidades conmigo, y en vez de daño derramaré sobre él todos los beneficios con lágrimas de agradecimiento por su aceptación."
"SI NO PUEDO INSPIRAR AFECTO, INSPIRARÉ TERROR; y a ti, mi mayor enemigo, por ser mi creador, te juro un odio inextinguible".
Me gustan mucho las frases que has escogido, Rosa, también son de mis preferidas. Sobre todo "Soy malvado porque soy desgraciado": Mary Shelley apunta una verdad moral que Rosseau apuntaba cuando señalaba que solo los hombres desgraciados (no amados, abandonados en la infancia o maltratados) estaban perdidos para el bien y la virtud.
Eliminar"Si no puedo inspirar afecto, inspiraré terror" da mucho miedo, es un avance del terror que los lectores estamos a punto de contemplar en las próximas páginas.
Es impactante la escena del encuentro con el niño. Pasa, en un instante, de querer llevárselo para educarlo y para que sea su compañero y amigo, a matarlo sin contemplaciones, sólo por el odio que le inspira su creador.
ResponderEliminar»En esa ocasión, me alivió del dolor de la reflexión un breve sueño, que vino a interrumpir un hermoso niño al acercarse corriendo, con toda la animada alegría de la infancia, al rincón que yo había elegido. De pronto, mientras lo contemplaba, se me ocurrió que esta pequeña criatura carecía de prejuicios, y había vivido demasiado poco para haber adquirido horror alguno a la deformidad. Por tanto, si pudiese cogerle y educarle para que fuera mi compañero y amigo, no estaría solo en esta poblada tierra.
»Impulsado por este pensamiento, agarré al niño cuando pasaba, y lo atraje hacia mí. Tan pronto como me vio, se puso las manos ante los ojos y profirió un agudo
chillido; le retiré la mano de la cara con fuerza, y dije:
»—Niño, ¿qué significa esto? Yo no trato de hacerte daño; escúchame. »Él forcejeó violentamente. »—¡Suéltame! —exclamó—; ¡monstruo! ¡Monstruo repugnante! Quieres comerme, quieres despedazarme. Eres un ogro. ¡Suéltame, o llamaré a mi papá!
»—Niño; ya no verás más a tu papá; vas a venir conmigo. »—¡Monstruo asqueroso! Suéltame. Mi papá es síndico… es M. Frankenstein; él te castigará. No te atrevas a retenerme. »—¡Frankenstein! Perteneces a mi enemigo, a aquel de quien he jurado vengarme eternamente; entonces serás mi primera víctima.
»El niño siguió forcejeando y cubriéndome de insultos que exasperaban mi corazón; le apreté la garganta para callarle, y un instante después cayó muerto a mis pies.
Coincido con Malena, el momento en el que la criatura suplica al anciano y es rechazado es decisivo en la historia. Es una escena a la que vuelves continuamente y te gustaría cambiar, si tuvieras ese poder, porque creo que la mayoría empatizamos con el monstruo. Es un ser bondadoso e inteligente condenado por su deformidad y marcado por el abandono de su creador. En fin, esa soledad y el rechazo brutal de las personas que más quiere, a las que observa por una rendija, no dejan de conmoverme.
ResponderEliminarUn saludo a todos.
El momento en que habla con el anciano es muy conmovedor. Es ahí cuando el monstruo no se presenta como tal, no es más que alguien que necesita y pide ayuda, cariño y comprensión. Como cualquier ser humano. Pero siempre será juzgado por su aspecto, del cual no es responsable, y no por su manera de ser.
ResponderEliminarMe parece que el ser humano necesita siempre del otro, lo que hace tan terrible la frase: "Si no puedo inspirar afecto, inspiraré terror". Es tan grande el deseo de contactar con el otro, que no importa si contactan a la mala, la intención es buscar una respuesta del otro.
ResponderEliminarEs lo que hacen los acosadores ¿no? primero quieren inspirar afecto y cuando se dan cuenta de que sus atenciones son indeseadas, les da por inspirar terror.
Muy interesante la lectura, muchas gracias Jesús.
Me gustan mucho los capítulos en los que el monstruo se instruye leyendo a Milton, a Goethe y a Plutarco. Recuerdo que la primera vez que leí "Frankenstein" estos capítulos fueron los que más entraron en contradicción con la imagen que tenía del monstruo por culpa del cine ¡La criatura de Shelley hablaba y pensaba en francés, leía a Plutarco y a Milton, filosofaba sobre el bien y el mal, sobre la justicia! Qué lejos estaba esa imagen del monstruo verde con tornillos, que se movía como un zombie y que ni siquiera hablaba, más allá de quejidos inarticulados. El cine ha desvirtuado el mito en muchas ocasiones.
ResponderEliminarUna de las frases que más me gusta de estos capítulos, es el momento en el que la criatura se compara con el Adán de Milton: "Recordé las súplicas de Adán a su creador, pero... ¿dónde estaba el mío? Me había abandonado y, con toda la amargura de mi corazón, lo maldije." Es un punto de inflexión en la novela, la criatura se vuelve contra su creador cuando al fin comprende, en toda su extensión, la injusticia que ha cometido contra él.
En estos capítulos, Mary Shelley ahonda en el mito: si en los anteriores reflejaba el momento de la creación antinatural, ofreciendo uno de los momentos más terroríficos de la novela, en estos capítulos se muestra el aprendizaje de la criatura, su toma de conciencia y, como bien indican mis compañeros, se lanza la idea de que el conocimiento puede ser una maldición.
Hola a todos y todas,
ResponderEliminarPara mí, la parte más impactante de estos capítulos es la ya comentada por ustedes: cuando la Criatura abre su interior al anciano De Lacey y es acogido por él para, posteriormente, ser golpeado y despreciado por sus hijos.
Hola,
ResponderEliminarNo tengo quizás un capítulo más impactante. Me impacta el hecho que vamos descubriendo a lo largo del libro, la capacidad del monstruo. De lo más reflexivo, con un afán de búsqueda de su identidad que yo creo que muchas personas no tendrían. Esa sensibilidad y ese gusto por la belleza y las cosas favorables. Sus ganas de descubrir todo y sus ganas de interacción con el ser humano, a pesar de descubrir su parte tan negativa.
Además me resulta inquietante el creer que Victor Frankenstein en realidad deja todo al azar, o sea, nada sobre la capacidad de su creación ni de sus ganas de conocimiento son meditadas. (De quien sería ese cerebro?)
Dos momentos que me han gustado, cuando el monstruo observa su reflejo y actúa como Narciso pero al revés, y cuando se compara con la creación del Paraíso perdido.
La parte más impactante de la Criatura es cuando da por concluida su tarea, el arrepentimiento que muestra es doloroso, pero no es capaz de entender cómo y porque es rechazado por su creador y el resto del mundo.
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